Entre Sueños y Realidades: Un Despertar en el Jardín del Amor

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Era un sábado a las 8:00 de la mañana. Mis ojos se abrían lentamente, permitiendo que la luz del día se filtrara gradualmente en mi conciencia. Fue entonces cuando me encontré con unos ojos verdes claros, como si fueran las puertas entreabiertas hacia un jardín de afecto. En su brillo resplandece un amor que despierta con cada mirada, como si las pupilas fueran el refugio donde se guardan secretos compartidos y promesas silenciosas. En esos ojos, descubro el lenguaje del corazón, una conexión que florece con cada parpadeo, tejiendo un vínculo eterno.

-"Buenos días, mi flor-me susurra con su voz suave, mientras deja un beso delicado en mis labios. En ese gesto, encuentro el perfume de su cariño, un dulce despertar que perfuma la mañana con la esencia de nuestro amor.

Y yo le respondo con una sonrisa cómplice, expresando en mi mirada todo lo que las palabras no pueden capturar. En ese instante, nuestros ojos se entrelazan como dos capítulos de un cuento que solo nosotros entendemos, tejiendo un diálogo silencioso, lleno de amor y complicidad.

Entre los fuertes brazos que me envuelven, experimento una sensación de comodidad y seguridad que parece crear un mundo aparte. La calidez de su abrazo es reconfortante, y me siento protegida en ese santuario que construimos con la intimidad de nuestros cuerpos entrelazados. Sus manos, firmes y cariñosas, acarician mi cabello, transmitiendo una ternura que se convierte en la banda sonora de este momento.

En este rincón tranquilo de nuestro propio universo, las palabras no son necesarias. Cada beso es un susurro silencioso que me asegura que siempre estaré a salvo en sus brazos. Me deja sentir la promesa de su amor en cada gesto, como un compromiso eterno que se graba en mi corazón.

Cierro los ojos, entregándome por completo a la sensación reconfortante de estar en sus brazos bien trabajados. En este instante, el tiempo se desvanece, y nos sumergimos en una realidad alterna donde el único sonido es el latido sincronizado de nuestros corazones. En este capítulo eterno de nuestro romance, el silencio se convierte en una melodía única, llena de promesas que solo nosotros entendemos y componemos.

Y mientras disfruto de la paz y la plenitud en este sueño profundo, de repente, los ruidos de la realidad comienzan a filtrarse. Las risas y el bullicio de mis hermanos irrumpen, recordándome que este mundo perfecto es efímero. Despierto de este sueño tan real, sorprendida por la intensidad de las emociones que dejó en mi corazón, un sueño que nunca imaginé, pero que ahora se convierte en un precioso recuerdo en la galería de mi mente.

Caminando entre Amaneceres     "El Viaje de Fátima en la Vida y el Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora