Caminando entre Amaneceres "El Viaje de Fátima en la Vida y el Amor"

Capítulo 12:Encuentros en el Parque;Hilos del Destino

Mohamed narra:

Me presento, soy Mohamed, tengo 25 años y soy el jefe de la empresa más grande en Luxemburgo. Aunque mi vida laboral me mantiene ocupado, hay lazos familiares que nunca dejo atrás. Mi hermana mayor, casada y viviendo en Barcelona, junto con otros seres queridos, crearon un vínculo que la distancia no puede romper.

Aprovechando unas semanas libres, decidí visitar a mi familia en Barcelona. La nostalgia y el deseo de compartir momentos juntos me llevaron a dar este paso. Acompañar a mi sobrina, Jawhara, a su cita médica fue solo una de las formas en las que intentaba integrarme en su día a día.

Desde entonces, mis días han estado llenos de risas y travesuras de Jawhara. Entre paseos por el parque y comidas familiares, descubrí la alegría de cuidar y ser parte de su crecimiento.

— ¡Tío Mohamed, mira lo que hice en la escuela hoy! — exclamó Jawhara emocionada, mostrándome un dibujo lleno de colores.

— ¡Es increíble, Jawhara! Eres una artista talentosa — le respondí con una sonrisa.

La rutina diaria de cuidar de una niña activa como ella se ha convertido en una paleta de colores que llena mis días de significado.

El tiempo con mi familia en Barcelona también ha sido testigo de conversaciones significativas.

— Tío Mohamed, ¿te quedarás mucho tiempo con nosotros? — preguntó Jawhara con ilusión.

— Por ahora, estaré un tiempo, pero dentro de un mes tengo un viaje de trabajo a Francia. Pero mientras esté aquí, quiero aprovechar cada momento con ustedes — respondí, sintiendo la conexión especial que solo la familia puede brindar.

Fátima narra:

Después de una mañana en el hospital, viernes es sinónimo de tiempo para desconectar. Salí temprano, dejando atrás los pasillos del hospital. Con el sol brillando en el horizonte, decidí aprovechar la tarde para disfrutar con mi hermana pequeña, Sara, de ocho años. Juntas, nos dirigimos al parque, explorando risas y juegos bajo el cielo despejado.

Jawhara:

— Tío Mohamed, ¿podemos ir al parque? — preguntó Jawhara con sus ojos llenos de emoción.

— ¡Claro que sí! Vamos al parque y disfrutaremos de la tarde juntos — respondió Mohamed, contagiado por la alegría de su sobrina.

En un giro del destino, nuestras sendas se cruzaron en el parque. Jawhara, al verme, reconoció que era su enfermera de la revisión médica. Con una sonrisa contagiosa, se acercó corriendo, y su abrazo fue el mejor reconocimiento de mi día.

— ¡Mira, tío es mi enfermera! ¡Fátima! — exclamó Jawhara emocionada.

— ¡Hola Jawhara, preciosa! — saludé con una sonrisa, y me agaché para estar a su altura y abrazarla. — ¿Él es tu padre?

— No, este es mi tío Mohamed. Tío, ella es Fátima, mi enfermera favorita — presentó Jawhara con orgullo.

— Encantada, Fátima. ¿Cómo estás? — saludó Mohamed con una sonrisa.

— ¡Hola Mohamed! Encantada. Esta es mi hermana pequeña, Sara. Jawhara, ¿por qué no vais a jugar juntas? Así os conocéis un poco más. — propuse, presentando a Sara y animando a las niñas a jugar juntas.

Diálogo entre Mohamed y Fátima:

— Mucho gusto, Mohamed. Soy Fátima, enfermera en el hospital grande de Barcelona — me presenté con una sonrisa.

— Encantado, Fátima. Yo soy Mohamed. Vivo y trabajo en Luxemburgo, pero tengo familia aquí, así que aproveché unas semanas libres para visitarlos. Soy jefe de una empresa más grande en Luxemburgo — explicó Mohamed, estableciendo el contexto de su visita.

— ¡Vaya, qué interesante! ¿Y cómo ha sido tu día por Barcelona? — pregunté, iniciando una conversación ligera mientras los niños se dirigían hacia el área de juegos.

Diálogo entre Sara y Jawhara:

— ¡Sara, él es mi tío Mohamed! — exclamó Jawhara emocionada.

_ Sí, pues ella es mi hermana favorita, se llama Fátima, y es enfermera- Dijo Sara muy orgullosa.

-Si lo sé, porque es mi enfermera, tuve una revisión con ella, es muy guapa y divertida.-Dijo Jawhar emocionada

-¡Vamos a jugar al tobogán Jawhara! -Propuso Sara

Diálogo entre Mohamed y Fátima:

— Parece que los peques se llevan bien — comentó Mohamed, sonriendo.

— Sí, parece que sí. La verdad es que ha sido una tarde encantadora. -¿Vienes a Barcelona seguido? — pregunté, buscando conocer más sobre su vida.

— No tan seguido como me gustaría. Mi familia está aquí, pero vivo y trabajo en Luxemburgo. Aproveché estas semanas libres para visitar y pasar tiempo con ellos — explicó Mohamed.

— ¡Ah, entiendo! Debe ser difícil estar lejos, pero al menos puedes aprovechar estas ocasiones para compartir momentos especiales. — comenté, sintiendo una conexión más profunda con su situación.

Mientras los niños continuaban jugando, la conversación entre Mohamed y yo se volvía más fluida. Las risas compartidas y los gestos cómplices sugerían una conexión que trascendía la casualidad del encuentro en el parque.