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—Creo que lo que te propongo está bien no le veo nada de malo a las cosas, podemos ser buenos padres y amigos.

—No te veo de padre realmente.

— ¡Porque no! No soy tan mal hombre.

—Sé que no lo eres, es solo que es raro que me pidas casarnos, seremos padres sí, pero no creo que sea necesario casarnos—inquirió de nuevo ella.

—Nuestras madres no se quedaran tranquilas y sabes que son de la vieja escuela—ella rodo los ojos.

Claro que lo son, ambas estuvieron juntas en el mismo colegio y por cuestiones se dejar de ver, después fue curioso encontrarse cuando se hizo amiga de Lorenzo, volvieron a revivir su amistad, pero cuando se casó perdió contacto con Lorenzo y su madre hizo lo mismo con la madre de él.

—Aun no puedo creer que seremos papas, mierda ¡Papas!

—No sé cómo interpretar tu forma de decirlo, no estás en la universidad cuando anuncian una competencia.

—Nada de eso, bien debemos decirle a tu madre y claro a mis padres, si logramos desecharnos de mi madre para regresar, ahora con esto me volveré loco tenerla hasta en el baño metida.

—Arezco que no lo tomaras a mal, quiero que este claro que yo no quise embarazarme, y que ese día solo queria distraerme siguiente a ti, pero...

—Se lo que dirás—la interrumpió—No te gusto, pero pues cariño es lo que has atrapado, espera oye adónde vas Adara—inquiero el al verla darle la espalda.

—Necesita ir al baño, mi vejiga se ha vuelto pequeña no contento mucho líquido, y cálmate ni que estuvieras en descuento, para lo que me alcanza me sobra—sonrió ella provocando que el cruzara los brazos.

Adara ahora necesitaba un 'poco de espacio, los días posteriores Lorenzo no la deja hacer nada, sabe que debe tener cuidado un embarazo doble necesita estar más tranquila, y descansar un poco, como también cambiar sus rutinas.

Piensa sobre los bebes y su rostro se ilumina como una sonrisa en sus labios, creer que será madre y que si dios le da esa dicha podrá conocer sus rostro, tiene un miedo de que pase de nuevo por aquello.

Limpia su boca y sale del baño dando un fuerte respingo al ver a Lorenzo esperándola.

—Sabes lo que es la privacidad verdad.

—Es solo que te has tardado mucho, me preocupe.

—No es para tanto, Lorenzo estoy bien, ahora puedes—le hace señas de que se vaya—Lorenzo.

—Es que no puedo creer que lleves a mis bebes, mierda, no puedo creerlo, tu cuando ni 'por la cabeza te pasaba yo.

—Enserio estas diciendo eso.

—Porque no, eres de esas mujeres que no se involucrarían con hombre como yo, les huyen.

—Bueno quien quiere un hombre coqueto, lo que no comprendo es como le harás para sobrevivir, me has dicho que nos c asemos, pero Lorenzo dudo que funcione, podemos ser solo padres.

—A no señora, ya veremos cómo pinta, que le diremos a nuestro hijos, no pues tus papas se pudieran una buena borrachera que hasta tu madre le arranco los bóxer a tu padre y bueno los detalles se omiten y salieron ustedes.

La cara de Adara se puso roja, como decía eso, como tenía ese don de hacer las cosas tan tranquilas, Lorenzo era tood lo contrario a ella, un hombre desordenado, bromista que siempre tenía algo que decir, nunca está quieto y ahora ella estaba ahí frente a él, cuando su vida siempre ha sido ordenada.

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