(pausada temporalmente, en revisión)
"We're only going to dance like crazy
It's just that, I like it.
Nobody, nobody
Please don't care about me, it's okay
Let's go crazy until the sun rises."
Dicen que cuando reprimes algo por mucho tiempo, después...
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Era el segundo miércoles que quedaban para bailar en la sala que Felix les prestaba, Jisung no había comido a propósito, y había dejado deliberadamente el paraguas en su casa por si llovía ese día.
Minho llegó puntual, recogiéndolo de nuevo en la puerta de su universidad para ir a comer al mismo restaurante de la última vez. Esta vez Lia reconoció a Jisung también y este la saludó con algo más de confianza. Jisung perdió ese día y le tocó pagar la comida a él, un trato justo, la semana anterior había comido gratis.
Tampoco llovió.
Caminaron sin hablar mucho hasta casa de Felix, cada cual miraba al lado opuesto, muertos de los nervios a niveles similares.
Jisung fue el primero en hacer algo, haciendo que su mano tocase la de Minho, sonriendo discretamente al notar como el chico entró en pánico.
Ninguno había hablado del tema desde la semana pasada, no se habían visto, no habían enviado mensajes al otro, ni se habían llamado. Jisung estaba seguro de que Minho necesitaba tiempo para procesar lo que había pasado, y Minho no tuvo la valentía de decir que en realidad no se arrepentía de nada.
El boxeador aprovechó el momento para entrelazar sus dedos con los del chico, mirando al lado contrario demasiado avergonzado como para verlo. Jisung lo notó, y le pareció el gesto mas tierno que habían tenido nunca con él. Apretó el agarre de sus manos, y se mordió el labio tratando de calmar sus nervios.
Llegaron a casa de Felix y tuvieron que soltar la mano del otro para evitar que el chico australiano sacase tan pronto el tema.
Entraron a la sala de baile, volviendo a quedarse solos, uno frente al otro en silencio, rememorando lo que había pasado la semana anterior.
— Bueno... ¿Qué — A Jisung se le trabaron las palabras en la garganta cuando la mirada de Minho chocó con la suya, teniendo que parar para recuperar un momento la respiración. — ¿Qué te apetece aprender hoy?
El sol pareció por fin salir entre las nubes, colándose por la ventana de la sala. El bailarín vio con gracia como Minho se peleaba consigo mismo tratando de encontrar algo que decir, trabándose torpemente con sus propios pensamientos.
— Esto... Jisung...
— Tómate tu tiempo para pensar Min, no tenemos prisa. — El chico se acercó un poco a él, aun manteniendo una pequeña distancia entre ellos.
— No me arrepiento de lo de la semana pasada, no me he arrepentido ni un solo segundo... Y te he echado mucho en falta esta semana. No quiero volver a mi rutina sin Jisung, es horrible. — Dijo él tomando con cuidado una de las manos ajenas, casi acariciándola, con tanta delicadeza que Jisung dejó de respirar unos segundos por la impresión.
— Creí que... Perdona, te dejé espacio pensando que era lo que necesitabas.
— En realidad si me ha servido, me he dado cuenta de cómo sería mi vida si no aprovecho esto, si no hago lo que yo quiero esta vez. Quiero ser valiente, y te quiero a ti... - dijo Minho, disfrutando un poco de las reacciones nerviosas del chico, eran genuinas, torpes...