(pausada temporalmente, en revisión)
"We're only going to dance like crazy
It's just that, I like it.
Nobody, nobody
Please don't care about me, it's okay
Let's go crazy until the sun rises."
Dicen que cuando reprimes algo por mucho tiempo, después...
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Era sábado y finales de noviembre, Seúl estaba bañando de espíritu navideño y las familias, parejas y grupos de amigos llenaban las calles, salían juntos, mientras Jisung se dirigía a ver a su familia, como cada sábado.
Llamó al timbre del octavo piso y la alegre voz de su tía Jinna lo recibió. El apagó la música, llamó al ascensor y esperó a llegar a su planta.
Desde allí escuchó los piececitos de su primita, Joonji, correteando torpemente a recibirlo, él alegró el gesto y con una enorme sonrisa la levantó del suelo para abrazarla, adoraba a esa niña.
— ¡Sung! — La pequeña de dos años comenzaba a decir sus primeras palabras y él se moría de ternura desde que su nombre fue una de las primeras cosas que aprendió.
"Mamá" "Papá" "Jun" "pan" "guau" , o perro en el idioma de Joonji y "Sung" Como llamaba ella a su primo.
— ¡Joonie! — Jisung siempre decía un apodo cariñoso al tomarla en brazos y entró a casa de sus tíos haciendo cosquillas a la niña.
Llegó a la cocina donde sus tíos corrían de un lado a otro, apurados terminando la cena.
— ¡Jisung! Deja a Ji en el salón y ven a ayudarnos porfa — Dijo su tía separando un segundo la vista de la verdura. Él hizo caso y le prometió a la pequeña que volvería pronto.
Con la ayuda de Jisung, el terminar la cena fue casi un camino de rosas para la pareja, una vez todo estuvo listo, Hyeongjun bajó corriendo las escaleras y se sentó junto al resto en la mesa.
Los adultos, como siempre, bendijeron la mesa, mientras Jun arrastraba a su primo a sus juegos, distrayéndose ambos de la bendición.
Después se juntaron todos a ver una película de dibujos, Jun estaba en esa edad, al comienzo de la adolescencia donde se quejaba a horrores por tener que ver "cosas de niños", aún que en realidad le gustaban tanto como a Joonji. Jisung era ya un adulto, pero disfrutaba de los dibujos, se emocionaba junto a Jun cuando a los protas les iba bien y le gritaba a la pantalla como un niño más.
Su tío se llevó a la pequeña a la cama y Hyeongjun se despidió de él para ir también a dormir, aún que entre ellos, Jisung sabía que solo quería ir a jugar a ese juego de bandas en línea con sus amigos.
Él se quedó solo con su tía, en el silencio del salón.
— Sung, ven... — La mujer tenía los brazos abiertos y él no dudó en acurrucarse como un niño pequeño junto a ella, sintiendo como lo rodeaba, abrazándolo.
Jinna sabía que para Jisung no estaba siendo nada fácil, solo sus tíos sabían lo que ocurría bajo el seno de su familia, y la toxicidad que amenazaba con tragar al joven.
