-Nunca he entrado al mar. Me da miedo que haya algún animal que no conozca - Kuro hablaba sin mentir. Nunca le mentiría a Lidmilla
-En la orilla nunca hay mucho más que peces pequeños y almejas - Ella intentaba calmarlo luego de su invitación. Le había ofrecido adentrarse en la calmada marea
-Eso lo sé... también le tengo miedo a las olas. Este océano se ve más tranquilo, incluso de noche. Que es cuando se vuelven agresivos
-Es cierto, a veces el mar es mucho más violento. Pero ahora mismo no lo parece... ¿Quieres entrar? - ella le sonrió provocativamente
El aceptó. Entonces ambos se levantaron de la arena, se quedaron solo en ropa interior y dejaron sus prendas en la orilla. Siendo así, comenzaron a caminar hacia el agua
-Tomaré tu mano, así que no tengas miedo - Ella le ofreció su mano, en la tomó con fuerza. Ambos sumergieron sus pies en las pequeñas olas, entrando un poco más con cada paso. En poco tiempo, el agua llegó a sus rodillas
-Es difícil moverse en agua... me siento como en el pozo de acuamirage
-No te asustes, esta agua solo tiene mal sabor. Y el acuamirage en el que estabas era de aceite, no agua en realidad, esto es mucho más seguro
Kuro tomó confianza y siguió esforzándose para avanzar. Las suaves olas golpearon contra sus piernas, empujándolo y jalándolo en direcciones opuestas a la vez. Aunque al principio le resultó estresante, al poco tiempo le tomó cariño
Mientras más avanzaba, mas subía el agua. Las olas se hacían más divertidas de cruzar. Llegaron hasta sus hombros, y se veía un tanto mayor que hace algunos minutos. Siguió caminando hacia adentro. Entonces las olas desaparecieron. Había pasado el punto en donde se formaban
El agua se notaba bastante clara. Eran pocos los peces pequeños que pasaban entre sus pies, entonces volteó a ver a la orilla y notó que ya estaban muy lejos. Luego sintió que le bañaron con el agua salada. Había sido Lidmilla la que lo salpicó
-¡Hey! - se rió luego también arrojó agua hacia ella - yo puedo hacer lo mismo, y lo sabes
-¡Aah! - gritó ella luego de que la mojara de esa manera - perdón, te veías muy concentrado
-¿Ah, sí? - se preparó - tú sigues viéndote muy concentrada - arrojó mucha más agua hacia ella. Lidmilla le respondió de la misma manera
-¡Ese juego es para dos! - siguió aventando agua bruscamente hacia él
Kuro se sumergió para que el agua no lo alcanzara. En cuanto salió para tomar aire, Lidmilla se abalanzo sobre él, haciendo que vuelva a hundirse. Momentos después, él se levantó, y ella seguía colgada a su cuello, pero además había cruzado sus piernas detrás de su cadera de manera atrevida. El notó que las prendas de ambos se transparentaban demasiado, pero no le dio importancia. Sujeto su cadera para apretarla aún más a él, entonces ella quito su cabello de su rostro y colocó su mano en la mejilla de Kuro. Justo después, él cerro los ojos, y ella se acercó a su rostro
El nivel del agua aumentó muy significativamente, una ola gigantesca se llevó a ambos de regreso a los primeros pasos que habían dado hacia dentro de la playa. Lidmilla se sentó, el agua apenas llegaría a sus tobillos si estuviera sentada. Limpió su rostro del agua y abrió los ojos nuevamente luego de escupir la poca agua que había entrado en su boca
-Eso... sabe mal... - ella terminó y buscó a sus alrededores a Kuro, creyendo que lo único que le impediría encontrarlo sería la oscuridad de la noche - Kuro, ¿dónde estás? - no notó ninguna cosa que le hiciera una pista para saber dónde estaba. Se levantó para buscarlo con más transparencia, comenzó a preocuparse al no recibir ninguna respuesta
-¡Kuro! ¿Estás bien? - ella comenzó a gritar su nombre para saber si podía encontrar un sonido para descubrir su posición
La situación se hizo alarmante, entonces hizo el hechizo que los había dirigido allí (Ostrografía (la ostra buscadora)) y comenzó a buscarlo. En el mapa que se mostraba, había un punto rojo, y era él... pero se movía a una velocidad abrumante hacia el fondo del mar... y no lo hacía solo
...
Kuro estaba luchando por su vida, aunque no sabía contra qué. Estaba ya tan profundo que la luz no podía entrar. Su estómago dolía y sangraba, un montón de navajas lo habían atravesado por delante y detrás de su torso y constantemente ejercían presión sobre él. En poco tiempo se dio cuenta de que estaba siendo sujetado por la boca de algún animal marino que lo arrastraba directo al fondo
Comenzó a golpearlo inútilmente, sus ojos comenzaron a brillar de dorado otra vez. Fue cuando vio su forma, notó que ni siquiera era un animal completo, era un pequeño tentáculo... o solo pequeño a comparación del resto del animal. También vio que salían más tentáculos con bocas hacia él, con la intención de inmovilizarlo, pero el golpeó el agua con toda su fuerza. La onda que soltó demolió a los atacantes, al igual que lastimó al miembro que lo sujetaba, haciendo que su agarre fuera más débil. Pronto se recuperó y apretó con mucha mayor solidez, que hizo que sacara el poco aire que le quedaba, no solo por la boca, sino por los orificios que hizo en sus pulmones. Los pequeños nuevos tentáculos lo rodearon y le impidieron ver o moverse
Pocos segundos después, escuchó un golpe y una puerta metálica abriéndose, se cerró y luego se abrió otra, que también selló, entonces escuchó la voz de Vladislav
-Marvento, haz vuelto bastante rápido - La bestia se levantó en tres de sus extremidades como si de un trípode se tratara. Entonces liberó a Kuro de una de las mandíbulas que tenía su cola trasera principal, sus tentáculos se desenrollaron de él
-¿P-Padre? - las puñaladas de su torso se regeneraron casi inmediatamente - ¡Tengo miedo, Papá! ¿Tú enviaste a esta bestia a por mí? - las demás heridas superficiales también se curaron
-Kuro... ¿a dónde te habías marchado? no recuerdo habértelo permitido - su mirada era penetrante, y aunque no fuera furiosa, se notaba la presencia negativa
-¡Lo lamento padre!... la curiosidad se apoderó por completo de mi... abandoné la reunión sin un permiso tuyo. Pero fue porque, aunque lo intenté, no respondiste a mi petición, dejaste mi pregunta ignorada como a una piedra la rodea el río
Vladislav se acercó al lentamente, la presión que emitía su aura era abrumadora
-Kuro... no contradigas lo que yo mencione... esta vez lo dejare pasar, el daño que te hizo el marvento ya fue reprensión suficiente
-¿Mar... marvento?... - Kuro volteo a detrás de sí mismo, viendo una bestia enorme, nunca había visto una criatura tan grande. El techo del lugar medía casi setenta metros, y el animal debía estar agachado
Un marvento es una criatura similar a un águila arpía gigantesca, teniendo pequeños tentáculos en lugar de plumas. Estos se pueden estirar y crear órganos faciales al borde de estos. Pueden vivir en tierra, volar al aire y moverse muy rápidamente por agua. Son depredadores natos
-Sabía sobre el daño que te sucedería, era otra prueba sobre tu capacidad, y la haz sobrepasado con honores - le tendió su mano para alzarlo - con orgullo te seguiré nombrando hijo mío
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El Angel del Caos (precuela)
Fantasyuna precuela para el libro que ya hice (lo baje) del angel del caos