TRECE - ACTUALIDAD

3 1 0
                                    

Steven responde con escepticismo frente a las palabras de Agnes. La verdad es que no se fiaba ni un pelo de nadie. Pero al final su beneficio propio le hacia tener que cooperar con el resto de demonios.

—¿Otra manera? ¿De qué estás hablando, Agnes? La orden de nuestro señor es clara, debemos capturar al niño nephilim y corromperlo para que se una a nuestro bando. No hay lugar para la duda ni para la misericordia—argumentó con cara de pocos amigos el demonio.

Agnes responde con determinación.

—Pero si matas al ángel guardián de Aba, sólo agravarás la situación. Debemos encontrar una manera de convencerla para que entregue al niño de buena voluntad.

Steven responde con sarcasmo.

La verdad es que lo que ocurría era que en el fondo Agnes no quería ver morir a Ilay.

—¿Convencerla? ¿Acaso crees que somos vendedores de enciclopedias? Aba es una creyente devota de Dios, no va a entregar a su hijo al bando del mal tan fácilmente...—atacó Georgia con malhumor.

Agnes responde con confianza.

—Pero tenemos una ventaja, Steven. Ella no sabe que somos demonios. Si logramos engañarla, podríamos obtener lo que queremos sin tener que recurrir a la violencia...—sonrío.

Steven frunce el ceño y se cruza de brazos.

—Está bien, Agnes. Escucharé tu plan. Pero no esperes que me rinda sin luchar si esto falla.

— Escuchad, Steven, Georgia, es hora de actuar. Debemos organizar a todos los demonios de la ciudad y comenzar una guerra contra los humanos. Debemos sembrar el caos, la maldad triunfara en la ciudad...—argumentó con perspicacia.

— ¿Por qué? ¿Qué ganaremos con esto?

— Si llamamos la atención de los ángeles, y hacemos que luchen contra nosotros, podremos aprovechar el caos para robar al bebé. Una vez que tengamos al hijo de Aba y Archie, podremos tenerlo a nuestro lado y usarlo en nuestra lucha contra los ángeles.

— Pero, ¿no es esto muy arriesgado?—pregunta Georgia con desconfianza.

— Claro que es arriesgado, pero ¿qué otra opción tenemos? Si queremos tener éxito, debemos actuar ahora. Y tú, Georgia, tienes que convencer a tus demonios para que se unan a nuestra causa.

— Bien, supongo que no tenemos otra opción. Vamos a hacerlo...—soltó Steven con poco humor.

(***)

Pronto, la ciudad de Black Sea se sume en el caos. Los humanos comienzan a temer por sus vidas y muchos huyen de la ciudad. La ciudad de Black Sea se ha convertido en un lugar aterrador debido al aumento de la violencia y la maldad que ha invadido sus calles. La gente camina con miedo, temerosa de ser víctima de los numerosos robos y asaltos que ocurren a plena luz del día. Los callejones oscuros se han convertido en refugio para pandillas de criminales que no temen en desatar su violencia contra cualquier persona que se cruce en su camino.

Los violadores y asesinos acechan a las mujeres y los niños en cada esquina. La gente ha perdido la esperanza de un futuro mejor y se ha acostumbrado a vivir en un estado de constante temor e incertidumbre. La corrupción se ha extendido en todos los ámbitos de la ciudad, desde la policía hasta los políticos, quienes parecen estar más interesados en llenarse los bolsillos que en proteger a los ciudadanos.

Las calles están llenas de drogadictos y alcohólicos, que buscan una manera de escapar de la realidad que los rodea. Los edificios están abandonados y las casas están en ruinas, como si la ciudad misma estuviera en un estado de desesperación y abandono.

En este contexto, los demonios han encontrado un lugar fértil para sembrar el caos y la maldad. Han reunido a sus fuerzas y han comenzado una guerra contra los humanos, a los que consideran inferiores y débiles. Han establecido su presencia en la ciudad y han comenzado a planear el secuestro del hijo de Aba y Archie, aprovechando el caos y la confusión que reina en Black Sea.

Hechos de fuego y luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora