08. Inseguridad y amor

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Dicen que antes de pelear debes dejar que la otra persona te dé el primer golpe, así sabrás si debes retirarte o golpear más fuerte.

Algo que Magnífico había aprendido muy bien.

En una historia convencional, Magnífico hubiera considerado usar el libro maldito para combatir la magia que sintió que amenazaba a su reino. Pero no estamos en una historia convencional.

Ha aprendido de la vida, y ese libro no se tocaría hasta el fin de los tiempos. Tampoco sabía a qué tipo de magia se enfrentaría, talvez era una tan débil que hasta un aprendiz que aún no existe lograría vencer, y en caso de ser más poderoso que él a lo mejor el libro se volvería una opción.

Hasta entonces, no hizo más que investigar en sus libros algo que le diera una respuesta clara y concisa.

Pasaron los minutos que se volvieron horas. Tres horas, seis. Nada aún.

La desesperación se empezaba a apoderar de él, apenas manteniendo la calma. Un ataque de ira llegó haciendo que arrojará todos los libros por sin ningún lado, llegando a quemar algunos.

Siguió arrojando todos los por los alrededores, molesto por no encontrar las respuestas que quería, no encontrar ni siquiera una. No solo fueron los libros, fueron los frascos, las herramientas todo lo arrojaba eufórico.

Empezó a jalar su cabello desesperado mirando a sus alrededores, la magia roja había vuelto, un pequeño huracán con destellos rojos.

Sus ojos desorbitados, sangre ardiendo, parado como estatua en medio de ese huracán.

—¡NO HAY NADA EN ESTOS INUTILES LIBROS!— exclamó con la mirada perdida —¡NECESITO SABER A QUE ME ENFRENTO ANTES DE PODER ATACAR! ¡NO PUEDO IR A UNA GUERRA SIN ARMAS! ¡EL REINO ENTERO PELIGRA Y EN CUALQUIER MOMENTO LA MAGIA PODRÍA HACERME UNA MALA JUGADA! ¡NO PUEDO PERDER LO QUE YA TENGO! ¡DEBE HABER ALGO! ¡ALGUNA FORMA, UNA MAGIA QUE IGNORO, UNA COSA! ¡NO PUEDO ESPERAR A QUE UNA ESTRELLA VENGA Y...— las cosas se detuvieron, su mirada cayó en cuenta, la respuesta estaba frente a él —Una estrella...

El peso de los objetos volvió a tener relevancia y cayeron todos al mismo tiempo causando un enorme ruido, Magnífico dibujó una sonrisa en su rostro, una sonrisa de alivio.

Tras un movimiento de manos un libro en específico se acercó a él, uno que llevaba tiempo que no habría por sentimentalismo.

"Las estrellas son muy importantes en muchas culturas, guía a los marineros, ayuda a crear un mapa en los cielos y para algunos transmiten esperanza. No son seres vivos, son solo esferas de polvo y plasma que no hace mucho y al mismo tiempo nada en el universo.

Sin embargo, existe una antigua leyenda que dice que las estrellas pueden bajar a la tierra. Y lo hicieron en los principios de la humanidad, adquiriendo forma física para proteger a los humanos de su luz —ya que podrían dejarlos ciegos—, tenían unas características específicas como una sensación de tranquilidad y esperanza al lado de cualquier humano, tener un encanto natural y ser muy MUY CAÓTICAS.

Eran traviesas, sentimentales y poderosas. Una emoción muy fuerte podría hacerlas desprender un brillo cegador. Eran fácilmente manipulables y moldeables. Sabían diferenciar el bien del mal pero eran tan ingenuas que podían llegar a hacer cosas horribles si alguien era lo suficientemente astuto para manipularlas.

Tenían carácter si, pero no solían demostrarlo. Aunque al saber que estaban siendo manipuladas sabían irse a la primera, algo que muchos humanos no hacen.

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⏰ Última actualización: Jun 14 ⏰

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