— Miren quién está de vuelta — dijo con una sonrisa incómoda. Las palabras se atascaron en mi garganta mientras intentaba procesar la realidad de su presencia.
No podía creer que Yone estuviese ahí, parado como si nada, mirándome con cierta expresión como si esperase algo de mí, algo bueno, algún tipo de nostálgica respuesta.
No me creerían si les dijera que, desde su llegada exacta, fue como un presagio de que ese día sería un desastre.
No era lo que esperaba, y mi mente seguía anhelando al hombre que solo había aparecido una vez en mi vida. Las emociones se mezclaron en un torbellino, pero, como siempre, me esforcé por mantener la calma exterior.
Mi mirada seguía un tanto perdida intentando conectar con alguna emoción que me hiciera poder reaccionar ante lo que estaba sucediendo, pero no encontré ninguna porque antes de poder decir cualquier cosa, Yone me interrumpió.
— Sé qué es un tanto extraño volver así de la nada, después de todo lo que pasó.
— ¿Después de todo lo que pasó? — primera vez en el día que hablaba, pero aquello me había hecho enojar. No es como que hubiese sido algo pequeño lo que había pasado, fue algo que me había afectado y que hasta el día de hoy seguía haciéndolo.
— Sé que hice mal, lo entiendo — se acercó al mostrador extendiendo las manos como intentando que yo tomase la suya o algo similar — Pero vengo arrepentido, lo juro. En serio no pensé que lo que dije terminaría causando tanto problema.
Hace un tiempo, yo solía salir con Yone. Lo había conocido durante mi último año de universidad en un curso que había tomado sobre administración. Él había sido como un rayo de luz que cayó sobre un pozo de tristeza y miedo y dejó salir aquello para ser reemplazado por cosas buenas. Había sido una linda relación, No sé que tan larga haya sido, pero definitivamente fue muy intensa. Yone no era el primer hombre que me gustaba, después de todo supe que era gay desde que tenía 12 años, pero si fue el primer hombre con el que experimenté seriamente todo tipo de cosas.
Le di mi confianza, mi amor y mi cariño, y todo lo que recibí de vuelta fue una puñalada por la espalda cuando fue detrás de mi y le contó a mi mejor amigo, las cosas que yo le había dicho personalmente solo a él.
Pensando que Ezreal con la bocaza que tenía no me diría nada a mi, puff.
— Pensaste mal.
— Phel — ahí estaba, ese muerto apodo que hace poco le había oído a Sett, me había gustado mucho mas de su boca que de la de Yone — Sabes que nunca te desearía ningún mal, enserio. Todos estos meses te he echado mucho de menos, y sé que en el fondo tú también.
Aquello era relativamente una verdad. Los primeros meses habían sido horribles, deprimentes, tristes, no había forma de que comiera algo o hiciera más que estar en la florería o en el invernadero detrás de casa, jugueteando con mis flores favoritas mientras recordaba con ahínco todas las veces que había estado en ese lugar con Yone, quien además había cortado de raíz conmigo luego de lo que me había dicho Ezreal.
— Quiero que hablemos al respecto, y quiero disculparme de corazón contigo, nunca quise hacerte sentir mal. Aún te amo, solo quiero lo mejor para ti, sabes que en ese momento no estabas bien y necesitabas que alguien a tu alrededor lo supiera.
Y ahí estaba, la excusa a lo que había hecho diciendo que era necesario. No era una disculpa sin más, el seguía pensando que lo que hizo había estado bien.
— Debes irte — fue todo lo que pude decirle.
— Por favor, Phel.
— No me digas así.
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Brotes de Amor - SettxAphelios
FanfictionMe gustaba mi tranquila vida. Ciertamente era tranquila, quieta igual que yo. Existía en este mundo junto a mi hermana y su gatita y no necesitaba de nadie más. Trabajábamos en la florería que mi difunta madre había dejado a su nombre y solo los 14...