Harry Potter y el secreto de Magia

Capitulo 2

El grito sobresaltó al niño que comenzó a gritar de terror, arruinando los oídos de Milo que se estremeció de dolor. Los dos caballeros dorados vieron reaparecer el aura serpentina, más agresiva que antes. Sin embargo, en lugar de atacar a Milo, solo se abalanzó sobre Deathmask y lo impulsó hacia la parte trasera de su casa. Milo aceleró hacia la salida cuando el Caballero de Cáncer aterrizó ágilmente sobre sus pies y vio con furia las reformas a su hermosa casa. Milo, desde el umbral, escuchó un aullido de horror mezclado con rabia mientras el pequeño parecía haberse calmado. Muy sorprendido, se dio la vuelta y se echó a reír al ver los daños. Ahora había animales de peluche. Ni un solo rostro de la casa había escapado a esta extraña metamorfosis, todos se habían convertido en hocicos rellenos y todos tarareaban alegremente "así que haz, haz, haz". Deathmask se giró hacia Milo y vio que el bebé lo miraba con una gran sonrisa y entendió. Fue ese mocoso quien lo hizo. Enfurecido, gritó:

-Seki Shi Ki Meikai Ha!

Sin embargo, antes de que pudiera lanzar su ataque, recibió dos de los catorce golpes de la Aguja Escarlata de Milo. El dolor le impidió continuar y permitió que el Escorpión se escabullera para unirse a la casa del León bajo los gritos del pequeño que había sido aterrorizado por el Cáncer. Cuando llegó al dominio de Aioria, el pequeño seguía llorando pero ya no lloraba. El Caballero Dorado del León se hizo a un lado para dejar pasar a Milo con su pasajero mojado. Se preguntó si era este camarón el que había desencadenado este cosmos antes y en la casa de Cáncer. Se encogió de hombros y fue a unirse a la casa de su vecino de abajo para entender por qué el Caballero del Escorpión se reía así. Cuando vio el daño,

Un poco más adelante, Milo estaba frente a la casa de la Virgen con un niño llorando que no paraba de llorar, a pesar de que lo mecía para calmarlo. Ya no sabía qué hacer y trató de encontrar una idea entrando en la sexta casa. Tan pronto como estuvo adentro, supo que Shaka estaba actuando mal. Ya no había paredes ni columnas, sino un hermoso jardín con un olor dulce que calmaba los sentidos. A pesar de ello, el pequeño seguía llorando, ni siquiera las ondas de un cosmos tranquilizador lograban calmarlo. Entonces Milo vio que el tranquilo Shaka dejaba su posición de loto y se acercaba a ellos. Con delicadeza tomó al niño en sus brazos y, sorprendiendo a Milo, le abrió los ojos. Vio a un niño pequeño aterrorizado y perdido en un mundo que no conocía, lejos de su familia, lejos de sus padres, lejos de todo. Con una ternura que nunca antes había mostrado, acarició el cabello negro del niño y susurró suavemente:

- ¡Shh! Se acabó. Él no vendrá a lastimarte más. Está lejos y te protegeremos.

Como si entendiera lo que decía el caballero, el niño poco a poco dejó de llorar y, después de dos o tres resfriados, levantó la cabeza y Shaka se encontró con unos ojos de un extraño color esmeralda. Este niño sería hermoso cuando fuera mayor. El pequeño lo miró con las pupilas dilatadas, no por miedo, sino por...

"Es miope como un topo, este pequeño ", susurró Shaka en voz baja.

-Cómo ? El no ve?

- No puede ver nada.

-No puede convertirse en caballero si no puede ver nada.

-En él hay una fuerza tan antigua como el mundo, podemos estimular esta fuerza y ​​empujarla para que repare su vista.

-Es posible ?

-Vamos a ver.

Shaka bajó al niño y los dos caballeros lo rodearon con un poderoso cosmo. Estos dos cosmos provocaron que la magia de Harry reparara los ojos jóvenes del niño. Por primera vez en su vida, Harry no vio nublado, sino perfectamente claro. Pió , feliz como nada , y frente a los dos caballeros dorados, logró ponerse de pie y decidió volver a los brazos de Milo. El Caballero Escorpión se agachó cuando el bebé se acercó a él para zambullirse en sus brazos. Acababa de dar sus primeros pasos y no habían sido sus padres quienes lo habían presenciado. Milo se levantó y le dijo a su colega de la Virgen: