Harry Potter y el secreto de Magia

capitulo 16

El Templo del Escorpión fue despertado por un aullido estridente. Milo entró en la habitación de su aprendiz y vio a Harry agarrando su animal de peluche contra él, con los ojos desorbitados. El Caballero Escorpión preguntó:

-¿Qué sucede, Harry?

-Regresó.

-¿Quién, Harry? ¿Quién volvió?

-¡Hades! Hades acaba de despertar.

Milo palideció y luego se puso en contacto con todos los Caballeros Dorados, así como con Atenea, y les advirtió que el Emperador del Inframundo acababa de despertar, él y sus ciento ocho espectros. Todos sabían lo que iba a pasar. Pensaron que tenían tiempo para organizarse, pero ya los esbirros de Hades estaban frente a la casa de Aries. Mu se enfrentó a seis espectros. Se asombró cuando vio frente a él, Death Mask, Shura, Camus, Aphrodite y Shion, el ex Gran Papa y el ex Caballero Dorado de Aries. La lucha comenzó con violencia. Milo le había ordenado a Harry que se quedara en el apartamento. El niño quería ayudar, pero Magia le dijo:

- Espera Harry, tu papel comenzará pronto. Paciencia !

- No puedo. Él va a ser asesinado.

-Sí ! E irá al infierno para derrotar a Hades. Pero al hacer esto, liberarán a los magos. ¡Puedes cambiar las cosas!

-Cómo ?

-Servirás como pilar y traerás de vuelta el inframundo. Hablaré con Hades para calmarlo.

-Bien.

-Por supuesto que puedes resucitar a los muertos.

-Cómo ?

-Cuando estés en el infierno, porque allí bajarás, servirás de faro para las almas de los caballeros de plata, los marinos, los guerreros divinos, el Gran Papa y los espectros que serán asesinados.

- Bueno Magia.

-Perfecto. Ahora vas a aprender un hechizo de mago.

-Cual ?

-Lumos Solem. Este hechizo crea una bola que tiene la misma luminosidad que el sol en su cenit.

-Ahora ?

-Sí !

-Como hago ?

-Apuntarás tu brazo hacia el lugar que quieres iluminar y te concentrarás para crear luz. Avanzar.

Mientras en las casas era guerra, en el templo del Escorpión era noche de discoteca. Hubo destellos de luz, cada vez más violentos, pero aún no suficientes para la diosa. Si el hechizo fallaba, los Caballeros Dorados se perderían y Harry volaría una manguera. Cuando terminó la noche y las doce horas y , cuando los Bronces partieron para darle a Athena su Kamui, el Templo del Escorpión parecía contener el sol. Unos segundos antes de desaparecer, Shion vio esta luz pero no tuvo tiempo de informarle a Dohko al respecto. Harry estaba ahora solo. No había ninguno. Caminó hasta el centro de la sala del peristilo y convocó a su armadura. Llegó la caja de pandora y el niño susurró:

-Sé que aún no estoy listo para convertirme en un caballero dorado, pero necesito tu ayuda. Tengo que ir al infierno para evitar que los magos regresen y destruyan el mundo.

La armadura salió de su caja y cubrió al niño. Harry apoyó la frente contra la lanza y sintió una lágrima rodar por su mejilla. De repente trazó un arco en el espacio y dijo, empujando su cosmo:

- ¡Que se abra ante mí la decimotercera puerta del infierno!

Apareció una puerta y Harry, después de un profundo suspiro, la atravesó. Cuando llegó al Infierno, todos los espectros y los caballeros dorados sintieron su llegada. Milo se puso completamente pálido, pero no pudo unirse a su aprendiz. Su destino ahora estaba sellado, su aprendiz iba a morir cuando solo tenía siete años. Solo que, cuando pensaba que su cosmo iba a desaparecer, este último explotó con una violencia increíble , amenazando a cualquiera que quisiera acercarse a él. Su control lo rodeó, protegiéndolo de la muerte ya que aún no había alcanzado el octavo sentido, ni el séptimo para el caso. Todos sabían a dónde iba, se dirigía hacia Giudecca como todos los demás caballeros dorados. Sin embargo, lo que nadie sabía era que el niño no estaba solo Las almas lo siguieron porque, para ellos brilló como un faro en medio de una tormenta. Cuando ya no quedaban almas de guerreros, hizo desaparecer su poder, pero manteniendo su protección a su alrededor. Milo sintió que las lágrimas rodaban por sus mejillas al pensar que acababa de perder a su aprendiz. Mientras todos peleaban, dos guerreros corrían uno detrás del otro. Kanon de Géminis se apresuraba a unirse a Giudecca y Rhadamanthus de Wyvern lo perseguía. Este último se detuvo en seco cuando vio frente a él un caballero dorado rodeado de almas. Caballeros, marinas, guerreros divinos y espectros. El Juez del Infierno quiso atacarlo, pero Harry tranquilamente le dijo en perfecto inglés: