En los días de Hogwarts, antes de que Tom Riddle se sumergiera en las sombras oscuras, había una chispa diferente en su vida. Una chica, Emily, una estudiante brillante y decidida, capturó su atención. Sus encuentros en la biblioteca se convirtieron en momentos preciosos. Tom, fascinado por su inteligencia y valentía, encontró en Emily una luz en su oscura búsqueda de conocimiento y poder.A pesar de sus diferencias, sus corazones se conectaron en conversaciones secretas y descubrimientos compartidos. Emily vio en Tom algo más allá de la fachada fría y calculadora que mostraba al mundo. Ella creía en su potencial para ser algo más que un mago ambicioso y sin escrúpulos.
A medida que los años en Hogwarts pasaban, Tom se enfrentaba a elecciones difíciles. La seducción del poder oscuro llamaba a su puerta, pero el amor por Emily se interponía en sus decisiones. Sin embargo, la influencia maligna ya se había arraigado en su ser, oscureciendo sus sueños y ambiciones.
A pesar de los esfuerzos de Emily por mantenerlo alejado de la oscuridad, la atracción de Tom hacia el lado tenebroso se volvía cada vez más fuerte. Finalmente, en un momento de revelación, Tom se apartó de Emily, temiendo arrastrarla a su mundo sombrío. La despedida fue amarga, con corazones rotos y promesas rotas.
Con el tiempo, Tom Riddle se sumergió por completo en las tinieblas, olvidando a Emily pero llevando siempre consigo el recuerdo de aquel amor que alguna vez lo hizo dudar de su destino oscuro. Emily, por su parte, siguió adelante con su vida, manteniendo en su corazón la esperanza de que algún día, en algún lugar, el Tom que amó encontraría el camino de regreso hacia la luz.