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Liz estaba realmente furiosa viendo al demonio que tenía delante de ella y al "sacerdote" que lo había invocado. Claramente sabía que era muy débil, pero no estaba furiosa por el demonio, si no que estaba molesta por todas las mujeres asesinadas en ese pueblo por culpa de ese maldito y por sus familiares que no hicieron nada por evitar esos fatídicos finales

Liz: me daba una idea de la situación. Pero me da rabia que hasta sus propios padres hicieron ese acto tan cruel.... ¿Hasta cuándo estarás satisfecho? Sacerdote oscuro Garbel

El sacerdote río de manera nada buena

Garbel: veo que aún recuerdas quien soy, me alegra que mi vieja amiga no se haya olvidado de ese nombre

Liz: ¿Cómo mo olvidaría el nombre del maldito que convirtió en arcángeles a mis hermanos solo por poder maldito?

Garbel: ¡Oh! ¿Cómo se encuentran ellos? Me imagino que el cielo es algo abrumador para ellos

Liz río de manera desquiciada

Liz: ellos ya no están en el cielo, se convirtieron en arcángeles caídos. Sus alas ya no son plumas blancas brillantes, son de un hermoso color oscuro que ocultar el brillo del sol a su paso. Dime, ¿Creías que por convertirlos en arcángeles no podría tener poder sobre ellos? Yo soy una de las oscuras más fuertes del purgatorio, un sacerdote como tú no es rival para mí

Garbel río de manera arrogante y le quitó las cadenas al demonio

Garbel: lamentablemente para tí, este demonio es mucho más poderoso que yo....te deseo suerte en tu otra vida

El demonio salió disparado con las garras listas para despedazar a Liz, pero no sucedió, el demonio había sido partido por la mitad de un solo tajo dejando boquiabierto a Garbel

Garbel: imposible...... ¡Era un demonio superior traído de las profundidades del abismo! ¡Cómo una mocosa como tú pudo asesinarlo tan fácilmente!

Liz: acaso ya olvidaste que un demonio superior sigue estando muy por debajo de mí.... ¡Yo soy una demonoide!

Liz arremetió con fuerza en contra de Garbel, cada golpe hacia crugir los huesos y despedazaba el aire. Su cuchillo se sentía tan filoso, que pensaba que podría cortar incluso el espacio mismo, cuando por fin le dio el golpe de gracia, sintió voló cerca de ella estaba alguien que la observaba y luego desaparecía

Liz: al fin te encontré, ahora debo tener el sacrificio para obtener lo que es mío

Liz dió la orden de que los demás se fueran a excepción de Yael, el cuál estaba confundido por eso y tenía curiosidad e saber que era o que estaba ocurriendo

Yael: ¿Que ocurre hermanita?

Liz solo se dió media vuelta y después le dió un golpe a Yael en la nariz tumbándolo y dejándolo en shock, para después ponerse de pie.

Yael no lo podía creer, sus ojos se humedecieron de golpe mientras lágrimas comenzaban a invadir sus mejillas. Delante de él, Liz observaba todo con irritación y apretaba con fuerza el cuchillo que tenía en la mano

Liz: ¡Por eso me quiero ir, solo eres una carga para mí. No puedes hacer nada bien por cuenta propia y esperas a que los demás vayan a rescatarte cada vez que tú te equivocas en las misiones, estoy harta!

Yael lloraba con más fuerza

Yael: por favor Liz...

Pero no pudo terminar de hablar debido a que Liz lo había apuñalado

Liz: ¡Cállate! Por tu culpa yo no me puedo divertir, por qué a pesar de ser el mayor tengo que estar cuidándote como si fueras un maldito bebé, ¡No pienso seguir así!

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