Idilio

Reto

—Como vas con Naruto?—. Iruka presentaba los informes de todos los acólitos dividos por excelencia.Se detuvo en el informe de Naruto, que aunque este ya tenía muy buenas calificaciones en todo, asombrosamente tenía aún mejores notas en todo. —Muy bien por lo que veo.

—Todo esta idea ha dado frutos, si lo mantengo constantemente dándole la atención que tanto quiere, hará todo lo que digo-. Dijo Kakashi mientras analizaba detalladamente el reporte de este.

—Si, las evidencias lo demuestran.

—De todas mis armas el es mi favorita-.

—No creo haga falta que te lo diga pero ¿Has pensado como se sentiría si descubre todo esto?

—Le doy lo que tanto quiere para que se comporte como debe. No puedo sentir nada y este niño pretende tener mi reconocimiento—. Se froto la cien con su dedo mientras respiraba profundamente. —Pero no le parece suficiente que lo reconozca como maestro. Quiere que lo reconozca como pareja-.

—No se que tan bien salga todo esto-. Iruka tomó asiento al frente de su escritorio. —Los demás no pueden enterarse. Todos saben que tienes preferencia por el, pero no de que tipo—.

—Sabes que nunca sucederá.

—Me retiro por hoy, tengo que descansar.

Vio cómo se iba el contrario y bajo la mirada a las notas de su acolito. —Es un beneficio mutuo.

Pasaron unas cuantas horas y camino hasta su habitación, se quitó su uniforme y se metió a la ducha. Tenía muchas cosas en que pensar, cómo lograría ocultar a Sasuke, nadie que viniera de otro lado se creería un cuento tan sencillo como que lo obtuvo como a los demás, era un proceso que requería demasiado tiempo. Por otro lado Uzumaki, ese niño, ahora que lo mantenía bajo control todo estaba bien, por lo menos hasta que durara todo esto. Luego ¿Que iba a hacer después? —Maldita sea. Iruka tenía razón.

—Hola Maestro.

—PERO QUE DEMONIOS HACES AQUÍ?— decía mientras sostenía la toalla en su cintura y veía como Naruto lo esperaba sentado en su cuarto.

—Por un momento pensé en pasar tiempo juntos.

—No. No podemos, tienes cosas que hacer.

—No es así.

—¿Hiciste tu guardia?

—Si.

—Terminaste tu clase?

—Si

—Afilaste tu armas?

—Hice todo lo que tenía para pasar todo un día contigo.

Kakashi respiro y dio vuelta al baño para colocarse unos pantalones, secar su cabello con la toalla. Se miró al espejo y arregló un poco su cabello. Salió de allí con su torso descubierto y se sentó en su escritorio. —Leerás un libro.

—Que?

—Lo harás.

—No quiero, sabes que no me gusta.

—Lo escogí para ti y tiene dibujos. Seguro te gustará. Además, es corto te tomará una hora o dos terminarlo.

—Bien.

Lo abrió, y era cierto este tenía muchos dibujos. Solo le bastó un par de minutos antes de sumirse en la lectura. Hasta que por fin pudo terminarlo. —Al fin.

—Te tardaste más de lo habitual—. Dijo —Y bien? Que te pareció?

—Horrible.

Kakashi esbozó una sonrisa como si hubiese esperado esa respuesta. —Ami también.

—Entonces por que me obligaste a leerlo?

—Por que el protagonista me recuerda a ti.

—Me siento ofendido

—Confía tanto en si mismo que subestimó a los demás y ese camino lo llevó a la perdición—. Dijo —Deberías aprender a no confiar tanto.

—Pff—. El rubio se levantó hasta la ventana de este. —Kakashi ven a ver esto.

—Me faltan unas hojas para terminar, luego te acompañaré en tu ocio.

—Ya deja ese libro aburrido y ven tienes que ver esto.

—Que quieres que vea con tanta insistencia?

—Que lindas se ven las estrellas.

—No sabia que te emocionaban estas cosas.

—Maestro yo... Me he comportado al margen, de hecho el Maestro Iruka me felicito, me dijo que han sido las mejores notas de toda la academia, incluso las mejores de todo Konoha.

—Si tienes razon—. Dijo Kakashi viendo fijamente los azules ojos del contrario. —Asi que quieres tu recompensa, no es así?

—Por favor—. Dijo casi en un suspiro.

—Bien—. Kakashi apretó los dientes, tenia que hacerlo. Tenia que darle lo que tanto quería tal y como se lo prometió. Tomo las mejillas de este notando como se tornaban rojas, y unió sus labios en un beso. El rubio tardo segundos en reaccionar, como si no lo hubiese esperado. Torpemente trato de aferrarse a el. pero Kakashi ya lo habia separado. —Pasa algo?

—No—. Desvio su rostro apenado.

—Si sigues asi te dare uno mas largo.

—Haria lo que fuera por esto, lo juro.

—Me alegra escuchar eso.

—¿Algun dia podremos tener sexo?

A Kakashi le ofendió la pregunta. —Uzumaki, yo no puedo tener sexo. Deje de sentir muchas cosas, creí habértelo dicho.

—Si algún día te provoco una erección, ¿Podremos tener sexo?

—Lo dudo, suerte con eso.

—Lo hare.

—No pienses que soy un tipo de reto, o una mujer difícil. Soy hombre, incluso mas hombre que tú.

—Lo se, por eso serás tu el que me penetre.

—¿Tanto lo deseas?— Cuestiono el mayor mientras se dirigia a su cama. —Dudo que pueda satisfacer esas hormonas locas de adolescente.

—Mi corazón solo late por ti, maestro—. Lo siguió quedándose de pie junto a su cama. —¿Dormiremos juntos?

—Ni lo pienses—. Dijo mientras cerraba sus ojos. —Puedes dormir a mis pies si eso deseas.

—Mhm—. Se cruzo de brazos pero al final acepto. Fue al baño por unos minutos a vaciar su vejiga pero al regresar su maestro ya se había quedado dormido y este ocupo el espacio donde este dormiría. —Maldición—. Dijo en susurro tratando de acostarse a su lado en silencio tratando de no tocarlo en lo mas mínimo. Lo tenia tan cerca pero a la vez tan lejos. Su torso perfecto y su abdomen marcado hacia que su temperatura se elevara. Daria lo que fuera por tocarlo, por sentirlo, y que lo hiciera suyo tantas veces como el deseara. Opto por cerrar los ojos aunque no quisiera y cubrirse completamente con la manta. Estaría complicado dormir con esa erección.

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—¡¿Pero que?!— Grito Kakashi al ver que estaba a su lado. —¡Te dije que dormirías a mis pies!

Naruto se sobresalto, estaba asustado. —Fui al baño y cuando vine habías ocupado ese lugar.

El mayor frunció el ceño. —Eres una mala mascota

—Y tu un pésimo amo...

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Un pésimo amo.