Idilio

Protector

La pequeña chispa se encendio, devolviendole la ilusion, mas este prefirió tratar de disimular su atracción, no queria arruinarlo mas de lo que ya estaba.
Termino de ducharse, y se coloco su uniforme a su estilo, despues de todo, lucia bastante bien.

-Kakashi-. Tomo asiento, no sin antes pensar en aquel beso, haciendo que su mejillas se tornaran rojas.

Ninguno de sus acolitos lo llamaba así, cosa que le gustaba. Y por eso solo a el le permitia aquellas informalidades.

-Debes ir al pueblo a traer unas cosas- Señalo una lista, a lo cual el rubio examino.

-¿Es enserio?- Fruncio el ceño, cruzandose de brazos. -¿Cuando me daras misiones de verdad?-

-Cuando yo lo considere oportuno-.

Naruto molesto, se dio media vuelta.

-No he dicho que te retires, mocoso-.

-¿Deseas algo mas?- Dijo con sarcasmo.

-No iras vestido asi, cubrete. Hace mucho frio-. Le dijo, aventandole una de las camisas de respuesto para sus acolitos.

-Me siento bien asi, gracias-.

Se puso de pie, acercandose a el.

-Me tomaras por la fuerza-. Dijo casi en un susurro. -Otra vez-

Sabia como sacar al mayor de sus cabales.

-Es una orden Naruto- Suspiro. -Te resfriaras-

-Esta bien, la usare- Mascullo. Por un momento estaba casi se cerca de que se pudiera repetir ese beso pero un comentario lo saco de sus pensamientos.

-¿Uzumaki, quieres algo mas?- Invadio su espacio personal.

-No, ya me voy-.

-Ah, y por cierto-. Agrego -Hable con Neji, respecto a sus actos, no quiero que se vuelva repetir-.

-Solo fue un beso, Maestro. No significa nada- Sonrio ladino. -¿Tambien me reprenderas cuando tenga sexo? Creo que soy lo suficientemente maduro. Y tu mejor...- dejo un aire de suspenso saliendo de la habitacion. -Alumno-.

Naruto tenía razon, estaba por cumplir veintidós años, y siempre actuó distinto a los demas su manera de seguir las reglas o no seguirlas siempre le habia intrigado. Mas no lo cuestionaba, despues de todos era su mejor alumno.

"Ese niño, como puede darme tantos dolores de cabeza" Pensó, lo doblegaba en edad y de eso estaba claro. No podia dejar que un mocoso desordenara sus pensamientos, asi que decidio tratar de actuar como tal, aunque en el fondo, queria descifrarlo, una vez por todas.

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"¿Acaso se preocupa por mi?" Pensó. Mirando la camisa que le habia dado. Opto por ponersela y tenia razon, hacia frío allá fuera.

Y emprendio su viaje a una aldea no tan cercana. Tuvo que saltar entre los arboles para apurar su paso, no sin antes ocultar su identidad, no podian saber que el pertenecia a la orden de Kakashi por motivos del consejo, algunos no estaban de acuerdo con las decisiones que el peliblanco tomaba, poniendo en riesgo a sus acolitos. Sin embargo ellos sabian que debian hacer en todo momento.

-Hola?- Llego a una especie de casa muy pintoresca para su gusto. Tenia hierbas, frutas muy raras, y comida de todo tipo. Aun no podia que creer que Zed lo reclutara para estas cosas, pero ese era su trabajo, su voluntad es mi deber.

-Hola, chico-. Una señora de edad se hizo presente dedicandole una sonrisa, a lo cual el hizo mismo. Despues de todo, la apariencia de Naruto inspiraba confianza.
-¿Que puedo hacer por ti?-.