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Capitulo 13

Quackity caminaba hacia su casa mientras repasaba su plan para las elecciones.

Se había despedido de Luzu luego del anuncio de la Federación debido a que el mayor comenzó a tener un fuerte dolor de cabeza. No le dio mucha importancia, y de hecho, lo agradeció. No quería verse obligado a contestar aquella aterradora pregunta que lo agarró desprevenido.

¿Te gustaría ser mi novio?

No, no gracias. No quería cagarla más.

De todas formas, su plan era sencillo -o eso esperaba- : Se postularía, hablaría con la verdad, haría propuestas que sacarían adelante a la isla, e intentaría abrir los ojos de los habitantes.

─ Aunque dudo que me escuchen realmente. ─ Reflexionó mientras revisaba algunas imagenes. ─ No pierdo nada intentándolo.

─── 🌔 ───

Bien, se estaba arrepintiendo enormemente.

A parte de que todos en la isla eran lo bastante estúpidos como para no oírlo, se empeñaron en querer matarlo y descalificarlo de las elecciones. Ya le habían quitado una vida; fue horrible para él, satisfactorio para los demás.

Todos los días era una batalla constante contra los más intensos, Bad y Maxo. Él no podía perder otra vida de esa forma, por lo que siempre daba pelea.
Ahora se encontraba en camino a su casa, a paso lento pues le dolía el cuerpo. Su cabeza palpitaba al igual que sus alas y sentía que pronto caería.

Sintió una mano apoyarse en su hombro, por lo que abrió sus alas y se apartó con rapidez.

─ Quackity.

Oh... Oh.

─ ¿Roier? ¿qué haces aquí? ¿vienes a matarme también? ─ Bufó mientras miraba a otro lado. Intentaba acomodar sus alas en su espalda lastimada cuando Roier acercó sus manos. Quackity no tardó en alejarse. ─ Hey, hey. Con mis alas no.

Roier lo miró por breves segundos antes de volver a acercarse. Tomó con cuidado las alas y las revisó.

─ ¿Te duelen mucho? Te arrancaron muchas plumas. ─ Quackity lo miró sin entender. ─ ¿Tienes con qué tratarlas? Porque en mi casa tengo.

─ Ah, ya veo que quieres hacer. ─ El arácnido lo miró para que siguiera hablando. ─ Quieres llevarme con Cellbit para que me quite mí última vida. No soy tan idiota, Roier. Déjame, no finjas preocupación.

Alejó sus alas con un movimiento que se ganó una mueca dolorosa. Intentando ignorar el dolor en su pierna izquieda, siguió su camino.

Sintió la mano ajena tocar su muñeca e intentó alejarla, pero gracias a su poca fuerza y sus heridas, claramente no resultó.

─ Roier, no quiero pelear ahora. Ya tendrán oportunidad en el debate que sigue. Ahora solo quiero estar solo.

─ Quackity, se que nuestro último encuentro no fue nada agradable, para ninguno de los dos. ─ Suspiró. ─ Estaba molesto porque mi amigo sigue desaparecido y tú lo estas reemplazando, o no se que mierda haces aquí.

─ Uh, yo-

─ Déjame hablar. ─ Hizo una pausa donde vio que efectivamente el híbrido de pato cerraba su boca. ─ De hecho, sigo molesto. No se si él está bien, o siquiera si sigue vivo. ─ Su voz bajó ligeramente. ─ Pero tú estás aquí, y si bien nos has engañado desde que llegaste, el trato que te dan los demás no me parece justo.

Quackity lo miró sorprendido. Se detuvo de hablar cuando vio que el chico frente a él tenía más para decir.

─ Escuché el debate, tus opiniones y propuestas. Noté genuina preocupación detrás tus palabras. ─ Se acercó más al pato, que lo miraba con atención. ─ De todas las propuestas, me parece que la tuya es la más coherente en estos momentos.

Some peace | Quackity [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora