"𝓐𝓭𝓶𝓲𝓻𝓪𝓶𝓮" ʟɪɴᴋ × ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ

4. Temor

La voz de la joven princesa hizo sobresaltar a la muchacha de cabellos rojizos.
Tenía miedo, no sabía el porqué exactamente, pero temía ver a Zelda.

— "____", ¿estás despierta?– detrás de esa puerta gigante, la chica se imaginaba una sonrisa escalofriante de parte de la princesa, quien le estaba picando a la puerta y diciendo que ya era hora de ir a entrenar.

– ¡S-sí! Ahora mismo saldré y me dirigiré a la zona de entrenamiento, sabré ir sola, así que... no hace falta que me esperes, princesa Zelda– la muchacha, mientras hablaba con la rubia a través de la puerta, se iba preparando con su atuendo de viajera.
– ¿Segura? Tal vez vayas a perderte como hiciste ayer... – Zelda hizo una pequeña mueca. Aunque "____" no lo viese, sentía como se estaba mofando en su cara
– Princesa... Le ruego que me deje prepararme o si no llegaré tarde al entrenamiento, no sé sobre lo que me está hablando – ella intentaba evitar a toda costa hablar sobre el tema, a lo que Zelda respondió con un silencio incómodo y se fue alejando de su habitación. La joven muchacha podía escuchar como sus pasos se alejaban, lo que hizo que suspirase aliviada.

No quería verla, no sería lo mismo.
¿Hacernos amigas? ¿Después de esto? No, ya no me siento cómoda. Pensó la chica mientras salía de sus aposentos, después de haberse preparado por completo y haber asegurado de que Zelda no estaba cerca de allí.

Pasaron unos pocos minutos y "____" fue a la parte trasera del castillo. Allí estaba él, se le veía demacrado.
Ella no sabía si dirigirse a él o saludarle, Link se veía muy cansado, tal vez por la cantidad de alcohol que bebió ayer, como si tuviera esa típica resaca del día después.
La joven quería recomendarle al rubio que fuera a descansar, que podían empezar algunas horas después o la mañana siguiente, pero lo que sucedió hizo que se echase hacia atrás y le dio vergüenza.

Al rato de estar unos segundos ahí parada, Link se dio cuenta de su presencia y se intentó incorporar lo mejor que pudo para levantarse. Al principio tropezó un poco y la joven tuvo que ayudarle a sostenerse, rodeando el brazo de su contrario en su nuca. Lo sentó en un banco que estaba en la zona de entrenamiento y le sujetó las manos para que pudiera verla.

– Esto... Link, ¿estás bien? Me preocupa verte tan grave – la chica puso una cara apenada. Finalmente, se había decidido en recomendarle que fuese a descansar, pero el chico levantó una mano, indicándole a ella que no dijera nada más.

– estoy bien, simplemente algo mareado – dijo con una voz suave y seria y se dispuso a mirar al suelo. Realmente, no estaba nada bien. La muchacha seguía insistiendo, sujetándole aún las manos para intentar transmitirle más confianza.
Después de unos minutos escuchando reproches por parte de Link, quien no quería aceptar que estaba mal, acabó desmayándose sobre el hombro de "____", apoyando su cabeza en este. La chica, al verle, pudo notar un leve rubor en sus mejillas, se veía algo tierno, pero no era el momento para pensar estas cosas. Al principio ella pensó que se había quedado dormido, hasta que, después de sacudirle varias veces sin respuesta alguna, se percató de que tal vez se había desmayado, a lo que ella fue corriendo por ayuda, gritando por un médico para que pudiera ayudarle.

El castillo se notaba vacío. Zelda había ido a grabar las tumbas de los difuntos elegidos en memoria a ellos y fue a hacer algunos trámites en la aldea Hatelia. Y sobre los médicos... no había respuesta alguna y ella no entendía el porqué.
La muchacha, con bastante frustración, fue directa de nuevo a la zona de entrenamiento y llevó a Link a caballito, como si fuera un niño pequeño. En verdad, él no pesaba tanto y se hizo fácil el poder llevarlo.
La joven de pelos rojizos buscaba la habitación de Link, pero no la encontraba por ningún lado, lo cual la estresó bastante.
Se agobiaba fácilmente cuando las cosas no le salían bien, ya que luego ella misma se sentía inútil por hacer todo tan mal.

Al cabo de unos minutos, decidió llevarlo a su propia habitación, pues no sabía que más hacer para controlar la situación. 

La chica sujetó a Link y lo acomodó encima de su cama. Él se veía agobiado y con el rostro demasiado rojo. "____" le colocó una mano sobre su frente y se asustó al sentir todo el calor que desprendía su cuerpo.

– ¡por dios! ¡Link, estás ardiendo! – exclamó la muchacha, asustada. – Tengo entendido que el alcohol te deja con resaca el día después, pero no sabía que podía causarte tanta fiebre, a no ser que hayas hecho alguna otra cosa... – ella entrecerró los ojos, acordándose de lo que vio ayer, igualmente, eso no tenía nada que ver, ¿verdad?

– yo... yo solo estuve pasando un rato con Zelda, si no me equivoco, no hicimos nada fuera de lo normal – Link apartó la vista, mirando hacia otro lado y avergonzándose de lo que sucedió ayer. No era la primera vez que tocaba de esa forma a la princesa, si tenía que ser sincero. 

– Link, sé lo que hicisteis tú y Zelda, os vi por los pasillos... – la chica apartó la mirada disgustada, no sentía recelo, pero no fue algo agradable de ver. – yo... siento mucho si en algún momento hice enfadar a la princesa, no sabía que ustedes estaban salie-

– no somos nada de eso – el rubio la cortó, a lo que ella se quedó callada y se dispuso a escucharle. –... Desde que derroté a Ganon, la conocí a ella. Sí, es cierto que tengo recuerdos nublados de antes del cataclismo, pero, no sé qué sentir hacia Zelda – Link suspiraba, como si estuviera cansado. La chica estaba algo sorprendida de que su contrario se expresara sobre ello, recién se habían conocido. – cuando la vi por primera vez después de mi letargo, ella no se despegaba de mí, ¿cómo se esperaba que reaccionara después de salvar a una princesa la cual no recordaba del todo? – apoyó su cabeza sobre su mano y miró a un punto fijo. – tal vez en un pasado nosotros dos tuvimos una relación amorosa, pero no recuerdo nada. Desde entonces, ella lo único que hace es acostarse conmigo pensando que eso hará que yo me enamore de ella de nuevo. – volvió a suspirar y cerró los ojos, aún seguía mareado y dijo todo eso con algo de dificultad. La muchacha estaba asombrada, se sentó encima de su cama, en una esquina, y miró a un punto fijo, al igual que él, intentando procesar toda la información que acaba de recibir.

– yo... no sé qué decirte, lo siento – bajó su mirada, apenada, juntando sus manos. 

– el que debería de disculparse soy yo... lo siento. He desahogado mis frustraciones ante ti y es algo egoísta, ya que recién nos conocimos ayer... Supongo que la fiebre me hace pensar menos y hablar más – Link se incorporó y se levantó de la cama con dificultad, cubriendo su frente con una de sus manos y sintiendo como ardía su frente. Se acercó a la puerta, dispuesto a salir 

– ¡E-espera! – "_____" le agarró del brazo antes de que él saliera. Link se sorprendió un poco y la miró a los ojos, su rostro estaba algo sonrojado, por alguna razón. – me gusta escuchar y ayudar a los demás, agradezco tu sinceridad, quiero que sepas que estaré aquí para lo que necesites, así que... – la chica desvió la mirada, apuntando discretamente a su colchón. – quédate aquí, no estás en buenas condiciones y necesitas ayuda... – ella le miró apenada, agarrando con más fuerza su brazo. 

El rubio notó un pequeño rubor en sus mejillas y dudó si quedarse o no. No iba a pasar nada malo, y, después de todo, ella tenía razón, no estaba en buenas condiciones. Él abrió la boca y miró hacia un lado. 

– e-está bien... gracias por tu ayuda, "_____" – Después de unos segundos, la chica estiró a su contrario encima de su cama y le puso una toallita húmeda en la frente. Le arropó con una suave manta y notó que Link ya iba cerrando los ojos, cayendo dormido por culpa del cansancio. Ella acercó una mano a su rostro y le acarició la mejilla. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro al ver que Link se acurrucó en su mano después de sentir su tacto. 

El sonrojo de la chica se hizo un poco más intenso y se quedó observando al rubio mientras dormía placidamente.

– es bastante tierno. – susurró ella para sí misma. 

(holi es mi cum)