6. Secreto

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Era una nueva mañana. La joven chica se estremecía entre las sábanas mientras escuchaba leves golpes en la puerta. Los rayos de sol entraban por la habitación y a través de la ventana se podían escuchar cantar a unos cuantos pajaritos.

— hm... cinco minutitos más... — susurró la chica para si misma mientras se acurrucaba más a su cojín, dormía abrazada a él, tal vez imaginando que estaba durmiendo con alguien, lo cual es algo que le gustaría experimentar algún día.

Los golpes en la puerta se hacían más fuertes. Una voz suave y masculina llamando su nombre a través de la puerta.
Ahí se encontraba él. Recién levantado y con el pelo suelto, estaba picándole la puerta a su compañera para tener su entrenamiento diario.
Pasaron unos cuantos minutos sin respuesta y el chico se preocupó, y si le había pasado algo?

Decidido, abrió la puerta y gritó su nombre.

— "_____"! — Link pasó su mirada por toda la habitación hasta mirar al colchón. Ahí podía verla a ella, medio arropada, con algunas sábanas pegadas a su piel y ella abrazada a un cojín, su vestido apenas tapaba su cuerpo. El rubio se quedó atónito, sus mejillas ardían ante tal escenario y decidió apartar la mirada por respeto a ella. — T-tenemos que ir a entrenar, "_____"... — musitó tapándose la cara, avergonzado.

La chica estuvo varios segundos estremeciéndose bajo sus sábanas hasta que por fin levantó la cabeza. Se sentó encima de su cama y miró a Link en silencio por unos momentos.
Después de poder cobrar sentido propio, sus ojos se abrieron como platos y sus brazos cubrían su cuerpo. Deslizó una de sus manos hacia el cojín y se lo tiró a Link a la cara.

— ¡T-Tu! ¡Pervertido!... se puede saber que haces!? — su cara estaba cubierta de un fuerte color rojo y se intentó tapar más con la manta. Link no dijo nada y miró hacia el suelo, intentando evitar todo tipo de contacto visual.

— vas tarde... teníamos entrenamiento hace 30 minutos y como no respondías cuando picaba a la puerta, decidí entrar en caso de que te hubiera pasado algo — el rubio justificó sus actos y siguió apartando la mirada de la chica, quien ahora estaba avergonzada por haber sido tan irresponsable.

— lo... lo siento — la joven se cubrió la cara avergonzada, Link tenía una pequeña sonrisa burlona que intentaba esconder.
— me das un minuto para vestirme e ir? No tardaré mucho — la chica rompió el hielo y decidió mirar esos ojos azulados. El correspondió y decidió mirarla nuevamente.

— claro, te estaré esperando como ayer — su tono de voz volvió a ser neutral. Se despidió de su amiga y cerró el portal de su habitación. Pegó un suspiro y su sonrojo volvió a aparecer levemente después de recordar como ella estaba tumbada en la cama.

"Mierda, no debí abrir la puerta..."

Pasadas unas horas y después de que "_____" fuera a entrenar junto con Link, decidieron hablar como hacían de costumbre y contar anécdotas. Tenían conversaciones profundas y algunas que otras veces cómicas. Link comenzó a sentir una extraña sensación en el estómago. Comenzó a darse cuenta de que por fin tenía a alguien con quien hablar de verdad, ya que, después del cataclismo, lo único que hacía era hablar con Zelda y con sus compañeros, quienes la mayoría del tiempo solo hablaban de mujeres. Sentía calidez al estar con ella, le hacía bien.
Por otro lado, "_____" no era la típica chica que tenía muchas amistades ya que se quedaba la mayoría del tiempo cuidando de su madre, por lo tanto, cambiar de aires era justo lo que necesitaba, sentirse joven y libre de nuevo.

Sin que ambos se dieran cuenta, pasada una semana con la misma rutina, se convirtieron en muy buenos amigos y se tenían el uno para el otro en caso de que necesitasen ayuda. Se echaban algunas risas siempre que hablaban ya que tenían el mismo sentido del humor, se entristecían por las desgracias de su contrario y se alegraban por los hechos positivos.

"𝓐𝓭𝓶𝓲𝓻𝓪𝓶𝓮" ʟɪɴᴋ × ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora