Cap 1: "Sin opciones"

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Enero 2006- Inglaterra

"Un año nuevo, una nueva vida" pensó aquella chica al poner un pie en el aeropuerto, llegando para comenzar de nuevo como ella tanto deseaba.

-Hmm, me preguntó cuánto tiempo más va a tardar...-- murmuró para si misma mientras esperaba el taxi que la llevaría a su nuevo hogar, observaba a la gente pasar, pensando en como sería su nueva vida en un nuevo país.

Si mente tan sumida en vagos pensamientos, preguntandose como había llegado a este punto sin ayuda de absolutamente nadie, hasta que el sonido de un claxon la saco de aquel trance.

-Ah! Usted debe ser el taxi... Perdone! Ya me subo! - mencionó apurada para luego subir al auto junto con sus maletas.

-No se disculpe, ¿Eres nueva por aquí cierto?- El señor la miro de reojo mientras acomodando el retrovisor de su espejo.

- No..no soy de aquí pero, tengo una dirección, ¿me puede llevar a ese lugar porfavor?- la joven chica extendio una notita en sus manos, dónde efectivamente, venía una dirección apuntada.

El taxista solo se le quedaba viendo a aquella nota con esa mirada de sorpresa..- ¡Parece que te gustan los retos difíciles! Bien, te llevaré- Soltó con voz divertida hacia la joven, mientras que su mirada de dirigía al frente y empezaba a prender el carro para irse.

- ¿A que se refiere con retos difíciles?- La chica lo miro con expresion de duda, miro fijamente al señor poniendo atención a lo que el fuera a contestar.

- Verás, esa es la dirección de un barrio que... Digamos que tiene mala fama de ser un tanto peligroso, deberías tener cuidado, sobre todo si eres nueva.- El hombre cambio su modo a uno más serio y cuidadoso, era una advertencia, y eso puso nerviosa a la jovencita.

- Ah ya veo... Gracias por avisar supongo.- Ella trago saliva, sus nervios solo aumentaron más, decidió callarse y no comentar más del asunto, mirando hacia la ventana observando las casas y calles pasar.

la chica solo se quedó pensativa viendo la ventana, no supo cuantos minutos fueron, no se había dado cuenta que ya había llegado a su destino, el sonido del hombre la saco de sus pensamientos nuevamente.

- ¡Llegamos! Serían 50 dólares.

-Ah claro, muchas gracias- contesto mientras sacaba un billete, pago y se bajo con sus maletas, pudo escuchar el sonido del motor del carro alejándose.

-Bien izumi lo haz logrado...- Su vista se dirigió a una casa, la que sería su hogar de ahora en adelante y la que tanto se había esforzado por pagar, está se veía deteriorada por el tiempo pero nada que no se pudiese arreglar, la joven saco un suspiro de alivio y susurro para ella misma.-
Al fin..ahora solo falta que ese tipo llegue.-

-¿Por qué estás hablando sola querida?

Una repentina voz afeminada de un hombre se hizo presente a las espaldas de la chica, volteandose inmediatamente para ver de quién se trataba.

-Tu debes ser izumi Smith?- El chico miró un papel con sus datos ya inscritos, miraba a izumi y después al papel con su foto, comparándolas a ambos, después de unos segundos, habló con más seguridad- ya, ya, ¡llegaste justo a tiempo reina!-

izumi observó con confusión aquel vendedor puesto que sus prendas eran no muy poco convencional y su actitud no era nada sería, era algo que le extrañaba mucho a la chica por alguna razón, no era algo muy común de ver para ella en un hombre, pero no opinó de eso, no se podía esperar algo tan profesional, ya que había hecho el trato por internet.

"Tiene sentido de la moda, debería ser diseñador, no vendedor."- pensó para ella misma, rápidamente se dió cuenta que estaba dejando esperar mucho al sujeto, así que habló.

- Ah sí! Soy yo! Y bueno, supongo que ya podria darme la propiedad como acordamos después del pago. - Izumi dió su mejor cara con una sonrisa algo incomoda, para sonar más agradable y esperar alguna respuesta positiva.

- ¡Claro reina!- El tipo saco más papeles de su bolso de cuero, eran más escrituras de la casa y, todo lo necesario, se los entrego a izumi mientras hablaba más consternado.- Solo ten cuidado con esta zona, es un tanto peligrosa por si no sabías...

- Si... Ya me advirtieron de ese detalle, estaré bien, no se preocupe- ella mantuvo su sonrisita hacia el sujeto, sostuvo los papeles en sus manos y los miró de reojo.

- En ese caso, buena suerte cariño, ¡Disfruta tu nuevo hogar!- Su modo nuevamente cambio a uno amable, extendiendo la mano hacia izumi para despedirse.

Ella le dió la mano y concordaron el trato con un apretón, izumi aún se sintio rara, ahora tenía que afrontar estar en un barrio peligroso y más siendo nueva en otro país, el chico deshizo el agarre y se despidió con su mano, ella hizo lo mismo, observando como el entraba al carro y se iba.

volteando a ver esa casa vieja, a pesar de estar deteriorada no se veía tan mal, sonrío levemente al ver su nuevo hogar, era una nueva vida y una nueva oportunidad para ella, camino hacia la puerta de su casa y saco las llaves que el hombre le había dado.

- Que...- Fue lo único que salió de su boca al entrar y observar a su alrededor, los muebles viejos bien conservados pero tapados con un manteles, hizo que le recorrieran un escalofrío por la espalda.- Tal parece que voy a tener mucho trabajo de remodelación- susurró nuevamente para si misma cerrando la puerta, sintiendo el ambiente frio de la casa.

Apretó su agarre de las maletas y subió levemente a las habitaciones, explorando una por una, la estética antigua pero cómoda de su hogar era lo que más le gustaba, entro a su ahora habitación después de un breve recorrido y miro a su alrededor, ahora su mayor reto era, sobrevivir estudiando y encontrar un empleo fijo, suspiró de nuevo cansada al pensar en todo eso y se recostó en esa cama vieja con resortes salidos

- Definitivamente tengo mucho trabajo...- De nuevo murmuró para ella misma, no pasó mucho tiempo en que empezo a sentir como sus ojos pesaban cada vez más y más, el cansancio recorrió su cuerpo y finalmente cayó dormida en una siesta reparadora.

...






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