- ¡Bueno está bien! Te contaré algunas cosas que debes saber entonces- Dijo aquella joven mientras empezo a caminar en círculos a punto de dar su explicación.
- Pues como puedes ver, soy un fantasma, y desde que llegaste a MI casa te he estado observando y robando tus cosas, lo admito, es entretenido, pero te lo juro que no te haré daño!
Ella solo seguía hablando y hablando, pero Izumi no dejaba de verle el rostro que efectivamente se le hacía muy familiar, la mirada de Izumi en ella era algo intensa, miraba su cara como si así fuera a encontrar alguna respuesta de lo que estaba pasando, y de repente un recuerdo fugaz llego a la mente de la castaña.
¿Aquella joven era la niña que se encontraba en los cuadros que había visto hace días? ¿Se había manifestado en sus sueños acaso?
Esas dudas se le cruzaron por la mente pero decidió no preguntar nada por ahora, mantuvo su mirada un rato más hasta que la voz de samantha la volvió a la realidad.
- Hey por qué me miras tanto! - Reclamó Samantha cruzando los brazos.
- Perdon... pero, solo me dijiste cosas que son muy obvias ¿No lo crees?- dijo Izumi algo seria y mirándola de una manera menos intensa.
- Ah bueno, tienes razón pero, ¿Que más puedo decirte? ¡Ahora yo seré tu compañera! - Dijo samantha de una manera emocionada, de nuevo burlándose.
- ¡Tener a un fantasma de compañera es muy raro! Y sabes, es aterrador... -
Izumi mantuvo silencio, formandose una atmósfera incómoda entre ambas, la jovencita de vestido morado solo parpadeo unas veces mirando a Izumi fijamente.
- En serio, no te haré nada...Eso creo...- Samantha rompió el silencio con una voz seria y dudosa.
- ¿¡ESO CREES?! NO ME ESTAS ASEGURANDO NADA! - Izumi de nuevo se exaltó al oír esas palabras de la joven fantasma.
- ¡No es eso! Es solo que!! - samantha no pudo terminar la oración, calló de repente al ver cómo Izumi la apunto de nuevo con el cuchillo, lo cuál sus ojos esto se le hacía algo estúpido, ella no podía matarla o algo por el estilo, de todas formas ella ya estaba muerta así que solo se limitó a mirarla desinteresadamente.
- ¡Mira, no se que está pasando, no se que quieres de mi, no se por que no me has hecho nada aun y ni quiero saberlo! Ni siquiera sé cómo sabes mi nombre... Pero, creo que podremos, llegar a un acuerdo. - Gritó nuevamente, el nerviosismo abundaba en cada palabra que la castaña decía además de temblar un poco del miedo mientras seguía a la defensiva con la joven, ella guardó silencio unos segundos para después hablar.
- Aunque sea demasiado raro, voy a tratar de convivir contigo, ni siquiera se cómo deshacerme de ti...- Ella suspiro y de nuevo habló nerviosa mientras la veia. - Que te quede claro que aun desconfío de ti ¡Pero no es como si tuviera dinero para mudarme!-
Izumi finalmente solto el cuchillo, relajó su mirada y trato de poner su mejor cara mientras daba una pequeña sonrisa fingida, luego le extendió la mano a samantha, por otra parte, su rostro serio, cambio a una gran sonrisa en su rostro poco a poco y rapidamente le dió la mano a Izumi agitandola algo frenética. A ella solo le dió un tremendo escalofrio al sentir aquel tacto y mano helado de la jovencita.
- Si! No te preocupes!! - respondió samantha emocionada de nuevo, mientras seguía agitando la mano de Izumi hasta que la castaña soltó el agarre.
- Bien, pero por ahora... ¡Devuélveme mis libros! Todos! - Izumi la miró un poco molesta, se cruzó de brazos y fruncio el ceño.
- ¿De verdad los necesitas tanto? - Ahora la que veia molesta a la universitaria era samantha, quien por alguna extraña razón se veia algo firme en la desicion de no entregarle nada.
Izumi la siguio mirando en el mismo modo y luego asintio, satame solo suspiro e hizo un pequeño quejido de molestia y salió del cuarto en busca de esos libros, tan pronto como ella salió, la castaña rapidamente se dirigió al closet, dónde se agachó para buscar abajo y sacar el cuadro de la señora que había visto hace semanas.
- Debe estar...Ajá ! - soltó en un susurro cuando encontró aquel cuadro, lo saco abajo del clóset rapidamente, y observo más cuadros al fondo de clóset, que no dudo en sacar también.
Izumi ahora estaba un poco consternada viendo esas fotos, eran tres, una foto de una niña quien como sus sospechas eran ciertas, era Samantha de pequeña, puesto que en aquella fotografía, ella parecía tener una apariencia más joven e infantil, solo que, Samantha no se veia feliz, su exprésion de sonrisa forzada dejo a la castaña un poco angustiada.
- Es ella...- susurró mientras hacía una exprésion triste viendo aquella foto.
Después de terminar de apreciar aquel cuadro un poco, dejó de lado y paso a mirar la segunda foto que hizo que su corazon se estrujara un poco de nuevo, era satame con un niño al lado, Izumi no reconoció a ese niño pero parecía que era hermano de la jovencita, ambos se veían infelices, y solo una exprésion de felicidad forzada adornaban su rostro, pero lo que más impactó a la jóven universitaria fue que al observar esa foto mejor pudo notar algunos moretones en ambos niños
- pobrecitos...- El corazón de Izumi solo se estrujaba cada vez más y más, le daba pena darse cuenta de lo mal que estos niños se veian.
después su vista se dirigió a la foto de esa señora desconocida que ella ya había suponido que era la madre de esos niños, y al igual que sus hijos, se veia infeliz.
- ¿Será que ella los golpeaba? ...- susurró de nuevo viendo la foto de aquellos pequeños y luego viendo a la foto de la mujer, estaba empezando a unir hilos acerca de la historia detras de los antiguos inquilinos de esa casa, estaba sacando conclusiones demasiado rapido, pero era más que claro a ojos de izumi.
Ella siguió observando un poco más, un poco perdida en sus pensamientos acerca de toda la situacion, hasta que pudo oír pasos acercándose al cuarto cosa que alarmó a Izumi y rapidamente guardó aquellos cuadros y los escondió de nuevo abajo del closet, fue y se sentó en la cama lo más rápido que pudo fingiendo que nada había pasado hasta que satame entró de nuevo con los libros en mano.
- Bueno aqui tienes, no son tan interesantes de todas maneras - dijo la menor dejando los libros en el tocador de al lado de la cama, Izumi agarro los libros pero luego hablo en tono de duda.
- Gracias, pero... ¿Dónde está el libro de anatomía?- Ella vio raro a la jóven esperando respuesta.
- ¡Se perdió! - Respondio rapidamente, una exprésion de nerviosismo empezo a notarse en su rostro.
- Si claro, yo te creo amiga mía - el sarcasmo y algo de seriedad se notaba en su voz, cosa que Samantha se dió cuenta inmediatamente.
- ¡Ay pero que importa! Después te lo devuelvo!! - Respondio de nuevo con un modo muy despreocupado y esa sonrisilla descarada, Izumi solo suspiro y se resignó de nuevo por ahora.
- Está bien, pero que sea rápido, lo necesito, ahora vete, necesito estudiar- habló a secas cosa que hizo que la pequeña fantasma se enojara un poco.
- ¡Uy pues perdón!, no te molesto de nuevo, ¡Cerebrito! - Satame rió de manera burlona mientras se dirigía a la puerta flotando.
estás palabra habían impactado un poco a Izumi, no esperó ese tipo de respuesta ni actitud para nada, ¿En serio había agarrado confianza tan rápido siendo que se acaban de conocer? Se preguntó en su mente mientras la veia irse y dejándola sola, ahora ella se encontraba con sus pensamientos, se tiró a la cama, tapó su cara con ambas manos y dejo salir un leve quejido de frustración.
Ahora solo le quedaba esperar que le deparaba el destino con aquella joven fantasma conviviendo con ella, que con este primer encuentro, ya podía deducir el tipo de personalidad que tenía y lo molesta que iba a ser para ella, simplemente dejaría que el tiempo hiciera lo suyo....
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SPECTRUM
ParanormalUna joven universitaria se muda a otro país para empezar de nuevo su vida, poco sabía que un encuentro inesperado con algo desconocido cambiaría su destino por completo. (En edición y reescribiendo)