Cap 8 "Los sollozos"

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Izumi abrió la puerta de forma lenta, sus ojos rondaron por la sala de su casa sintiendo que no estaba sola, aunque este sentimiento ya no le preocupaba tanto, el ambiente como siempre era frio, esa combinacion de sensaciones nunca indicaba algo bueno.

Bien.. Puedes con esto...— Susurró para ella misma, cerró la puerta y si bien avanzó unos cuantos pasos dejando su mochila en el sillón sintio un repentino toque en su espalda, un tacto frío que reconoció muy bien.

— ¡BOO!— Gritó Samantha abalanzandose repentinamente en su espalda ocasionando que izumi cayera al sillón.

— QUE MIERDA TE PASA, ¡MALDITA MOCOSA! — Izumi le gritó volteando a ver hacia la jovencita quién daba una risilla burlona, se quitó encima de ella y le apunto con su dedo.

— ¡MIRATE! TE PUSISTE PALIDA JAJA— Samantha dio una risita burlona y escandalosa de nuevo, izumi rodó los ojos molesta, suspirando para safarse del repentino susto.

— Pues no me parece gracioso.— Respondió Izumi fulminandola con su mirada.

— Pff es que los viejos como tu ya no se divierten con nada— Respondió la jovencita, claramente burlándose con una sonrisa descarada, encogió los hombros despreocupada.

— Como sea, tontita...— susurró de nuevo, su enojo se vio interrumpido por ruidos en el segundo piso, la madera rechinando lentamente a lo que parecían ser pasos, la expresión de izumi cambió a una de miedo al escuchar eso, sentió pánico al deducir que sus probables teorías de tener mas compañeros indeseados como Sam en su casa era más probable, su mente no podía pensar en otra cosa.

Su cuerpo pareció haberse congelado podía escuchar esos pasos llendo de aquí para allá, Samantha miro de reojo a izumi quien parecía estar pensativa escuchando esos ruidos en un estado de shock, ella hizo un sonido de frustración, flotó hasta quedar a su altura y le casqueo los dedos en su cara.

— Hey ¡Despiertate ya!—

La voz de samantha y el sonido de sus dedos sacó de ese trance a izumi, suspiro levemente y su cuerpo volvió a la normalidad, volvió en sí pero su mirada no pudo evitar ver de reojo las escaleras que llevaban al segundo piso, sintiendo una inmensa curiosidad.

Hay algo, estoy convencida de que hay algo más...

Izumi susurró, lentamente caminó hasta llegar a las escaleras, samantha ladeo su cabeza en intriga viendo las acciones de la chica, una sonrisilla de lado se formó en sus labios pero no dijo nada más, el silencio abundó en la sala hasta que fue interrumpido por el sonido de los pasos de izumi subiendo las escaleras.

— A la mierda, no me puedo quedar con la duda.—

Murmuró frustrada y mientras subía las escaleras, se detuvo un momento, miro de reojo a samantha, quien estaba en el último escalón observando de manera intensa sus acciones, izumi no pudo evitar sentir nervios ante la vista de su sombra quieta y esos ojos verdes mirándola intensamente sin decir nada, esos ojos desquiciados que le miraban su cuerpo, sus acciones, su alma, tragó saliva y habló de nuevo pero esta vez, nerviosa y temblorosa.

— Como quieras mocosa, quédate aquí...—

Izumi llegó al segundo piso, sintio un aura pesada al rededor de los pasillos y cuartos, eso le hizo dar otro escalofrío recorriendo su espalda, su vista se dirigió de inmediato a la habitación donde provenían los pasos, su respiración empezó a agitarse del miedo, al sentir que no estaba sola, que nunca lo estuvo. Empezó a caminar hacia esa habitación con cuidado, tratando de no ser percibida a pesar del leve rechinar de la vieja madera sobre sus pies, llegando a esa oscura y vieja habitación que parecía no haberse abierto desde hace mucho tiempo, y que tampoco se había dado la tarea de investigar.

La tensión para izumi solo aumento al escuchar murmuros que sobresalían desde la otra habitación, murmuros al principios inentendibles, ella trató de controlar su respiracion y rogó en sus adentros para no hacer algo tonto que la delatase, lentamente pego su oreja a la puerta escuchando esos murmuros de dos personas, parecía ser, una charla entre un chico y una chica.

"—Ella siempre quiere controlarlo todo ¿Sabes? Ni siquiera podemos salir afuera de mientras, ¡Me harta!"

"—Cálmate, ya sabes como es Sam, no se por que te sorprendes."

Izumi abrió los ojos en sorpresa al escuchar esas voces, la chica tenía una voz suave y calmada mientras que el chico parecía más exaltado, su mente se quedó perdida entre las dudas de nuevo hasta que la voz aguda y quejumbrosa del chico resonó en su cabeza.

"— No tengo por qué escucharla, saldré, ¡No me importa!"

La castaña hizo un jadeo de sorpresa al escuchar eso, separo su oreja de la puerta de inmediato para irse rápidamente antes de que la vieran, pero su plan se vino abajo al tropezar y caer al suelo por la prisa, quizo levantarse y salir corriendo pero, la voz de ese chico al lado de ella la detuvo, pudo escucharlo de nuevo pero está vez más claro, sin murmullos o una puerta de por medio.

—¡NO ME LA CREOOO!—

Izumi volteo con cara de asombro y pánico, sus miradas conectaron, pudo ver a ese chico finalmente, era un adolescente, uno como sam, este le miraba con sorpresa y miedo, incluso más aterrado que ella, sus ojos negros temblaron y se agarro la cara retrocediendo alejándose de izumi.

— QUE, ¡¿POR QUE VINISTE ACÁ?! ALÉJATE DE MI INQUILINA RARA.—

El solo se aseguraba de estar lo más lejos posible de izumi arrinconado en la esquina del pasillo, el pánico de la universitaria se transformo en curiosidad al ver cómo el temía más de ella, eso era nuevo, y era raro, después de unos segundos de silencio, a excepción de los leves lloriqueo del chico, izumi preguntó seria.

— ¿Tu también eres un fantasma?—

— ¿Eh? Yo... eh...Si, lo soy.-
Respondió descubriendo su cara y quitando sus manos, su mirada de temor se poso en izumi.

— Debí suponerlo...— Ella rodó los ojos en sarcasmo y se levantó del suelo, avanzo unos pocos pasos a el chico, quien al verla dirigirse hacia el, se encogió de hombros y se puso a la defensiva cubriendse con sus manos, gritó otra vez.

— YA, ¡ACOSADORA!.— empezó a lloriquear levemente, izumi levantó un ceja con curiosidad y una leve risita de lado de hizo en su rostro, ahora ella era quien asustaba a los fantasmas al parecer, sintió leve confianza en ella misma por esto, hasta que la suave voz de una chica proveniendo detrás de ella la saco de sus pequeños aires de grandeza.

— Deja de llorar, Henry...—

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⏰ Última actualización: Jun 13 ⏰

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