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★• aquí es donde tú y yo nos separamos•★

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Panamá se despertó, con cautela abrió ligeramente sus ojos, sintió un pequeño déjà vu, el mismo hospital, misma habitación, diferente hora.

Escucho la voz de un doctor el cual le explicaba a alguien que parecía acompañarla, no recordaba mucho, pero, quizás ese extraño era Brasil.

Eso fue lo primero que pensó, y sin dudarlo mucho busco su mano para sentirse más segura, su gesto fue correspondido, el chico entrelazó su mano con la de ella, poco después le prestó atención a lo que decía el doctor.

—asi es, no es de extrañar que tosiera sangre, es algo normal en los countrys que recientemente han tenido heridas por problemas en sus territorios, además ella estuvo hace una semana aquí por justo por ese motivo— explicó tranquilo

—es una situación bastante normal,  sin embargo, sigue siendo peligroso debido a que puede provocar una pérdida glóbulos rojos muy grande provocada por el constante sangrado, por lo cual se debe tomar este medicamento para evitar toser sangre o sangrar por la nariz— escuche al mismo hombre hablar, eran buenas noticias, supongo.

Aquel doctor procedió a explicar que aquel medicamento no era difícil de conseguir, al contrario era demasiado fácil que cualquier country lo consiguiera, volvio a sentir como acariciaban su mano, eso le hizo sentir segura y tranquila.

No paso mucho antes de que aquel doctor se retirará, lo cual le dio la confianza a Panamá para levantarse, su sorpresa fue grande al ver que no, no era Brasil el estaba con ella, su sonrojo volvió a ser visible lo cual llamo la atención de Rusia, Panamá también se dio cuenta que llevaba puesto un abrigo que le pertenecía a el ruso, y obviamente le quedaba grande.


Pero ese era el menor de sus problemas, aprovechando el tiempo, también le dieron de alta, por lo cual ahora podría volver a su casa, ella con todo el cansancio que tenía no dudó en saltarse la conversación algo incómoda que tendría con el ruso, por lo cual.....




Se volvió a desmayar



Cuando volvio a recuperar la conciencia estaba siendo cargada por el ruso, poco después se dio cuenta que había conseguido el medicamento que le habían dicho que ella tenía que tomar, luego la dejo en su carro para llevarla a su casa.

Cuando se dio cuenta de todo lo que el había estado haciendo por ella no puedo evitar sentirse culpable, y continuo fingiendo estar "desmayada" para no hablar con el debido a la vergüenza y culpa que sentía en el momento.

Poco después llegaron a su casa, el la dejo en el sillón que estaba ahí, y dejó la medicina que había conseguido en la isla de la cocina.

—¿hasta cuando planeas seguir fingiendo estar dormida?— Le pregunto Rusia a Panamá

—Ya lo sabías!?— reacciono extrañada

El mayor solo sonrió y asintió con la cabeza

—lo.. siento— respondió apenada
—perdon por ser una carga— nisiquera ella supo porque dijo eso, fue como un reflejo para evitar ser "castigada"

Estas palabras sorprendieron a Rusia, el esperaba que ella estuviera fingiendo estar dormida por miedo, miedo a el, era muy normal esa actitud en los demás hacia el, hasta cierto punto se había acostumbrado, pero al verla a ella...no le temía, pero, tampoco sabía cómo describir las emociones de la panameña en aquel momento.

Con cuidado se acercó a ella y la calmo —No tienes de que disculparte, yo solo te ayude, no hay nada de malo con eso— cariñosamente acarició su cabeza

La panameña asintió, poco después Rusia se levantó para irse y dejar a Panamá en su casa.

—Sera mejor que vuelva otro día cuando te sientas mejor, para así poder hablar contigo— abrió ligeramente la puerta antes de así mismo volver a cerrarla.


Panamá lo miro confundida, procedió a ladear su cabeza hacia la derecha con curiosidad, lo cual le dio ternura a Rusia, le recordó a un pájaro, ¡pero ese no era el momento para ese tipo de pensamientos!.

Se acercó a Panamá para susurrarle —es tu hermano, Venezuela— la panameña palideció ligeramente, no paso mucho antes de que tocaran la puerta

Panamá rápidamente llevo a Rusia a su habitación y lo tiró en su cama, luego se quitó el abrigo que le pertenecía a el y lo encerró ahí, las cosas pasaron demasiado rápido para el ruso pero entendió rápidamente las intenciones de la panameña, pero debía admitir que al principio creyó que está lo violaría.

Panamá rápidamente abrió la puerta y se encontró con Venezuela, ella lo invito a pasar, el se fijó en la medicina que tenía la panameña, pero no le dio importancia.

Luego le explicó lo sucedido y el motivo de su repentina visita —veras ONU quiere que papá empiece a ir a sus reuniones— fue interrumpido por su teléfono el cual tenía un mensaje de un amigo el cual solicitaba su ayuda en ese preciso momento

El no le prestó tanta atención, y continuo hablando con su hermana, —entonces, el asunto es algo complicado debido a—

Y otra vez fue interrumpido, ahora por el tono de llamada de su celular, respondió y se encontró con una no tan deseada respuesta.

–Vene!!! Ayúdame hijo de tu mamá, si no vienes ahorita te juro que no te vuelvo a presentar a mi hermana– se escuchó gritar desde el teléfono

—Pero tú no tienes hermana!— respondió enojado Venezuela

no me importa!, ven en este instante que si no luego solo me verás en mi funeral!!– volvió a gritar desperado aquel chico

—no te preocupes por mi, ve a ayudarlo— dijo con una sonrisa incómoda Panamá

si!! Hazle caso a ella!!, siempre lo dije de los cuatro Panamá es la única que tiene cerebro– Venezuela solo suspiro enojado al escuchar a su "amigo" decir eso

—bueno ya voy— cerro la llamada
—te parece si vienes mañana a casa para que lo hablemos de este tema más tranquilos?— sugirió

Panamá sonrió y acepto, por lo menos no tendría tanto tiempo a Rusia encerrado en su habitación, despidió amablemente a su hermano mayor y una vez cerrada la puerta corrió a su cuarto, había...ciertas cosas que no quería que el ruso viera.

Para su mala suerte se resbaló y se cayó dejándole así un raspón en su rodilla, pero eso era lo de menos, al abrir la puerta vio que el ruso seguía ahí, dejo escapar un suspiro de alivio.

Poco después Panamá le explicó que deberían esperar a que Venezuela dejara del todo el edificio, para así no correr riesgos de que él y Rusia tuvieran un encuentro.

Y así lo hicieron, después de que el ruso dejara el apartamento de la panameña, está ahora penso todo con cabeza fría se había dado cuenta que, uno, había confundido a Rusia con Brasil, dos, le había dado la mano y el le había correspondido, y tres, también la había cargado en sus brazos.

Y eso era poco comparado con que lo había encerrado en su habitación, había esperado que si pasaba eso fuera el quien la encerrara no ella.

Pero bueno eso era otro tema, pero no podía evitar contarle esto a Brasil, necesitaba decirle todo el chisme con todo y detalles, pero primero tenía que calmarse, estaba echa un mar de emociones, feliz, confundida y nerviosa.


Además también tenía que pensar en lo que le había dicho Venezuela sobre su padre, ese también era todo otro tema.


Continuará•°★°•

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Si la gran colombia volviera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora