Kihyun se despertó por los rayos de sol brillando a través del tragaluz y bloqueó la intrusión con su brazo.
La mañana había llegado, tal como había orado que sería, y estaba agradecido con la Madre Naturaleza.¿Qué iba a encontrar cuando saliera al mundo? Era una incógnita.
Rigidez congelaba sus músculos y articulaciones, pero no había tenido la intención de dormir en su propia cama anoche. Si zombies seguían saqueando la ciudad, habría sido un objetivo primordial, sin vía de escape. El sótano no había sido mucho mejor, pero al menos le había ofrecido un mayor grado de esperanza.
Luchó por levantarse de la silla, bebió un trago de agua e hizo gárgaras en la boca para limpiar el aliento de la mañana antes de tragar.
Decidió ser proactivo. Por mucho que quisiera quedarse como una tortuga dentro de su casa, sabía que debía recorrer la ciudad en busca de otros.
Las películas de terror eran sus favoritas, y reflexionó sobre 'El último hombre en la tierra' , protagonizada por Vincent Price.«¿Qué pasa si soy yo?», pensó. «¿Qué si soy el último hombre en la tierra?».
El sudor untó su frente mientras contemplaba eso como una posibilidad, pero se obligó a respirar hondo, y se dijo a sí mismo que incluso ante una situación tan sombría como esa, había algo de esperanza.
En vista de que solo silencio provenía de afuera, estaba dispuesto a correr el riesgo y aventurarse en las ruinas de lo que una vez se había llamado Goyang.
Si lo mataban… odiaba pensar que no haría ninguna diferencia.
La vida era digna de ser vivida, no importa cómo de horrible el mundo llegó a ser. Si tenía que ver cosas horripilantes, cruzaría ese puente cuando llegara a él.Así que empezó a subir las escaleras del sótano, abrió la puerta y le dio la espalda a la confusión que permanecía en la sala de estar. Eventualmente trataría con eso, pero odió cualquier impedimento a su valor justo cuando empezaron a joderlo sus nervios.
Cuando salió de la casa, estaba seguro de que podría haber oído caer un alfiler. Su pecho se apretó un poco, entonces respiró hondo y se obligó a continuar.
Líneas eléctricas cubrían la calle, al igual que cadáveres y automóviles volcados. El lío nunca se limpiaría, no siempre y cuando fuera la última persona en la tierra, y él mismo se amonestó por pensar tan austeramente.
Pensamientos positivos sólo serían bienvenidos y se recordó que otros sobrevivientes estarían probablemente todavía escondidos en sus casas. Solo era cuestión de encontrarlos o esperar hasta que salieran de su escondite.—¿Hola? —Kihyun gritó. —¿Hay alguien ahí fuera?
Su voz hizo eco, como si estuviera en un cañón, y se estremeció al oír el sonido.Cuando se compuso a sí mismo, caminó por la calle para así dar inicio a su viaje para encontrar a otros miembros de la humanidad. La aventura sería larga y agotadora, pero trataría con eso como lo había hecho con otras dificultades antes del Apocalipsis.
Alguien apareció a lo lejos, volvió hacia su calle y se detuvo mientras echaba un vistazo antes de continuar.
«No se puede ser demasiado cuidadoso», Kihyun pensaba.
Rezó para que no tuviera que convencer a nadie de que él no era uno de los muertos vivientes.
Quería correr hacia esa persona y lanzar sus brazos a su alrededor, sin importar de quién se trataba, porque ver a cualquier persona viviente era mejor que a ninguna en absoluto. Así pues, corrió y se ralentizó cuando vio que la otra persona no hacía ningún movimiento aparte de caminar a un ritmo normal.
Kihyun se acercó lo suficiente para identificar al sobreviviente.
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𝘢𝘴 𝘵𝘩𝘦 𝘸𝘰𝘳𝘭𝘥 𝘤𝘢𝘷𝘦𝘴 𝘪𝘯; sʜᴏᴡᴋɪ
Random"𝘖𝘩, 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘵𝘶 𝘤𝘰𝘯 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘮𝘦 𝘳𝘦𝘤𝘶𝘦𝘴𝘵𝘰 𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘳𝘳𝘶𝘮𝘣𝘢" En un mundo enloquecido por el apocalipsis, Kihyun, se ve forzado a luchar codo a codo con su tormento y de quién ha estado secretam...