Kyojuro fem x Akaza
Desde hace tiempo llevaba observándola todos los días desde que se tropezaron juntos en las canchas de baloncesto. Podría sonar una locura pero para Akaza era su rutina diaria, tampoco era un acosador como tal...aunque viéndolo desde el punto de vista de Hakuji sí que pareciera uno. Desde ese día Akaza intenta por todos sus medios ganarse el corazón de la bella Kyojuro, todos los días acude a cada partido de baloncesto exactamente a las tres de la tarde para verla jugar, lleva carteles con su nombre escrito y un ramo de flores que por, consecuente, la fémina se las restriega en el rostro como muestra de rechazo.
Le deja notas en su escritorio y locker, de los cuales nunca tiene respuesta. Como Akaza es un gran cocinero siempre le lleva la comida favorita de ella; batatas. La única cosa que Kyojuro nunca le rechaza porque mierda, ¿Cómo podrías rechazar tu alimento preferido?
Soyama acepta incluso que lo abofeteen y le griten por estar acosando a la Rengoku. El proceso del cortejo ha sido un sube y baja, contando chistes sin sentido, reírse de sus propias estupideces y desgracias. Por si fuera poco también aceptar innumerables veces muchos y demasiados rechazos de la rubia. De los cuales uno salió triunfador porque el pelirosa jamás se dio por vencido a pesar de las dificultades. Para Kyojuro no era algo tan sencillo como el hecho de aceptarle la cita a su acosador, porque eso significaba pisar un terreno desconocido. Conocía a Akaza porque iban -desgraciadamente- en el mismo salón y aunque ella se consideraba alguien muy inteligente como para siquiera andar con alguien tan flojo como lo es Soyama es incluso de sorprenderse. No sabe con exactitud qué fue lo que le llamo la atención de Akaza, tal vez era lo intrépido que era a la hora de jugar, los chistes amargos que solo a ella le hacían reír o lo dulce que puede ser él con ella y solamente con ella la esencia como tal. Kyojuro y solamente Kyojuro sabe cómo es Akaza con las demás personas.
Cualquiera de esas cosas estaba segura que le llamaron la atención. Pero si fuera más específica, sería el color de cabello del menor. Porque nunca había visto semejante color.
Por eso acepto la cita de Akaza. Y vaya que resultó de maravilla, el chico se había portado con ella de lo más caballeroso que nunca antes había visto o siquiera experimentado. Le demostró que las cosas insignificantes aunque más mínimas que sean realmente valen la pena. Su cita había resultado muy mal. Dejó de ser un restaurante lujoso (porque le habían robado la billetera) a un puesto de ramen cerca de la escuela.
— Lo siento — Se disculpo el menor cabizbajo y con las manos en sus bolsillos.
Se encontraban de camino a la casa de la rubia.
— ¿Uh? ¿Por qué te disculpas?— Preguntó interrumpiendo su caminata.
— No soy el chico que quisieras salir. Solo veme, me robaron la billetera, comimos en un puesto de ramen, le pedí dinero a mi propio hermano y no tengo transporte para llevarte a tu casa. Como la reina que eres.
Akaza se sentía inútil a su lado, tal vez hubiera sido mejor dejar que el de cabellos plateados de nombre Tengen estuviera aquí en vez de él. Estaba seguro que Uzui sería muy contrario a él, con carro, en un restaurante lujoso con velas alrededor, con mucho dinero y guapo. Cosa que el menor no tenía. Sentía pena de sí mismo y vergüenza. La fémina alzó su rostro, ambos se vieron y se dedicaron miradas, de esas miradas indescriptibles. Fue una mirada sincera y transparente, Kyojuro sabía desde antes de aceptar la cita que Akaza no era alguien que tuviera mucho dinero como Uzui normalmente lo atribuye o lo presume, pero sentimentalmente no era algo que le importara demasiado.
Ella mejor que nadie sabía lo que era tener y no tener.
Y el que Akaza tuviera o no tuviera no tenía porque importar en estos momentos, porque en toda la cita Kyojuro se sentía por primera vez amada como nunca antes, sentía que podía ser ella misma al hablar de temas como lo era historia. Lo podía notar en el rostro del menor, el brillo en sus ojos al escucharla hablar de la guerra en Japón o de su sueño de ser maestra. Él como Akaza a escondidas anotaba en su celular cualquier cosa que Rengoku le decía así sea lo más mínimo o lo más grande, el intento de caballerosidad en Akaza era gracioso y tierno.
Porque sabía que se le dificultaba mucho al pelirosa y más por el trato que le daba a él a las mujeres, pero con ella era todo lo contrario. Precisamente...porque era ella.
— Akaza deja de decir estupideces porque eres lo que más quiero y deseo en este mundo— Lo agarro del rostro y unió sus labios con los del contrario.
Eventualmente empezó a llover...
Y corrieron como nunca antes habían corrido.
Y Akaza por fin sintió aquello a lo que alguna vez le tuvo miedo cuando veía a Mitsuri hablarle a ese chico de cabellos negros emo. Calidez...eso es lo que sintió una calidez que no había experimentado nunca, una calidez que solo se expandió por todo su cuerpo cuando los labios carnosos y delgados de Kyojuro se unieron a los suyos. Cuando sus mejillas se calentaron cuando esas palabras flecharon por completo su corazón, cuando sus respiraciones se unieron al dejar de correr y mirarse como bobos enamorados.
La calidez que emergen entre ellos es única e intensa.
^*^
¡Ahhh! Lamento muchísimo la demora he estrado demasiado ocupadisisisisismo de verdad se los juro. Pero ya estoy aquí y tengo vacaciones así que tengo más tiempo yeii!!Espero y les haya gustado, un poco cortito, pero me encantó como quedo. La idea salió de -TooMo_
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𝐀𝐤𝐚𝐑𝐞𝐧 𝐖𝐞𝐞𝐤
Fanfiction𒊹︎︎︎ Pequeñas historias de la pareja AkaRen (Akaza x Rengoku) 𒊹︎︎︎ Celebrando la semana de estos preciosos <3 𒊹︎︎︎ Créditos a @FandomAkaRen. 𒊹︎︎︎Portada hecha por @Nath-Sao 🎖️#15 AkaRen 9/01/23 🎖️ #36 AkaRen 22/06/23 🏅#1 Week 20/08/23