Au Omegaverse
No recuerda mucho sobre su vida pasada, solo pequeños fragmentos vistos en sueños que después se convirtieron en recuerdos que algunas veces llegan a su mente en horas no deseadas. Nunca imagino que en el pasado fuera un pilar de renombre, muy querido, muy fuerte, poderoso y con un potencial que hasta él mismo dudaba de tener. Incluso el tener que ver a los demás maestros como antiguos pilares que fueron, se le hace imposible el solo pensar que Sanemi y Obanai fueran pilares. Pero hasta él mismo dudaba de aquello. Sin embargo, a pesar de aceptar que tuvo una vida pasada trágica aún así no olvidaría al demonio que lo asesino y a aquellos orbes dorados que lo miraban en toda la batalla de manera extraña.
Solo fue una vez.
Una maldita vez en que soñó aquello, y lo sintió tan real. Sintió real el que su omega interno se removiera con felicidad al notar al alfa que estaba frente a él, con ese olor a menta que inundaba y cegaba sus sentidos hasta tal punto de hacerlo enloquecer, e inconscientemente soltara su feromonas para atraer al alfa. Sentía una inmensa calidez brotar de su ser. Sintió un júbilo al escuchar su nombre y el nombre suyo pronunciado por sus labios.
Algo en su interior se removió. ¿Y si él estuviera aquí?
¿Qué clase de persona sería? ¿Un humano? ¿Un animal?
Daba igual, no debería importar. Él lo asesino a pesar de que Akaza al final acepto ser su destinado. Porque eso eran, destinados. Ellos lo sabían, sus olores se habían mezclado tan bien que era estúpido no darse cuenta.
Pero como siempre, la desgracia los rondaba. Y el Kyojuro de ese tiempo agradecía a todos los dioses haber conocido a su destinado. Aunque sea solo por un breve momento.
¿Lo volvería a ver algún día?
— ¿Profesor Kyojuro?— La voz de Amane, esposa del director lo sacó de su trance. Rayos, revoleteó sus pestañas y miro la puerta.
Kyojuro extendió una gran sonrisa.
— ¿Si?—
— Quería decirle que hay un alumno de tercer año que está dispuesto a tomar clases de regulación.
El rubio se sorprendió por la noticia. Nunca les dio clases a los de tercero ¿Quién podría pedir asesorías con el?. Pero sería tan descortés el rechazar a la psicóloga de la escuela, no debería ser difícil. Solo son clases de regulación y lo bueno era que tenía tiempo.
— Ah. Por supuesto.
— Bien — La mujer con dificultad acercó al estudiante que se encontraba escondido detrás de su espalda. Forcejeando. Kyojuro alzó una ceja al notar una cabellera muy conocida — Vamos Akaza.
Aquello último casi le da un paro, era imposible que esa persona estuviera aquí. ¡Muy imposible!. Notó entonces a un joven de unos dieciocho años mascando chicle, con el uniforme desalineado, el cabello revuelto, con solo unos converse negros sucios y piercings en su oreja y labio. Oh, y esos ojos....dorados.
Una punzada fue a dar directamente a su culo. Un calor tremendo se apoderó de él fingió que solo era un dolor de espalda y dio una de sus mejores sonrisas.
— Eh. U-Un gusto. Mi nombre es
— Sé quién eres Kyojuro Rengoku — Y exploto la goma de mascar.
El rubio suda frío, volteo al lado donde se encontraba "Amane" pero no la encontró cuando volvió a enfocar su vista en el chico. De pronto la puerta se cerró escuchando el seguro poner y de un momento a otro cuando estaba apunto de voltear a su lado derecho el pelirosa rápidamente se había movido de lugar y se encontraba a escasos centímetros de su rostro. Las manos del mayor fueron apresadas por el menor tirándolo al suelo.
— ¿Q-Qué haces ?— Forcejeo.
— ¿No me recuerdas Kyojuro?—
El salón se inundó de feromonas y los deseos ardientes y desesperados de Rengoku se encendieron. Este olor a menta que llegó a su nariz endulzó sus sentidos y su omega chillaba de placer al saber que su alfa estaba ahí. Pero el omega no quería aceptar que aquello era real, que Akaza era real, que esto era real.
— Es imaginación mía cuando despierte no habrá sucedido.
Cerró sus ojos y dejó que el "sueño" lo volviera a la realidad. Sin embargo no sintió nada, solo las manos grandes del alfa recorrer su cuerpo. Para cuando abrió los ojos el rubio los labios ajenos se estamparon en los suyos. En un principio el beso era demasiado demandante pero conforme pasaba el tiempo se convirtió más y más suave, dejando salir sus feromonas olor a flor de cerezo en plena juventud. Dejándose llevar por la extasis y el deseo, la ropa empezó a ser un estorbo. Akaza dejó castos besos en el cuello del omega y las manos de Rengoku las dejó a lado de la cabeza del rubio, impidiéndole el moverlas. Tan rápido como los besos aumentaban de intensidad, ambos no desperdiciaron la oportunidad que iniciaron con desabrochar sus pantalones. El alfa admiró el rostro de su omega.
— Tan hermoso, tan bello, tan lindo, tan mío — Y lo besó nuevamente pero con más agresividad. Su miembro palpitaba de atención y de lo duro que estaba, Kyojuro lo sentía así como ansiaba tenerlo en su interior de una buena vez.
El menor río al notar las manos desesperadas del mayor bajar sus bóxers mientras el rubio dejaba leves chupetones en su cuello. Cuando ambos estuvieron semidesnudos con sus miembros fuera, miles de recuerdos inundaron sus mentes. Una lágrima traicionera apareció en el rostro del rubio.
— Me mataste.
— Y yo te prometí que en la otra vida todo sería diferente. Aquí estoy Kyojuro, ya no como un demonio, te lo prometí antes de que murieras por mi puño. Te prometí ser mejor persona de lo que fui, te prometí ser el mejor alfa y te prometí amarte toda la eternidad. Pero por lo que veo no lo recuerdas. — Limpio con su pulgar esa lagrima y dejó un besito en los ojos fuego del mayor.
Rengoku sonrió.
— No me dejes.
— Por supuesto que no—
Y Akaza se lo recordó al unirse a él, dejando que el placer los lleve al paraíso, que sus cuerpos sintieran el calor de sus pieles y ardieran al mismo tiempo, el palpitar de su corazón, el sonido que emitían sus bocas y sobre todo el dulce y sonoro amor que se daba pasó entre cada empuje que otorgaba Soyama a la estrecha entrada de Kyojuro. Tan sutil, tan elegante, tan fuerte y tan él.
Después se preocuparían por las cámaras. Pero por ahora solo eran ellos dos, disfrutando el fuego y la dulzura en la que se entregaban. Porque entre cada estocada y cada gemido, ambos, sabían el amor que sentían.
No se preocupen 😈 pronto habrá escena nopor....
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𝐀𝐤𝐚𝐑𝐞𝐧 𝐖𝐞𝐞𝐤
Fanfiction𒊹︎︎︎ Pequeñas historias de la pareja AkaRen (Akaza x Rengoku) 𒊹︎︎︎ Celebrando la semana de estos preciosos <3 𒊹︎︎︎ Créditos a @FandomAkaRen. 𒊹︎︎︎Portada hecha por @Nath-Sao 🎖️#15 AkaRen 9/01/23 🎖️ #36 AkaRen 22/06/23 🏅#1 Week 20/08/23