Capítulo 3

391 32 6
                                    

Geto, Gojo, Mosho y Riko estaban reunidos en un techo.

Geto: Lo siento, es nuestra culpa. Subestimamos el valor que Kuroi tenía para el enemigo.

Mosho: ¿eso es cierto? *preguntó algo molesto*.

Gojo: Tampoco fue un error tan grande. Seguro que el enemigo nos ofrecerá ahora un intercambio de rehenes.

Riko: ¡...!

Gojo: Querrán intercambiar a Amanai por Kuroi o que matemos a Amanai, o si no ellos matarán a Kuroi.

Mosho: Pero nosotros tenemos la ventaja porque tenemos a Riko. Incluso podemos escoger el lugar para hacer el trato. Después ya nos encargaremos de algún modo *dijo fastidiado*.

Gojo: Llevemos a Amanai al Instituto le pediremos a Shoko que haga un clon de ella.

Riko: ¡espera! ¡yo también voy!

Gojo: ¡¿qué?!

Riko: ¡todavía no confío en ustedes!

Gojo: Esta mocosa... a estas alturas aun no...

Riko: ¡¡Y aunque consigan salvarla... si Kuroi no llega a tiempo para la asimilación!! Yo... aún no me he despedido *dijo con lágrimas en los ojos*.

Geto: ¡...!

Mosho: ...

Gojo: En cualquier momento nos contactara el secuestrador. Si su líder actua como predijimos... llevarte aumentará las posibilidades de supervivencia de Kuroi, así que vendrás *dijo serio*.

Riko: ¡entiendo! *dijo limpiandose las lagrimas*.

Gojo: Pero espero que a medio camino no me vengas con que te da miedo porque te ignoraré ¿estas preparada?

***

Gojo y Riko: ¡¡Bienvenidos a la playa!!

Gojo y Riko: ¡¡Bienvenidos a la playa!!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

2 día de escolta.
Okinawa.

Kuroi: No se que decir, ser derrotada por un devoto de la secta que no puede usar poderes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kuroi: No se que decir, ser derrotada por un devoto de la secta que no puede usar poderes... es tan patético.

Geto: No pudiste hacer nada era un ataque sorpresa. Además yo y Gojo también tuvimos algo de culpa.

Un manipulador de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora