Capitulo 2

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          Pasaron algunos meses de lo sucedido y Horangi se sentia más relajado porque Konig lo protegia. El muchacho termino de enseñarle a un grupo y se fue a entrenar con Konig en el gym. Los dos hablaban y reían, cuando entraron el chico se puso en la corredora y el hombre estaba haciendo pesas.

          El chico salio de la corredora y mientras se secaba con la toalla se dirigio al hombre con una sonrisa.

Horangi: Despues de que hagas pesas, ¿puedo hacerlo yo?

Konig: Porsupuesto, no tienes que preguntarme.

          Horangi se rio un poco y se saco su mascarilla, dejando ver que tenía algunas cicatrizes y una cicatriz en la boca, tenía el pelo negro y ojos marrones.

           Pasaron los minutos y el muchacho seguia entrenando con las pesas. Konig hacia abdominales

            Era la hora de cenar, Horangi tenía una toalla al rededor de su cintura y miraba su celular. De repente alguien toco su puerta y contesto,

Horangi: Todavía no estoy listo, me cambio y salgo.

            El muchacho se cambio y fue al comedor a sentarse con Konig.

        Horangi: Gracias Konig, por guardar un asiento para mí.

        Konig: De nada, eso es lo que hacen los amigos, jeje.

           Empezaron a comer la comida mientras hablaban y reían. Se pusieron a hacer chistes tontos que ellos se reían y entendian. Terminaron de comer y caminaron en el pasillo donde estaban los dormitorios, hasta que Horangi se paro frente a su puerta y antes de entrar miro a Konig.

          Horangi: Espero que descanses bien Konig.

          Konig: Gracias, igualmente. Tengo pensado que mañana podemos pasar el rato, ¿qué te parece?

         Horangi: Me gustaría, pero tengo que entrenar a un grupo de los reclutas. Les falta practica en las aramas. Pero a la noche podemos ver una pelicula.
  
         Konig: Me parece perfecto. Espero que la pelicula sea buena, porque la otra vez fue la peor que vimos. Jajajaja

           Horangi se ríe y se apoya en la pared.
   
           Horangi: Esta bien, buscare una pelicula super buena. Lo prometo.

        Konig dejo escapar una risita y se despidio de él. Horangi cerro la puerta de su habitación, se cambio y se dejo caer en su cama cansado por el día que tuvo. Konig hico lo mismo pero se sento en la cama y suspiro sacandose su mascara, tenía el pelo casi largo de color marron clarito y ojos de color celestes. Luego de mirar al piso, se acosto en la cama y se durmio.

          Konig se desperto a las 2:43 de la madrugada sudado y jadeando. No sabía porque estaba haci, siempre le pasaba lo mismo. Había algo que le preocupaba pero no sabía que era. Respiro y se volvio a dormir.

.........

Konig y Horangi los amigos de la infanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora