Saqué la cazuela del horno, la olí y sonreí. Era una receta sencilla de arroz, pollo y queso, pero olía divinamente y me rugió el estómago. Me había perdido la comida cuando Brendan y Ryan habían pasado por casa. Bueno, Brendan me había suplicado que dejara que Ryan le llevara a Jungkook el regalo de bienvenida que le habían hecho, diciendo que su amigo necesitaba ver a su mejor amigo con sus propios ojos ahora que había salido del hospital. A pesar de que les había dejado entrar en su habitación del hospital la noche que le habían herido.
Me había alegrado de ver a Brendan, y habíamos pasado un rato poniéndonos al día mientras los dos pequeños nos conversaban. Cotillear sería una palabra más adecuada para describir lo que habían hecho, pero también lo habíamos hecho Brendan y yo, aunque nunca lo admitiría. Parecía que el disparo a Jungkook era sólo la punta del iceberg de lo que había ocurrido aquella noche. El pueblo de Sweet Alps bullía y el nombre Sinclair estaba en boca de todos.
Me había dado cuenta de que nuestros vecinos, Sebastián y su hijo Matty, habían vuelto a su casa cuando Jungkook había salido del hospital. Pero la calle había estado relativamente tranquila desde entonces, gracias a Dios. Aunque había visto a Jamie Sinclair yendo y viniendo varias veces de casa de Sebastián desde que habíamos vuelto.
Había hecho caso omiso de las cejas levantadas del equipo de trabajo de Jungkook cuando crucé la calle para empaquetar ropa limpia. Sólo había hablado con el capataz, Stu, para informarle del estado de Jungkook y de que no volvería al trabajo hasta dentro de una semana. Y para preguntarle si había algo de lo que no pudiera ocuparse en su ausencia. Stu me había asegurado que podían manejar las cosas, y él tenía suficiente autoridad para poder tomar cualquier decisión que no pudiera esperar. Todos estaban preocupados por Jungkook, lo cual era muy dulce, y Stu se había asegurado de que yo tuviera su número de contacto en caso de que Jungkook necesitara algo. También me había hecho saber que mi primer piso estaría terminado ese día, y que ya habían empezado con la remodelación del dormitorio principal que yo quería hacer.
Con la remodelación del dormitorio en marcha, necesitaba encargar los muebles de la habitación infantil. Después de ver los toques del pequeño Jungkook escondidos en su casa, supe exactamente qué tema utilizaría para decorar. Parecía un poco tópico decorar para un oso con un oso, pero a mi bebé oso parecía encantarle ese pequeño y tonto dibujo animado del bosque de los cien acres. En la cómoda de su habitación había varios peluches, una lamparita de noche, su chupete y un vaso para sorber que había encontrado en el armario de la cocina. Definitivamente, mi pequeño adoraba a Pooh.
Puse el cronómetro en marcha para que la cazuela se enfriara y estuviera lista, y me puse a sacar platos del armario. Dudando sobre el juego de platos de plástico para niños que encontré, me pregunté si Jungkook querría usarlos o no. Aún no habíamos tenido ocasión de hablar de lo que había pasado entre nosotros.
Hay que reconocer que los dos últimos días me había aprovechado de que los analgésicos le habían dejado inconsciente. Lo había mantenido prácticamente drogado y dormido. Sabiendo que era la única manera de que el hombre se quedara en la cama, descansara e hiciera lo que le decía.
Aunque la bala no le había atravesado el bíceps, le había abierto un gran surco en la piel y había perdido una cantidad alarmante de sangre. Necesitaba tomarse su tiempo para recuperarse y dejar que su brazo se curase antes de volver al trabajo. Conociéndole, haría algo como intentar levantar un maldito dos por cuatro, rasgar sus puntos, y seguir con su día como si no fuera gran cosa.
Mis oídos de gato captaban ruidos de crujidos que me hacían saber que Jungkook estaba despierto. Mi plan era darle algo de comer hoy. Algo más que el caldo de pollo que le había estado haciendo tragar. La cazuela era sustanciosa y, al mismo tiempo, fácil de digerir. Esperaba aprovechar la cena con él para aclarar algunas cosas entre nosotros.

ESTÁS LEYENDO
★Mi Osito Alfa★
De TodoEs el 5to libro de la saga omegas, tuvimos las historias de los cuatrillizos y ahora le toca a nuestro Osito de peluche. Adaptacion hecha al Kookjin, todos los créditos al autor original.