★Mi Osito Alfa★

29: Seokjin

Era un poco espeluznante estar en la consulta de mi médico antes incluso de que llegara su personal. Yoongi nos había recibido en la puerta de su clínica esta mañana. Tras un rápido saludo, nos hizo pasar a una sala de exploración. Como no había sacado una bata sin espalda ni me había dicho que me la pusiera, no me había molestado. Sin embargo, me había subido a la camilla, y el papel blanco se arrugaba cada vez que me movía. Jungkook revoloteaba cerca de mi hombro, mordiéndose la uña del pulgar.

Me acerqué y le saqué suavemente la extremidad. "Tus uñas estaban bonitas, osito. No las arruines".

Se limpió la mano en los vaqueros y murmuró: "Llevamos a Hoseok a un spa el fin de semana pasado. Me hice la manicura". Se encogió de hombros: "Fue raro".

Conteniendo una risita al ver cómo arrugaba la nariz al recordarlo, estaba a punto de hacerle otras preguntas sobre ese día de spa con sus amigos, cuando se abrió la puerta de la sala de reconocimiento.

Los ojos azules de Yoongi se fijaron en mi historial y entre sus cejas se formó un ceño que puso en alerta al médico que hay en mí.

"¿Qué pasa?"

Eso sonó un poco más duro de lo que pretendía, e inmediatamente sentí que Jungkook se ponía en alerta. Me puso una mano tranquilizadora en el hombro, apretando suavemente, y me agarré a su mano como si fuera un salvavidas.

Yoongi se sentó en el taburete rodante y me miró por encima del expediente. Tenía el ceño fruncido como de costumbre. Me recordé a mí mismo que Yoongi siempre tenía ese aspecto, y que probablemente, sólo era su... severo caso de RBF que lo tenía frunciendo el ceño de esa manera, y no es que algo anduviera mal. Diosa, necesitaba calmarme. Mis nervios estaban a flor de piel.

"¿Fue un falso positivo?" me apresuré a decir, mi boca y mi cerebro no funcionaban en absoluto sincronizados esta mañana. Jungkook me apretó la mano con fuerza y sus feromonas alfa me inundaron.

Mi alfa estaba haciendo todo lo posible para calmarme. Era una sensación maravillosa, porque él estaba tan nervioso como yo. Intentaba mantener la compostura, por él, porque yo era el daddy y era mi trabajo. Pero sentía en mi interior como si una bandada de mariposas hubiera echado a volar.

Yoongi parpadeó y sus cejas se fruncieron aún más, haciendo que se le formara un severo pliegue en la frente. "Los médicos son los peores pacientes".

Le fulminé con la mirada: "Tu cara hace los peores pacientes". 

"Cariño", Jungkook apretó un poco más fuerte mi mano.

Agitando mi mano libre hacia mi amigo, le exigí: "¿Qué tiene tu cara haciendo lo que sea que esté haciendo? ¡Basta ya! Estás asustando a Jungkook". Eso sonaba mucho mejor que decir que me estaba volviendo loco. Un estado en el que había estado desde que vi el test de embarazo dar positivo en mis manos.

Secamente, Yoongi murmuró: "Es sólo mi cara, lo sabes, joder. Seokjin, tienes que calmarte de una puta vez. Especialmente antes de que te tome la presión".

Se me escapó una burbuja histérica de risa, porque sabía que Yoongi no hablaría así a sus otros pacientes. Pero éramos amigos. Y él y Jungkook eran amigos, y él podía ver que yo estaba nervioso, y estaba tratando de aligerar el ambiente.

Lo que funcionó hasta que preguntó: "¿Qué tan seguro estás de tu fecha de concepción?".

Jungkook y yo nos miramos, y casi al mismo tiempo contestamos: "Muy seguro".

Yoongi soltó una carcajada y su rostro esbozó una sonrisa deslumbrante que cambió instantáneamente todo su aspecto. Vaya, a veces olvidaba lo devastadoramente guapos que eran todos los cuatrillizos Sinclair. Lo cual tenía cierta gracia, ya que Brendan era mi mejor amigo y Yoongi era alguien a quien consideraba un amigo íntimo. No eran tan guapos como mi osito, por supuesto, pero maldita sea, todos estaban muy buenos.