★Mi Osito Alfa★

27: Jungkook

Para mi deleite, Seokjin había devorado el filete que le había hecho a la plancha, patatas y ensalada. Ahora estaba tumbado en el sofá, con la cabeza apoyada en mi regazo, del mismo modo que habíamos visto una película en mi casa hacía unas semanas, cuando yo me había tumbado con la cabeza en su regazo. Esta vez eran mis dedos los que acariciaban su sedoso pelo rubio, mientras veía cómo Westley y la princesa Buttercup encontraban el amor verdadero.

Verle comer me había hecho feliz. No había conocido bien a Hoseok cuando estaba embarazado de sus gemelos. Pero había estado allí desde el principio de los embarazos de Jimin y Ryan. Sentía que entendía bastante bien un embarazo omega. Pero ninguno de mis amigos se había desmayado nunca, ni había experimentado la cantidad de mareos que parecía tener Seokjin.

Me preocupaba, pero intenté no darle importancia. El lunes veríamos a Yoongi y nos aseguraríamos de que todo saliera bien. Hasta entonces, mi trabajo consistía en asegurarme de que Seokjin se tomara las cosas con calma, comiera y descansara. Y de que no subiera y bajara los dos tramos de escaleras hasta su dormitorio demasiado a menudo sin mí.

Sé que le encantaba su casa y que acababa de gastarse un dineral en renovarla, pero no era propicia para un omega embarazado ni para los bebés. Resoplando contra mí mismo, me di cuenta de que los omegas embarazados habían llevado embarazos y criado bebés en esta misma casa durante décadas, probablemente, y yo estaba siendo ridículamente sobreprotector.

"¿Qué?" Seokjin puso en pausa la película, que estaba a punto de terminar.

Mirándole, con la cara iluminada sólo por la pantalla del televisor, ya que habíamos optado por dejar las luces apagadas, negué con la cabeza. "Soy demasiado protector".

La suave sonrisa que me dedicó me calentó el alma, mientras estrechaba el agarre que tenía sobre mi brazo que descansaba sobre su pecho. "Me gusta".

"Bien", inclinándome, rocé sus labios con los míos, con cuidado de no empezar nada hasta que se sintiera mejor. "Porque creo que va a ser mi estado natural durante los próximos meses". Probablemente más allá de eso. Tendría un omega y un cachorro que cuidar. Una familia. El trabajo de un alfa era proteger.

"¿Podemos hablar?" preguntó Seokjin, que ya no me miraba, pero sus dedos me arrancaban los pelos oscuros de los brazos.

"Se suponía que esta noche de todos modos, así que creo que probablemente deberíamos".

Asintió y sentí su sonrisa contra mi piel. "¿Qué tal si cada uno hace una pregunta y el otro tiene que responder con sinceridad? Una especie de quid pro quo. La verdad es que no hemos llevado este asunto de daddy y pequeño como yo lo haría normalmente. De hecho, la forma en que lo he manejado probablemente haría que me expulsaran de Sinful Playgrounds".

Seokjin lo dijo en tono de broma, pero me estremecí al oír hablar del club de perversión. Por suerte, seguía sin mirarme y no vio la cara que puse.

"Claro. ¿Quieres ir primero?" Podría ser divertido. Realmente necesitábamos conocernos mejor.

"¿Por qué no celebras tu cumpleaños?", me preguntó en voz baja, y mi aliento silbó entre los dientes. Sus dedos me acariciaron el brazo con pereza, dejando calor a su paso.

"¿Cómo sabes que no celebro mi cumpleaños?". Tenía mis sospechas de dónde había sacado esa información sobre mí.

"Estás respondiendo a una pregunta con otra pregunta". Señaló. 

"Te responderé, pero quiero saber cómo lo sabes".

Seokjin levantó la cabeza y me miró a los ojos. "Le pedí a Brendan que le preguntara a Ryan cuándo es tu cumpleaños. Me ha dicho que no lo celebráis. Siento haberme pasado. Fue después de que me enviaras las flores en mi cumpleaños".