Única parte

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Hola! Había escrito esto en Ao3 aproximadamente en octubre y se me ocurrió subirlo aquí también, sólo es un one shot fluff en el que Steve le regala flores amarillas a Eddie, está inspirado en Daylight de Taylor Swift y espero que les guste <3 

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Eddie odia las flores. Siempre lo ha hecho.

Y ¿cómo no hacerlo? Requieren demasiado cuidado, atraen insectos, y son extremadamente delicadas, lo que no parece un regalo ideal para nadie, por lo que nunca entendió el sentido de regalar flores, ¿para qué le regalarías a alguien un objeto tan costoso que al final del día terminaría marchito y olería mal? Se podría realizar algo mucho más productivo con ese dinero y ese regalo.

Solía creer que regalar flores a la persona que te gusta era un jodido cliché impuesto por la sociedad y el capitalismo para lucrar con las plantas, lo cual tenía sentido, las ventas de flores aumentaban el día de la primavera, San Valentín, las fechas en que se elegía a la pareja de baile de graduación, y más. Toda una conspiración comercial infundada y seguida por adolescentes tontos que se dejaban llevar por sus emociones.

Además, no tenía ningún jodido punto, ¿acaso las chicas estaban ciegas? Las flores que sus novios les regalan han sido cortadas de la tierra, eventualmente morirán, ¿no se sienten culpables de asesinar a un ser vivo por pura vanidad? ¿Era un mensaje encriptado de los chicos acaso? ¿Como si dijeran "hey, eres linda y te quiero, pero en algún momento nuestra relación morirá así como estas flores, así que aprovéchalo mientras puedas"? ¿Cuál era el maldito punto?

Demasiado confuso y sin sentido. O de tener sentido, era uno muy turbio y jodidamente escalofriante.

O al menos era lo que solía decirle a sus amigos durante la hora del almuerzo mientras se quejaba de la multitud de parejas felices en San Valentín. Lo que nunca admitiría en voz alta era que tal vez (y solo tal vez) todo ese "odio" no era precisamente lo que representaba. Tal vez no estaba enojado como todos pensaban, sino que era la manera en la que reflejaba su tristeza e inseguridad.

Desde el instante en que Eddie se dio cuenta de que le gustaban los chicos supo que su vida sería distinta a la del resto, tendría experiencias diferentes, habría etapas que no podría vivir con normalidad, y por supuesto, clichés adolescentes típicos que debía limitarse a observarlos, porque nadie en su sano juicio se arriesgaría a ser marginado por tratar de cortejar al bicho raro y marica de la escuela.

Lo tuvo claro y lo entendió, aunque en algunas ocasiones mientras observaba a las chicas alegrarse por sorpresas inesperadas, o grandes demostraciones de afecto en público, o incluso cuando recibían esos estúpidos ramos de flores, Eddie se preguntaba lo que se sentiría que alguien hiciera eso por él. Y entonces, en secreto intentaba ponerse en el lugar de aquellas chicas lindas que eran dichosas de tener atentos novios e imaginaba cómo sería su reacción.

En el fondo Eddie no odiaba las flores, tan sólo odiaba no tener a alguien que pudiera regalarle unas. O hacerlo sentir especial.

"Vamos amargado o llegaremos tarde a historia," le dijo Nancy golpeando amigablemente - y con más fuerza de lo esperado - su hombro.

"¿Desde cuándo te importa la historia? ¿No podemos simplemente irnos?"

"No", exclamó la chica tomando las cosas de Eddie para apresurar su camino, "estás al límite de faltas, idiota"

"Pura mierda," bufó Eddie entrecerrando los ojos, y luego le sonrió ladinamente a su mejor amiga en cuanto entendió su apuro y preocupación repentina. "Ya veo. Todo esto no es por mi desempeño académico. Quieres ir a historia porque es la única clase que compartes con Rob..."

It' Golden (Like Daylight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora