𝑻𝒉𝒆 𝑪𝒉𝒐𝒔𝒆𝒏 𝑶𝒏𝒆 - Cloud Strife x Reader +18

Unraveling truths

Midgar, 21 hs.

POV Silke

Observaba a la gente mientras caminaba portando mi espada, cada uno con su propia batalla. Mis ojos capturaban las miradas preocupadas, la desesperación grabada en los rostros. Me detenía a veces, ofreciendo ayuda y palabras de aliento. A lo lejos y entre las luces parpadeantes, el eco distante de los mecanismos de Shinra resonaban como un recordatorio constante de su poder.

El viento agitaba mi cabello mientras avanzaba. Cada rincón y cada ruido hacía que la melacolía me invadiera por unos instantes, pero no iba a desistir, no ahora ni con los planes que tenía.

Hoy era el día. Había llegado el momento de adentrarme en el edificio, de desafiar su poder. Una lucha más directa. Me acercaba al reactor Mako, el corazón de la oscuridad que alimentaba a Shinra.

Mi familia y su conocimiento interno ha sido mi pasaporte oculto entre sus muros. A pesar de los años, recuerdo los atajos, las áreas restringidas y los accesos clave que permitirían mi infiltración sin levantar sospechas.                                                                              El primer obstáculo: las medidas de seguridad. Cada empleado en Shinra podría reconocerme si levantara la vista. No puedo permitirme ser descubierta.

Con sigilo, al entrar por un atajo oculto, me deslicé entre las sombras, acechando mi oportunidad entre la multitud de empleados.

El primer objetivo era un hombre de traje, absorto en su conversación telefónica. Me apresuré a correr y situarme tras una esquina, esquivando su mirada distraída. Con rapidez, alcé la vista y pude vislumbrar la tarjeta asomando en su bolsillo trasero. Era cuestión de segundos. Gracias al robo exitoso me retiré con agilidad hacia la pared más cercana, ocultándome mientras él pasaba de largo.

El siguiente objetivo era una mujer, concentrada en revisar unos papeles. Lancé un vistazo furtivo a su alrededor y me lancé hacia adelante, zigzagueando entre las mesas para evitarla. Mi corazón latía con fuerza mientras, con precisión milimétrica y un movimiento calculado, tomé la tarjeta de su mesa, rodando hacia la próxima cobertura antes de que se diera cuenta.

El tercer empleado era un joven de aspecto novicio. Detecté la tarjeta en un ordenador de sobremesa. No había tiempo que perder. Me desplacé y tomé fácilmente la tarjeta debido a su falta de experiencia y me fugué sin problemas.

El último objetivo era un reto mayor, un hombre corpulento que charlaba animadamente con un colega. Esperé el momento justo. Cuando su conversación alcanzó su punto más álgido, me la jugué al casi rozar su bolsillo en un intento por arrebatar la tarjeta. Por un instante, el tiempo pareció detenerse. Maldije en silencio por mi arriesgada maniobra, pero mi firmeza no tambaleó. Estaba lista para luchar si era necesario. Una mirada inquisitiva se posó sobre mi, un destello de sospecha en los ojos de los colegas. La tensión se palpaba en el aire, pero mi mente estaba enfocada en el objetivo.

Cuando el hombre corpulento se levantó bruscamente de su asiento, mi aliento se detuvo. Pero su gesto no era de alarma, sino de preocupación. Con una ojeada fugaz alrededor, comenzó a buscar con ansiedad algo en su escritorio. Entonces, comprendí: no me habían descubierto. Los colegas no habían captado mi intrusión. El hombre solo buscaba sus gafas, completamente ajeno a mi intento de robo. Maldije mi impaciencia en mi mente, pero mantuve la calma aprovechando la distracción para robar su tarjeta y desaparecer.

POV Cloud

En la penumbra del bar de Tifa, el equipo se reunió en torno a una mesa.

Señalé en el mapa las áreas claves que teníamos que atacar; los puntos estratégicos y los puntos débiles que habíamos recolectado en las labores anteriores, y por supuesto con ayuda del conocimiento que me proporcionó el estar ligado a la empresa.