Maratón 4/5
Sus besos comenzaron a descender por mi cuello, bajando y concentrándose en mis pechos. Por mi parte me dedicaba a lo que mejor me quedaba en estos momentos: gemir.
Un poco de sudor empezaba a caer por los costados de mi frente, mientras sentía a Mike desabrochar mi pantalón. Prosiguió besándome y por mi parte no me negué a ello, después de algunos segundos ya no tenía mi pantalón, el desabrocho el suyo y antes de seguir, se alejó y se sentó en la cama. Solo tenía mis bragas y él su bóxer, no era mucho que impidiera el contacto físico entre nuestras partes íntimas.
Me aleje y baje despacio hasta llegar a quedar casi de rodillas en el piso, mis ojos se concentraban en los de Mike y él solo se quedaba en silencio, sacando algunas bocanadas de aire por su boca mientras su pecho subía y bajaba. Subí mis manos por mis piernas hasta llegar a la tela de su bóxer, me quedé ahí, solo jugando durante algunos segundos esperando su respuesta. Al verlo pude ver que no negó, de hecho, creo que fantasio mucho con la idea.
Tome los bordes de su bóxer mientras jugaba con el elástico, los quite sin mucho más preámbulo y su parte íntima se dio paso. No daré muchas explicaciones de como era, pero no pasó mucho tiempo para que empezará a pasar mi lengua por ella. Sólo mojando y estimulando la zona. Empecé por la cabeza y luego baje, Mike se dedicó a gemir por lo bajo, ya se había acostado en la cama, mientras disfrutaba del oral que le daba.
Sus manos lograron alcanzar mi cabello, lo subió y simuló una coleta para emepzar a meter y sacar mi boca de su miembro. Sabía algo del tema, pero no mucho, trataba de no lastirmarlo como pudiera.
Aumentó aún mucho más el ritmo, por mi boca caía un poco de líquido y baba, no paró de meter y sacar mi boca de su miembro, gemia y gemia por lo bajo, hasta que hubo una vez que gimió más fuerte, segundos después pude sentir su clímax en mi boca. No lo pensé mucho y lo trage, me levante con el cabello enredado por sus fuertes empujones y con algo de ello escurriendo por los costados de mi boca.
No tardó mucho en volver a besarme y con su otra mano bajar mis bragas. No pidió permiso, ni me anticipó de lo que haría, solo me tomó de la cintura y me subió sobre él, encajando en mi su miembro.
—Mierda, Mike...
No me dejo decir mucho más, empezó a menearme en círculos y luego empezó un sube y baja, me subía, y me soltaba para bajar, dejando que su miembro llegara hasta lo último que podría llegar. En un momento de bajón, en el que me soltó, puse algo de presión y baje también, tocó mi punto G y gemi lo más fuerte que pude gemir.
Que penita.
Algunos segudnos más bastaron para que yo llegara a mi clímax, Mike me miro y empezó a acariciar mi cara, —Mila, ya voy a acabar...
Me asusté un poco con la idea, aleje sus manos de mi cuerpo y lo hice salir de mi para que él acabará luego. No quería quedar embarazada, no ahora, no podía...
Nos quedamos en silencio luego de ello, —¿Te incomode...? — interrogue, meintras buscaba mi brasier, ya que ya me había puesto mis bragas.
Él negó, —Está bien, el día que nos casemos si podremos hacerlo.
Me quedé quieta, luego de ponerme las tiras de aquel brasier ya encontrado. —¿Casarnos? ¿Nos vamos a casar?
Él asintió algo extrañado, —Sí, Mimi, te quiero para algo bien.
Sonreí de lado, me puse mi blusa y luego mi pantalón, luego de algunos segundos en silencio caí en cuenta de algo, o más bien, alguien, —Abby, ella, ¿Dónde está? ¿No escuchó? Ay que penita.
Mike se río, —No creo, le dije que cada que vinieras a mi habitación y estuviéramos peleados se fuera a su cuarto y se pusiera a escuchar música con audífonos porque nos íbamos a gritar cosas.
Hice una mueca, —No nos gritamos cosas. Deja de decirle eso, va a creer que nos llevamos mal.
Él levantó una ceja, —¿Segura que no nos gritamos cosas?
Sentí mi cara alentarse y le pegue en el brazo en forma de juego, —Ya deja de decir eso.
—¿Te da pena hablar de que tuvimos sexo luego de que me diste un oral y te hice gemir mi nombre?
Lo miré mal, —Voy a ir por Abby.
Salí de la habitación escuchando a Mike reírse de mi actitud niñazca. Perdón, ¿ya? Era muy penosa para hablar de sexo o algo por el estilo.
Avancé hacia el cuarto de Abby y toqué levemente la puerta. Espere unos segundos y nadie me abrió, toqué otra vez y pasó lo mismo. Rodé los ojos y entré por mi cuenta. Abby estaba en el piso, coloreando con unos audífonos, al verme sonrió y corrió hacia mi.
Se quitó los audífonos y me miro, —¿Tú y Mike se molestaron mucho...? — su cara de decepción hizo que mi corazón se sintiera mal.
Negué y sonreí, —No, linda... solo hay veces en que no nos entendemos bien.
Y en las que llega a mi trabajo a hacer un escándalo...
Ella volteó hacia la puerta y vio a Mike ahí, —¿Podemos ir hoy también contigo? Le prometí a mis amigos ir a visitarlos.
Mike me miró en busca de una respuesta y yo solo me levanté de hombros.
—Bien... pero sin acercarte mucho a ellos.
Abby asintió y feliz, volvió a colorear.
Tendremos otra noche en la pizzeria, yeiii...
[...]
Nota de la autora:
Holaaaa, ¿cómo están?
¿Están listos para llorar?
Muchas gracias por seguir leyendo esto y seguir apoyándome, los quiero mucho a todos. 💕
Bye. 💋
