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Buenassss, vengo a avisar que es la "primera" historia que escribo.
Lo escribo entre comillas porque nunca he terminado una, y esta lo voy a intentar hacer JAJAJA
Disfrutad<33
1284 palabras
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Raúl Álvarez, para los amigos era Auron.

Soy un chico de 22 años, estaba en una universidad, donde estudiaba psicología, algo que quería hacer desde muy pequeño aunque parezca extraño, pues no parecía de esas personas, parecía más a un corredor de rallies, que ojalá, me encantaban los vehículos.

Mi cuerpo era trabajado, no exagerado pero tenía leves marcas en el abdomen, aparte de eso, era algo moreno con el pelo castaño y un pequeño mechón amarillo, que combinaba perfectamente con mis ojos, también marrones.

Como dije antes, me encantaban los vehículos, pero la música también, tocaba la batería, en el departamento que tengo la utilizo bastante, sobre todo cuando quiero dejar salir algo de mí, era una manera de.. desahogarse.

Ahora mismo estaba saliendo de clase. Minutos después, aparqué en mi lugar y entré al ascensor, pensando en todos los exámenes que tenía, y el curso tampoco llevaba mucho. Entro a casa una vez estoy y dejo caricias en Bosnia y Lukas, mis dos gatos.

El apartamento era... algo pequeño, pero acogedor, había un mini pasillo a la entrada, tenía un mueble recibidor a la izquierda junto con un perchero y un cuadro de mariposas. En la pared del frente, había un espejo de cuerpo entero, ahora mismo decorado con luces navideñas. Después de cruzar el pasillo, hacia la derecha, había otro, algo más largo, pues a sus lados estaban las puertas. La primera que te encontrabas era a la izquierda, la cocina. El suelo era azulejo blanco, mientras que la encimera era color madera y los muebles del mismo color que el suelo. En el centro de la cocina, había una pequeña isla junto con unos sillones, que eran de madera marrón, para que se conjuntara con la encimera.

Saliendo de la cocina, en frente, tienes la puerta al baño de invitados, tenía los mismos colores que la cocina, solo que las toallas que colgaban eran Rojas y verdes, siempre las ponía en Navidad. Era sencillo, a la derecha estaba el lavabo, con el espejo, donde tenía todas mis cremas, cepillos, pastas... A su lado, estaba el vater, que tenía la tapa de madera. En frente de todo eso, había un pequeño mueble, de madera, donde había papel de sobra, peines, geles, shampoo... Al frente de la puerta, estaba la ducha con una mampara un poco transparente.

Al lado de la puerta de la cocina, se encontraba el salón y el comedor, que eso estaba abierto. Lo primero que veías al entrar era una mesa grande blanca, que pegaba vien con el suelo de madera y las paredes blancas, obvio con decoración navideña, las sillas eran del mismo color que la mesa y la rodeaban. A la derecha, estaba el salón. Había dos sofás, uno más pequeño que el otro, pero los dos eran blancos. En medio, había una alfombra roja, teniendo encima una mesita larga de madera con mini arbolitos encima, y en frente de todo, la televisión con las videoconsolas.

Llegando al final del pasillo, estaba la habitación de invitados y la principal. La de invitados era simple, tenía dos camas separadas con una mesita a cada lado de ellas, en frente de estas, dos armarios bastante espaciosos y cada uno con un espejo de cuerpo entero. Dos escritorios al fondo y una estantería con libros.

Después, estaba mí habitación (habitación principal). Era sencilla, al entrar lo que tenías de frente era la cama doble con una mesita a cada lado. En la pared derecha, había un armario grande, con las puertas hechas de espejo, a su lado, un escritorio donde tenía todas las cosas de estudio. Al lado izquierdo de la habitación, estaba el árbol de Navidad junto con mi batería y la puerta para entrar al baño, que era igual que el otro solo que con ducha y jacuzzi.

Caminé a mi habitación para dejar la mochila y después fui directo a la cocina. Eché la comida a mis gatos y mientras veía la tele comí yo, tranquilo... hasta que vi la hora, de nuevo llegué tarde al trabajo.

Con rapidez me cambié por el uniforme, eran unos pantalones blancos y una camiseta verde con el logo de la cafetería, Starbucks. Salí corriendo del piso hasta llegar al coche, que rápidamente conduje a mi aparcamiento.

Estacioné y con tanta prisa corrí a la entrada, solo que con la mala suerte que tengo choqué, me cago en la puta.

Caí al suelo con alguien más, solo que yo había caído encima de esa persona, la cual se había quejado.

- Joder... - Murmuré separándome de esta. - Lo siento, iba con prisa. - Miré a la persona con la cual había chocado, dándome cuenta de que le acababa de tirar su café por toda su vestimenta. - Mierda... lo siento lo siento.

Me miró un momento mientras se sentaba, y solo negó. - No...no te preocupes, son cosas que pasan.

Le ayudé a levantarse y tirar el vaso ahora vacío. Él seguía viendo su ropa, la cual me preocupaba pues el chico iba de traje.

- Permíteme invitarte a algo por la molestia...

Negó rápidamente, viéndome. - No, no, de verdad que no pasa nada, voy a casa a cambiarme.

- Por favor. - Insistí. - Dame tu número o algo y lo haré otro día, pero no puedo permitirme dejarlo así...

Notaba confusión en su mirada, pero asintió lentamente. - Vale... ten. - Sacó su celular y me lo entregó con el número en pantalla.

Rápidamente lo agregué. - Cómo te llamas? - Le miré al preguntarlo.

- Reborn

Asentí y le mandé un mensaje al estar todo listo. - Esta bien, soy Raúl, pero dime Auron. - Le sonreí.

Él asintió y me sonrió levemente como despedida para marcharse y contestar a mi mensaje.

Solté un suspiro pesado antes de entrar y empezar mi turno. La verdad es que ese chico me había parecido guapo. Su cuerpo estaba más marcado que el mio, su traje lo hacía notar, y más estando mojado. Llevaba una pequeña barba y pelo algo alborotado, pero eso le hacía ver mejor. Sus ojos eran oscuros, al igual que su cabello, unos marrones oscuros, su piel era más pálida que la mia, pero intimidaba de todas formas, aunque se notaba que era menor que yo, por lo menos eso noté yo.

Narra Reborn

Reborn Conway, sí, era el hijo del superintendente, pero no me disgustaba, él era un buen padre y yo tenía "fama" gracias a él.

Tenía 20 años, estaba en una universidad haciendo la facultad de medicina, cosa que no me iba nada mal. Mi cuerpo estaba muy trabajado debido a que siempre salía a ejercitarme con mi padre, y él en ese sentido era algo duro, al igual que con las dietas.

Aún vivía con mis dos padres. Mi verdadera madre había muerto cuando yo ni siquiera tenía un año, pero mi padre siempre me había hablado bien de ella, al igual que me habla bien ahora de su marido.

Acababa de llegar a casa y fui rápido a ducharme y vestirme de nuevo, pues mi padre tenía unas entrevistas y tenía que acompañarle, cosa que hice, solo que estaba distraído. Tener el número de aquel chico... Raúl, bueno, Auron, me había sido extraño, pues, me tira un café encima y ahora me pide mi número? Supongo que son cosas normales.

En estás fechas soy algo... borde? nunca he celebrado la Navidad, pues mis padres no pueden estar mucho en casa, y como no era lo más social del mundo, nunca suelo quedar.

Horas después de la entrevista con mi padre volvimos a casa, y sin más, me puse a estudiar, sin mi café.

¿Navidad? [RebornPlay] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora