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Creo que no hace falta decir que era mentira, no estaba... "pachuco" como le había dicho a reborn, pues él pensaba que igual tenía dolor de cabeza o catarro... pero no, tenía algo peor.

No me había levantado de mi cama en todo el día de ayer, hasta que hoy me entraron ganas de mear, y fui obviamente.

Mi cuerpo estaba destrozado, de verdad era completamente doloroso, pero daba masajes para calmar los dolores, y ayudaba bastante.

Desayuno algo ligero y me quedo estudiando lo de ayer y lo de hoy, pues tampoco iba a ir a la universidad.

Ya a la hora de ir a trabajar, salí. No me encontraba en perfectas condiciones, pero le había prometido a Reborn que le iba a dar su café, asique...

Llego y lo primero que veo es una sonrisa de mi compañera.

- Buenas tardes Auron.. ¿qué tal te encuentras?

- Bien, mejor, gracias...

Me puse en mi lugar, ya listo. Empiezo mi trabajo junto con ella y seguimos así hasta que reborn está frente a mí, con u sonrisa de oreja a oreja, esa sonrisa que por alguna razón me dejaba bobo.

Reborn imponía, pero realmente era un amor, con solo ver su sonrisa, me quería derretir... pero conseguí centrarme en él y no en su sonrisa.

- Buenas. - Le saludo, con una sonrisa igual, apoyado en la barra, no podía mantenerme mucho de pies.

- Buenas tardes... ¿Qué tal te encuentras? - Me pregunta, con curiosidad y preocupación.

- Bien bien, mucho mejor ahora... ¿Lo de siempre?

Asintió por mi última pregunta. Comienzo a hacer su café en silencio, y al terminar, se lo doy. Él da un trago, soltando un suspiro después, saboreando.

- Joder, ya era hora de un buen café. - Me mira, divertido.

Devuelvo su mirada de la misma forma. - Hombre... no lo dudes, a veces falta pero siempre viene. - Le guiñé el ojo, causando en él una risa.

Una risa que de nuevo, me derretia. ¿Qué me estaba pasando? ¿Por qué estaba pensando en estas cosas? No le conocía de nada... pero todo lo que le conozco, me encanta, pero sabía que tener un punto débil de nuevo en mi vida, iba a ser una mala idea.

- ¿Qué tal te ha ido la mañana? - Le pregunto.

- Bien bien, no muy aburrida, hemos hecho unas prácticas con un muñeco y ha sido demasiado divertido. - Rió bajo. - Todos son unos guarros... te puedes imaginar.

Yo no pude evitar reír levemente. - Me lo imagino perfectamente... por suerte eso no se puede hacer en mi clase...

- Tampoco se debería hacer allí eh, pero bueno, es divertido aprender así.

- Sí, me lo imagino, estar todo el rato.. aburrido, no mola nada, te quita más ganas de estudiar.

Asintió. - Te entiendo competente. - Deja el vaso vacío en frente mía. - Buenísimo, señor. - Dice, de nuevo divertido.

- No es nada caballero. - Sigo su juego metiendo le vaso a la fregadera.

- Oye, pasado mañana unos amigos vamos a hacer una fiesta... yo no la celebro pero si quiere venir...

Me quedé un poco en blanco, ¿qué decía yo ahora?

- Amm... ¿no será mucha molesta? son tus amigos...

- ¡Para nada! ellos mismo me dijeron que invitara a alguien, y como solo hablo contigo.

Sonreí leve, negando. - ¿De qué es la fiesta?

- De Navidad, íbamos a hacer una fiesta de disfraces en casa de un amigo que no tiene a los padres y le han dejado.

- Espera espera espera... - Frunzo el ceño, viéndolo. - Me estás diciendo.. ¿No celebras la Navidad?

Él negó, confundido. - No... ¿Por?

- No... yo nunca conocí a alguien que no celebre la Navidad... esta fecha es mi favorita.

- Pues... yo no la veo necesaria.

- Dios mío, no quiero tener esta conversación aquí.

Suelta una risa leve. - Bien, pues mañana quedamos, vengo de nuevo y lo hablamos.

- Bien, voy a venir con un jersey de Navidad, y otro para tí.

- Por favor, no.

- Oh sí... creeme que sí.

Suelta un suspiro, asintiendo. - Bien, mañana nos vemos.

- Hasta mañana.

Le veo salir por la puerta en silencio. ¡¿Cómo no podía celebrar la Navidad?! Esa fecha era la mejor, la pasas con la familia... solo que, yo siempre las paso solo, y más ahora.

Miro mis manos un momento, reflexionando, pensando en que otro año iba a estar solo, pero eso podía cambiar, si convencía a reb de que la Navidad es maravillosa, ¿él estaría conmigo?

Pasan las horas hasta que termina mi turno. Voy a mi casa tranquilo, busco los jerseys para mañana y doy comida y agua a los gatos. Después, ceno algo mientras veo una serie y pienso en lo mío.

Pienso en mi padre, pienso en que otro año más está en el hospital, y recuerdo que mañana daba todo el dinero de mis ahorros a mi madre para su cuidado y el hospital de mi padre.

Suelto un suspiro y me meto en la cama para dormir y no tener que pensar en eso.

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¿Navidad? [RebornPlay] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora