Me acomodo en la camilla algo avergonzado, mirando a cualquier lado que no sean los padres de Reborn.
– ¿Qué hacéis aquí? – Pregunta Reb, levantándose de la camilla.
– Estábamos muy preocupados, queríamos ver si Auron estaba bien. – Me sonrie.
Le miro aún algo avergonzado pero le devuelvo la sonrisa levemente.
– Podíais haber avisado. – Vuelve a hablar Reborn, esta vez mirando al Superintendente.
Él estaba de brazos cruzados y nos miraba con el ceño levemente fruncido. ¿Qué hice ahora?
– Pensamos que no estarían tan ocupados.
– Y no lo estábamos. – Nos defiende Reb.
El que no es el Super se acerca a mí y agarra mi mano cuidadosamente, acariciándola.
– ¿Qué tal te encuentras, Auron? – Me pregunta con preocupación.
Le sonrío un poco más. Que gusto tener a unos padres así, envidiaba mucho a Reborn.
– Estoy mejor, muchas gracias. – Hablo con la voz algo baja.
– Me alegro mucho por eso. – Revuelve mi cabello. – Soy Toni, y él es Conway.
– Un gusto conocerles.
Reborn miró a Conway. – ¿No piensas decirle nada?
Este se me queda mirando durante unos segundos y solo asiente con la cabeza como saludo. Aguanto la risa y le devuelvo el movimiento.
– Todo tan poético. – Bromea Toni.
Pensé que todo estaba bien, hasta que mi madre volvió a entrar por la puerta. Todos nos la quedamos mirando. Toni no me soltaba y me estaba poniendo nervioso.
– ¿Qué hacer en la habitación de mi hijo? – Suelta, sin ninguna intención de ser educada.
– He querido yo que pasen. – Hablo antes de que alguno diga algo.
Ella me mira. – ¿No piensas ir donde tu padre?
– ¿Acaso has ido tú a dónde tú marido?
Creo que en ese momento, Reborn sonrió. Pero mi madre no. Nos mira a todos, vio que tiene todas las de perder, así que, después de guiñar un ojo a Conway coquetamente, sale.
Toni se levanta para seguir a mi madre. Parecía un psicópata yendo por su presa de hoy. Pero Conway le detiene antes de que salga.
– Dejala, Toni. – Las únicas palabras que piensa decir, lo tengo claro.
Toni le mira un momento y asiente, volviendo a su postura. Juraría que sus ojos se habían puesto algo morados.
Reborn se acerca de nuevo a mí. – ¿Nos podéis dejar ya? quiero estar con él.
– Vale, sí. – Habla Toni. – Recupérate, Auron.
– Lo haré, gracias. – Les sonrío suavemente. Ellos salen de allí y Reborn y yo volvemos a estar solos.
Suelta un suspiro agotado y se acerca a mí. – Lo siento por esto, no sabía nada.
– No te preocupes, no es la mejor forma de conocer a mis futuros suegros pero algo es algo.
Suelta una risa y me besa con dulzura.
Han pasado unas cuantas horas, era de noche y la médica terminaba de hacerme la revisión.
– Bien... – Me venda un poco la zona de la vía, pues no tenía fuerzas para hacer presión en la herida. – Puedes vestirte, pasáis por recepción y pueden ir a casa, tienes que comer y descansar bastante pero ya estás bien. – Me sonríe.
Nos despedimos de la enfermera y me pongo mi ropa con la ayuda de Reborn.
– Ya está. – Me coloca la sudadera y deja otro beso en mis labios. Me encantas que sea cariñoso.
– Muchas gracias. – Le sonrío dulcemente.
– No hay de que, venga, vayamos a avisar a recepción.
Asentí. Salimos caminando hacia esta, donde me dieron el alta, pero, antes de salir, miré a Reborn.
– ¿Podemos ir a ver a mi padre?
Él asiente. – Obviamente, venga. – Coge mi mano y, después de preguntar a recepción, vamos a la habitación de mi padre.
Entro con él, había una enfermera cuidandole, pero al vernos entrar, nos permite tener privacidad y sale.
Me acerco a mi padre. Tenía su cuerpo pálido y su rostro estaba demasiado apagado.
Suelto a Reborn que me deja y me acerco a él. Cojo su mano con suavidad y dejó caricias en esta.
– Hola papá, estoy aquí. – Sonrío levemente, algo triste.
Su rostro ha cambiado, no se le veía tan desanimado.
– Perdón por no haber venido antes, pero ya estoy aquí contigo. – Dejo un beso en su frente. – Me has hecho mucha falta estos días... pero alguien me ha ayudado mucho. – Esta vez, sonrío recordando todo lo que reborn hizo por mí estos días. – Tengo claro que te va a caer bien. – Miro a Reborn. Él me está sonriendo, mostrando confianza. – Sé que me va a hacer muy feliz.
Reborn
No puedo dejar de sonreír escuchando a Raúl, gracias a él su padre me iba a querer en su vida.
Nos quedamos ahí durante una hora más, la enfermera había entrado y dijo que ya nos teníamos que ir, así que con la mano de Raúl entrelazada con la mía, salimos del Hospital.
– Le dije a un amigo que nos viniera a buscar, ¿no te importa verdad? – le pregunta yendo hacia el coche.
– Claro que no, mejor que ir andando... – Niega algo divertido.
Subimos al coche una vez llegamos y nos lleva hasta la casa de Raúl y entramos él y yo en esta.
– Oye, Reb. – Le miro. – ¿Te podrías quedar conmigo hoy?
Le abrazo por la espalda. – Pues claro que sí, venga, vamos a la cama, te voy a hacer la cena y lo comes allí.
Asiente y se deja llevar. Una vez se pone el pijama y se mete en la cama, yo hago la cena tranquilamente.
Media hora después, vuelvo con dos bandejas en mano. Dejo una sobre sus piernas y la otra la pongo sobre las mías, empezando a cenar con él mientras vemos la televisión.
Recojo todo después de cenar, y cuando vuelvo a la cama, él ya está dormido. Sonrío con dulzura.
Me tumbo a su lado y le abrazo de nuevo por la espalda. Él se pega a mí y le doy caricias hasta que yo también me quedo dormido.
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968 palabras
Lo seeeee, es demasiado corto, pero quería sacar ya un capítulo que llevo bastante sin hacerlo.
Espero que lo disfrutéis, y por cierto "Mi dulce destino final [Rebornplay]" es un libro que está escribiendo una amiga, deberían leerle <3.
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¿Navidad? [RebornPlay] +18
RomanceLa Navidad solo la pasa bien quien es feliz... o no RebornPlay, completamente original ⚠️Contenido fuerte, leerlo bajo su responsabilidad⚠️