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Maia Reed

Miré a Tomas caminando de espaldas, me había dejado en la puerta de mi casa y luego se fue.

Entre a mi casa y como de costumbre, estaba vacía. Miré mi celular y tenía varias notificaciones entre ella se destacaban los mensajes de Ariana, me había mandado la dirección de su casa. Miré la hora, tenía tiempo.

Me metí a bañar y al tocar el agua los pensamientos comenzaron a llegar.

¿Qué pasa entre Tomi y yo?
Realmente no sé ni siquiera yo que soy la que esta metida en todo eso.

Tomas era el dueño de mis pensamientos últimamente y eso me estresa, normalmente mis pensamientos se resumen en mí y nadie más que yo.

Salí de mis pensamientos cuando me di cuenta que llevaba mucho tiempo bañándome, me vestí y busque que ponerme para la noche, casi nunca salía, no tenía mucha ropa de ese tipo, pero algo iba a encontrar. Cuando termine de elegir las cosas, las guarde en un bolso, salí de mi habitación y me fui caminando, no era tan lejos.

Llegué a la casa de Ariana, toque y ella abrió la puerta con una sonrisa. Apenas llegué, nos empezamos arreglar, Ariana me contaba cosas y yo reía mientras alisaba mi cabello.

—¿Cómo te vas a maquillar?—preguntó.

—No me se maquillar mucho, me haré lo de siempre—respondí mirándola por el reflejo del espejo, ella me miró y negó haciendo que la mire sin entender.

—Yo te maquillo, con esa carita de ángel que tenes, vas a enamorar a todo el mundo—habló ella y yo reí, un rubor en mis mejillas se hizo presente, casi nunca hacían ese tipo de comentarios hacía mi.

—¿Y si me miró mal?—pregunté y ella me miró mal.

—Tenes una cara perfecta, ¿Cómo te vas a ver mal?—dijo—Tomas se va a caer de culo cuando te mire—dijo y yo me puse roja nuevamente.

—¿Tomi va?—pregunté.

—Ay vos y tu Tomi, supongo que si va—dijo y yo asentí.

En resumen de todo, terminamos de prepararnos y ahorita ya íbamos camino al lugar donde iba a ser la joda.

Llegamos, nos bajamos del auto y al entrar el olor a cigarrillo inundó mis pulmones, hice una mueca al sentir ese olor, no soy fan del tabaco.

Mire a un lado y me encontré con el hermano de Tomas, algo dentro de mi me decía que él estaría ahí, y si estaba ahí, pero con una morocha sentada en las piernas, hice una mueca, fingí demencia y me di la vuelta.

—Mayaaaa—escuché como me llamaban, me di vuelta y me encontré con Sol, la novia de Lucas.

—Holaaa—dije acercándome a ella y abrazándola, ella me caía muy bien.

La mira de Tomas cayó sobre mí haciendo que sienta pesadez en mis hombros.

—Nunca pensé verte en una joda—dijo y yo reí, estuvimos un tiempo hablando y luego de fui con Ariana.

—¿No sentiste como te miraba?—preguntó apenas me acerqué a ella, reí.

—Si, pero estaba con una mujer sentada en sus piernas, no puedo pensar mucho sobre esa mirada—dije.

—Es un hijo de puta, te come con la mirada y viene a estar con otra, hombres—dijo ella, reí nuevamente. Fui hacía la cocina de la casa para prepararme un trago. Entre a la cocina y no había nadie, me sentía rara, pero era mi culpa, yo había creado falsas ilusiones.

—Maya—escuché como me llamaron y voltee, Tomas me miraba sin decir nada.

—¿eh?—pregunté mientras volvía mi mirada a lo que estaba haciendo.

El no emitió ningún sonido por lo que volteé nuevamente.

—¿Qué?—pregunté directamente, él salió de su trance y me miró a los ojos.

—Pensé que no ibas a venir—dijo.

—Te dije que iba a venir con Ari—respondí.

Sentí las manos de Tomas en mi cintura y luego sentí como se apoyaba en mi, voltee quedando frente a el.

Hizo el amague de besarme, pero yo corrí la cara.

—Anda besa a la morocha que tenías en las piernas—dije empujándolo hacía atrás y yéndome.

No se que había sido eso, pero me salió del alma.

Tomas Giménez

Mire a Maya saliendo de la cocina y suspire, volví con mis amigos, miraba a Maya y todo lo que hacía, miraba como muchos la quedaban viendo, si supieran que ella es mía, aunque no lo acepte.


—LittleGirlll
21/01/23

Tal vez es aburrido, pero algo es algo

𝐏𝐥𝐚𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐩𝐨𝐫 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐨 | 𝐋𝐢𝐥 𝐓𝐫𝐨𝐜𝐚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora