En el oscuro y frío bosque hay varios misterios que el hombre quiere averiguar, sobre todo el ejercito de USA.
Una pequeña y dulce monita fue criada por maurice el gran amigo de César, su gran corazón no podía dejarla abandonada en el bosque, habie...
Los simios ya habían encerrado y matado a varios humanos, algunos los tenían en una jaula como animales. Otros seguían buscando más humanos por la ciudad.
En un Museo gigante se encontraban la mitad de la manada, Ojos Azules y Ash, que seguian a Koba.
---Seguimos a los humanos. ¡Se ocultan en todas partes!. -imformo uno de los amigos de Koba.
---Debemos atraparlos a todos! -ordeno Koba molesto.
---¡Humanos! ¡Son prisioneros de Simios, Ahora!. -proclamo Koba furioso, mientras que los humanos estaban encerrados en jaulas, asustados y gritando.
---Todos ustedes, vivirán en jaulas, ahora! -todos los simios levantaron los brazos apoyando a Koba.
---Hay más humanos afuera! Vayan y encuentrelos! -ordeno Koba mientras que todos los simios salieron en busca de más.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ojos Azules y Ash se encontraban juntos, estaban confundidos y asustados, no querían seguir con esto. Cuando vieron a simios encerrados y encadenados en un camión, junto con todos los amigos fieles de César.
---Maurice? -pregunto Ojos Azules al verlo ahí.
---Ahi está mi padre. Por qué están ahí? -pregunto Ash preocupado.
---Koba dijo que somos muy leales a tu padre. -contesto serio.
Ojos Azules y Ash no podían pensar bien, esas palabras le pegaron principalmente a Ojos Azules en lo más profundo de su ser, al saber que el no era tan leal a su padre, siendo su propio hijo.
---Tenemos que sacarlos de ahí, Ojos Azules. -hablo Ash inquieto, pues veía a su padre encadenado.
---Si lo hacemos, desobedeceremos a Koba y nos pondría en peligro, a nosotros y a ellos. -detuvo a Ash con fuerza y solo se quedaron viendo con preocupación.
Ojos Azules y Ash fueron en busca de más humanos con culpa, pues así lo habia ordenado Koba.
[...]
Malcom y Somalia corrían hacia el porter para buscar cosas que necesitaba la mujer para poder ayudar a César.
---Por aquí ven. -susurro el hombre para que Somalia lo siguiera.
Somalia anhelaba encontrar a su padre, a Ash y a Ojos Azules, estaba tan preocupada de que es lo que les podría pasar.
Los dos habían llegado a un lugar como hospital pequeño que tenían en su porter.
—Esto vamos a necesitar, son cosas para curar a César. -hablo el hombre agitado, mientras metía las cosas en una bolsa.
Somalia no sabía que echaba pero confiaba en ellos como Cesar lo hacía. Malcom y ella intentaron salir al ver que se acercaban simios hacia ellos y sabrían perfectamente que si los descubrían iba a haber problemas.
