CAPITULO 3

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— No — Resuena en los oídos de Yunho antes de los sollozos— No lo es

Y entonces Yunho piensa que lo ha ofendido, no sabe cómo reparar esto, se asusta porque no comprende muy bien su error, pero ahora sabe que no debe decir nunca nada más así.

— L-lo siento Jongho , no quería ofenderte, perdón, yo no... no pretendía hacerte sentir mal de ninguna manera, solo... no sabía

Yunho es un hombre extraño, suena realmente arrepentido y nervioso, Jongho no sabe que decirle ahora porque en su vida las personas han hecho con él lo que han querido, y ahora está esta él pidiéndole perdón por un comentario, una simple pregunta que no debió pegarle tan duro como lo hizo.

— Necesito vestirme— dice Jongho interrumpiendo la verborrea de Yunho — por favor

— Si... si, toda la ropa está aquí... ¿puedo llevarte o prefieres que la traiga?

Jongho extiende la mano y Yunho lo guía lentamente hasta que choca con algo, suave y mullido, parece ser la cama.

— Ahí está todo— dice Yunho — ¿puedes vestirte solo?

— Si... le avisaré cuando esté listo

Yunho se retira, no sin antes darle un último vistazo a aquel cuerpo que lo hace sentir de forma extraña, sabe que no debe volver a verlo y no lo hará, no así, no quiere hacer sentir incómodo a su invitado.

Va a la cocina y sirve la comida, deja todo en completo orden y espera a que Jongho lo llama, pero escucha los suaves pasos acercándose, se sorprende, Jongho avanza afirmándose a las paredes.

— Jongho — susurra— déjame ayudarte

Jongho se deja guiar, se sienta en la silla y con sus dedos llega hacia la cuchara y luego al plato, Yunho está expectante a que Jongho pruebe, quiere ver su expresión, quiere saber si le gusta.

— Está delicioso— sonríe— gracias

Jongho come realmente rápido, pero Yunho no da un solo bocado, disfrutando como el chico saborea la comida, le encanta ver aquello, Jongho termina todo lo que puso en su plato, se queda quieto antes de hablar.

— Lamento... lamento como reaccioné allá— comienza— yo pensé... yo malinterpreté todo

— ¿Malinterpretaste?

— No debí pensar mal de usted

— ¿Qué pensaste? — continuó Yunho con sus preguntas, completamente confundido ¿Jongho habrá creído que quiso hacerle daño?

— N-no es...

— No iba a golpearte— afirma el dueño de la cabaña con tono casi desesperado— nunca haría eso

— Lo sé... fue una tontería, no piense más en eso, yo no lo haré

— Bien... no pretendía ofenderte, nunca más diré algo así, solo estaba confundido

— ¿Confundido?

— Por eso te pregunté, cuando te vi... me sentí raro... pero no importa

Jongho se sonrojó furiosamente, parecía una fresa, una linda fresa. No dijo nada y Yunho terminó de comer.

De repente afuera comenzaron a sonar algunos pasos, luego un toque en la puerta y seguido una suave voz femenina.

— ¡Yunho ! — exclamó la voz— hemos traído música para ti ¿hoy es un buen día?

— ¿Te gusta la música? — preguntó Yunho en voz baja a Jongho

— ¿Debo irme?

— ¡No!... no, no tienes que hacerlo, es una musa, ella viene a veces con las demás y toca para mí, es una amiga

Las musas nunca se dejaban ver, las musas eran como un mito que todos sabía era cierto, y este hombre hablaba de ella tan normalmente... la boca de Jongho estaba abierta por la sorpresa, su corazón exaltado.

Musas.

Todo su cuerpo quería gritar.

¿Quién era en realidad Yunho ? ¿Acaso estaba loco? ¿Era todo esto parte de un juego o una broma?

— ¿Musas? — susurró

— Las ninfas vienen muy pocas veces, dejan cosas en la puerta y se van, son amables pero no conversadoras

— ¿Ninfas?

— Entonces... ¿quieres escuchar?

Por más locura o mentira que sea, Jongho simplemente no quería decir que no.

La música comenzó, se sentía como una caricia, muy diferente a lo que escuchaba en su pueblo, tan ruidoso y sin ritmo.

De repente sintió que no quería volver.

Pero no sabía si quedarse aquí resultaría peor.

— ¿Quieres ir a la cama? — preguntó Yunho , Jongho se crispó— Si quieres dormir ahora está bien

Debía dejar de pensar que Yunho le haría daño, no todos son así, no tenía que serlo, esperaba que no lo fuera.

— Por favor

Yunho lo llevó al cuarto y abrió la cama, acomodó las almohadas y le dijo que se acomodara, sintió el peso hundiéndose a su costado, sintió el calor del cuerpo alrededor de la música envolvente.

— Eres extraño Jongho — dijo Yunho

— ¿Por qué?

— Tienes mucho miedo pero agarras un cuchillo como un maestro ¿no te parece raro?

— Usted es raro... me pide que no le diga usted y es muy amable, hay musas y... ¿de verdad hay musas?

— Las puedes oír

— ¿No es una broma?

— ¿Por qué tendría que mentir? Nunca he tenido un invitado, no le faltaría el respeto así al primero

— ¿Nunca?

— Las personas me evitan, desde siempre, es algo en mis ojos... por eso me alegra que tú no puedas verme... es malo para ti pero bueno para mi ¿debería disculparme por pensar así?

Jongho lo meditó unos minutos.

— No estoy seguro señor

— No me digas...

— Pero lo seguiré haciendo, usted si merece respeto

— ¿Yo sí?

— El resto del mundo no respeta a nadie, entonces nadie debería respetarlos a ellos

Tulipanes Azules - 2ho / YunjongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora