Tulipanes Azules - 2ho / Yunjong

CAPITULO 11

Por dos días Jongho no se levantó de la cama, bebía el agua que Yunho dejaba a su lado pero no probó bocado de ninguna comida que le trajo, y continuaba llorando.

Yunho no sabía que podía hacer, intentó hablarle pero Jongho no le hacía caso, no le daba la oportunidad de pedir perdón.

Decidió esperar, casi sin dormir porque no se atrevía a acercarse demasiado y cualquier otro lugar era incómodo para dormir.

Al tercer día Jongho se levantó, con marcas de los surcos que las lágrimas había creado y juraría que nunca lo había visto tan triste.

Yunho sabía que cualquiera fuese la razón, se aseguraría que nunca más volviese a suceder, incluso si fuese él, si no tuviera nunca más el derecho de estar cerca, se iría lejos si así Jongho pudiese estar feliz.

— Te pido disculpas — fue lo primero que dijo Jongho cuando llegó a la cocina en interrumpió todo el movimiento allí

— ¿Por qué?

— Por tratarte mal

— Si pero... ¿Qué fue lo que hice?

Una cosa que Jongho siempre ha hecho es dar las cosas por perdidas... el momento en que sabe que no hay porque pelear por algo porque nada va a ganar, así que le cuenta todo.

¿Yunho sentirá repulsión por él después de esto? ¿Le dirá que se vaya? ¿Lo culpará también?

No lo sabe, no tiene idea pero en cuanto comienza no se detiene.

Cada palabra sale disparada como si hubiera esperado atado para contarlo al menos una vez, al menos a una persona y el silencio le dice que toda la atención de Yunho está en él.

Finalmente termina de hablar, se siente agitado y tiembla esperando un grito, una reprimenda, incluso un empujón, algo... no sollozos, eso no lo esperaba.

Ni el abrazo después.

— Nunca más — le susurra Yunho — nadie, nunca más... te lo juro

Jongho siente la conocida sensación de picazón en los ojos y el nudo en la garganta, como siempre antes de llorar, pero esta vez no lo hace, esta vez devuelve el abrazo y se esconde en el cuello de Yunho , siente su aroma y algo de nostalgia lo ataca, no sabe que es lo que está extrañando, no sabe cuál es el lugar en su mente que lo llama.

❛❜

Medusa tenía dos hermanas inmortales que yacían en un sueño profundo, sin pensamiento propio y controladas por ella, claro, cuando su maldición pasó a Yunho también sus poderes, Yunho nunca había recurrido a esto, pero su mente, incapaz de controlarse esa tarde las despertó.

Esteno y Euríale se levantaron de la tierra solo esperando a recibir órdenes, esta orden fue un nombre, su única labor era encontrar a esta persona y matarla.

So Youngwook amanecería muerto.

Y a nadie nunca le importaría.

Y Jongho no tendría que pensar en él nunca más.

❛❜

Yunho durmió abrazándolo esa noche y Jongho estuvo bien con eso, aunque estaba haciendo calor no era molesto, le agradaba porque de alguna manera le recordaba que este lugar era diferente, que aquí estaría tranquilo y seguro.

Por lo dioses... aquí Jongho se sentía tan seguro...

Por momentos pensaba que no debería porque podría acabar en cualquier segundo, es solo que esto era cómodo y bueno, Jongho no recuerda haberse sentido así, completamente relajado y confiado.

Le agradaba, mucho más de lo que sería aceptable.

Pero de tanto pensar cayó dormido.

Y algo extraño sucedió.

Su sueño oscuro tuvo algo extraño- Porque en medio de lo oscuro, apareció un color.

Jongho despertó con una suave sonrisa y el brazo de Yunho fuertemente aferrado a su cintura. Seguía dormido, no había necesidad de despertarlo. Solo se quedó quieto, pero Yunho se movió ligero, haciendo que notara como toda su espalda estaba pegada al pecho del mayor.

Y no solo su espalda...

Jongho dejó escapar un gemido ligero al notar aquello.