- EPILOGO -

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¡¡¡Es el fin!!!!

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SELENE

Me gustaría haberme enojado, llorado, alegrado o algo. Me gustaría haber tenido algún tipo de rección grande hacia lo que paso esa noche, pero no fue así, no tuve ninguna.

Habíamos logrado mantener alejados durante un mes entero sin cruzarnos, ni en bares. En la zona de apuestas, en discotecas y gracias a el tema de contratar los trabajadores para la construcción del edificio había logrado tampoco tener que verlo en el trabajo.

No voy a mentir y a decir que a veces no lo recuerdo y me pregunto que estaría haciendo, pero he usado mi fuerza de voluntad -que comprobé y es muy grande- para no revisar su cuenta de Instagram o historias de WhatsApp.

Había decidido en eliminarlo de mis contactos para tampoco estar tentada a llamarlo y me había arrepentido, pero era lo mejor. A parte de que supe de buena fuente -de Iván- que él también le había dicho que me iba a eliminar de los suyos, y no me enoje.

En todo este mes lo único que he sentido es... no lo sé, decepción por la forma en la que actuamos. No nos comportamos como dos adultos responsables, si no que actuamos como adolescentes inexpertos en conservar o terminar una relación.

Hoy era el cumpleaños de Ian, y aunque Iván me invito a la fiesta sorpresa, no quise ir, y esta vez para evitar que Iván se plantara en la sala del departamento a tratar de convencerme, me fui a quedar en el departamento de mi hermano. Quien estaba con gripe y decidió usarme como su empleada todo el día.

- Sely...

- ¿Ahora qué quieres Axel?

- ¿Para que abriste las ventanas? ¿no te es suficiente con el frio del aire acondicionado?

- Es que para ti hace frio por tu gripa del demonio. Y si te dejo las ventanas cerradas como las tenias, el ambiente se va a llenar de tus... bacterias y nunca se te va a quitar.

- Suenas como mamá cuando teníamos once...

Axel se había decidido a plantarse en su cama todo el día, hasta que lo obligue a bañarse y a salir de ahí. Y es verdad, estaba utilizando lo que mamá nos hacia a los once, porque era efectivo.

- ¿Puedo volver a mi calentita habitación? - volvió a subirse la manta azul desde su cintura hasta el cuello, solo dejando su cabeza por fuera.

- No, te quedas en el mueble. Y te bañaste hace cuatro horas, ya deberías bañarte de nuevo para que el agua fría te siga bajando la fiebre.

Yo estaba en la cocina, terminando de mover con el cucharon el contenido de la pequeña olla que se estaba cociendo. Se miraba sin color, pero estaba justamente como la hacia mi madre para nosotros y sé que sabe increíblemente alentadora.

- Si, mamá Selene, como usted mande.

- Cállate y ve a balarte para que vengas a comer.

- ¿Cocinaste? - levanto un poco la cabeza- ¿Qué hiciste?

- ¿Qué no lo hueles? - lo moleste.

- Claro, -se irrito y volvió a acostarse- tengo el olfato de un hombre lobo desde aquí, ¿no ves? Mira, hiciste...

- Sopa de verduras para ti.

- ¿para mí? -una de sus cejas se levantó con curiosidad- ¿Qué vas a comer tu entonces?

- Me pedí una hamburguesa por UberEats. -mentí.

Soltó una queja de resignación antes de sentarse con sumo cuidado.

INEFABLE +18 | Inexplicable 1 ©✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora