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La Danza de los Dragones fue un evento que marcó un antes y un después para la Casa Targaryen, un conflicto que hizo que la sangre fluyera como río en todo el reino. Hermana contra hermano, sobrino contra tío, dragón contra dragón.

Todo comenzó con el fallecimiento del Rey Viserys Targaryen, o más bien su asesinato. El bando de los Verdes culpo al bando Negro del regicidio, o más específicamente, a Daemon, estos sin duda negaron alguna participación.

Pero sin duda, lo que desencadeno la guerra, fue la muerte del príncipe Lucerys Velaryon, quien fue asesinado por su propio tío, el príncipe Aemond Targaryen con su dragón Vhagar.

Rhaenyra Targaryen lloro a su hijo, mientras que el príncipe, o el rey consorte en ese momento, Daemon Targaryen, juro venganza.

Ojo por ojo, hijo por hijo, el juro.

Palabras que resultaron ser ciertas, pues tiempo después este enviaría un par de asesinos a Desembarco del rey, los cuales asesinarían con éxito al hijo mayor de Aegon II Targaryen, el pequeño príncipe Jaehaerys....

[.....]

Hadryan escucho el poderoso rugido de Vhagar cuando este voló sobre la ciudad capital de su reino.

¿Qué hace mi sobrino aquí?

Se preguntó así mismo. A su lado, su esposa Alyssa se encontraba tensa, se dio cuenta. El sujeto su mano, y le dio un apretón reconfortante.

Vhagar aterrizo y su jinete se deslizo de su lomo. Aemond parecía una copia al carbón de Daemon, eso le hizo pensar que tal vez este pudiera ser el hijo de este y no de Viserys, sin embargo, no pensó en ello por más tiempo ya que el príncipe se paró justo frente él, la guardia real de Hadryon se mantuvieron alerta.

--Rey Hadryon —saludo el príncipe Targaryen, con una leve inclinación. Hadryon lo miro directamente a los ojos, bueno, al ojo. Aemond luego miro a Alyssa. —Reina Alyssa. Las palabras sobre su belleza palidecen en comparación con estar en tu presencia...

Alyssa lo miro con desdén.

--Agradezco sus palabras, sobrino. —dijo en voz baja Alyssa, su voz goteando veneno.

Hadryon suspiro internamente y procedió a hablar.

--Sobrino. Es un...placer inesperado tu visita. Te invitaría a pasar, pero mi esposa no se sentiría cómoda si un asesino de parientes estuviera entre los muros de nuestro hogar.

Para su crédito, Aemond no se vio afectado por sus palabras, si no que sonrió.

--Comprendo, aunque en estos días, en nuestra familia abundan los asesinos de parientes. ¿No lo crees, rey Hadryon?

Hadryon hizo una mueca.

--Lamentablemente, así parece, la guerra saca lo peor de las personas. –dijo Hadryon, sin apartar la mirada de la de él. –Pero, de seguro no estás aquí para discutir sobre la moralidad de nuestra familia. Así que, ¿qué te trae a mi reino?

--Una alianza. Mi hermano, el rey Aegon de la casa Targaryen, segundo con el nombre y rey de los Siete Reinos, extiende su mano en amistad y propone una unión entre la Casa Targaryen y la Casa Peverell. –dijo Aemond sin vacilación.

Hadryon ya esperaba eso.

--Ya veo. ¿Cómo propone el rey Aegon hacer tal alianza?

--Matrimonio—respondió rápidamente Aemond. —Entre la princesa Lily y yo.

Hubo un silencio por un momento.

--¿Por qué casaría a mi hija con un asesino de parientes? —esta vez no fue el Hadryon quien hablo, si no Alyssa, quien miraba con indignación a su sobrino. --¿Por qué la deshornaría de tal manera?

InevitabilityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora