03-

355 35 0
                                    

-- Debería matarte por tu osadía, sin embargo, no tengo pensado convertirme en un asesino de parientes...

Daemon quien yacía arrodillado, derrotado y deshonrado. Con dos espadas de Acero Valyrio apuntando a su cuello y que, con tan solo un movimiento de su hermano bastardo, podía acabar con su vida. Solo pudo mirar impotente los ojos de diferente color que le devolvían la mirada con frialdad.

--No...no morirás esta vez, Daemon. En cambio, saldrás de aquí como un hombre derrotado y humillado y vivirás con eso el resto de tu vida. Eso será un buen castigo.

Al finalizar de hablar, el rey de Albion retiró ambas espadas del cuello de Daemon y retrocedió un par de pasos.

--Aprovecha la oportunidad que te doy, hermano. A pesar de nuestras diferencias, sigues siendo mi hermano. Vive bien.

Con eso, Hadryon arrojo Hermana Oscura frente a Daemon, enfundo su propia espada y le dio la espalda y comenzó a caminar hacia el castillo, donde le esperaban sus dos esposas.

Daemon miro la espalda de Hadryon, una furia impotente ardiendo en su ser. Se sentía humillado, furioso y triste.

Sin embargo, el odio era lo que más abundaba en el, sin poder resistirlo, le gritó a su hermano.

--¡Si me dejas vivir ahora te prometo, ante los viejos y nuevos dioses, que haré lo posible por matarte!

Hadryon ni siquiera se digno a voltear a verlo, siguió caminando y alejándose de el.

--¡No mereces nada de esto! ¡No la mereces a ella! ¡Eres un bastardo! ¡Un maldito mestizo! ¡Un error!

Alyssa miro a su hermano mayor con tristeza, siempre supo que a Daemon le desagradaba Hadryon, pero esto...

Ella siempre había querido a su hermano y ahora esposo. Desde que lo conoció por primera vez cuando fue traído a Desembarco del rey, a pesar de que sus hermanos mayores quisieran alejarla de el, ella se acercó y creo un lazo inquebrantable que ni el tiempo ni la distancia pudo disolver....

Hadryon llegó a su lado, y la miró con suavidad mientras colocaba una mano en su mejilla y la acariciaba.

--No te agobies, mi reina. Vayamos a dentro.

Ella solo pudo asentir, y dándole una última mirada a su iracundo hermano mayor, siguió a su esposo dentro de la fortaleza.

Daemon estrelló su copa contra la pared de su habitación, completamente furioso, una furia que había ardido desde aquel entonces.

Sabía que se había precipitado cuando lo enfrento ese día, su ira ardía y no pensó con claridad.

¿Como¿Cómo era posible? Me rechaza a mi, un verdadero dragón por un mestizo bastardo.

Esa pregunta se repitió en su mente muchas veces mientras iba a lomos de Caraxes.

Cuando se enteró que su hermano Viserys prometió a Alyssa un Lannister, quiso ir y golpear a Viserys por tal sugerencia.

Alyssa era de él . No podía ser entregada a un simple vasallo, ella se merecía más.

Iba camino a Desembarco del rey, había mandado a los siete infiernos el exilio que le había impuesto Viserys, pero justo cuando estuvo a punto de despegar, le llegó la noticia de que su hermana, se había casado con el bastardo .

Inmediatamente cambió el destino de su viaje, dispuesto a enfrentar al bastardo y asesinarlo. No le importaba que los dioses lo maldijeran como un asesino de parientes, Daemon haría lo que fuera necesario para proteger a su familia, y más importante, lo que le pertenece.

InevitabilityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora