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Otto observo al rey, quien estaba mejor que en años atrás con respecto a su salud, habían pasado tres lunas desde su tan milagrosa recuperación. Atrás había quedado el rey demacrado a un pie del sepelio. A pesar de la ausencia casi total de uno de sus brazos, el rey estaba más fuerte que en años, su cabello había vuelto a crecer,

Estaban en el solar del rey, este lo había mandado a llamar y ahora aquí estaba, esperando que el rey hablara. Finalmente, después de un momento el rey rompió el silencio.

--Desde mi recuperación, eh estado pensando, estar al borde de la muerte me hizo reflexionar en los errores que eh cometido a lo largo de mi vida. –suspiro con tristeza. —La casa Targaryen ahora mismo está dividida, no soy ciego. Escucho los rumores sobre Rhaenyra, escucho los rumores sobre Aegon. ¿Qué pasara después de mi muerte si dejo que esto continúe?

--Nadie puede ver el futuro mi rey. —dijo Otto con simpatía, aunque el ceño fruncido en su rostro decía otra cosa.

--No es necesario que vea el futuro para darme cuenta de lo que pasara cuando pase de este mundo. –espeto Viserys. – Siempre has querido que Aegon sea el príncipe heredero, pero él no es digno del trono.

¿Pero tu hija, quien ha engendrado no uno si no tres bastardos que hace pasar por príncipes, si lo es?, pensó Otto con desdén e ira fría.

--Y tampoco creo que Rhaenyra lo sea. amo a mi hija, pero no soy ajeno a sus fallas. Por eso eh tomado una decisión. –dijo con firmeza y extendió un trozo de papel hacia su Lord Mano, quien lo tomo entre sus manos.

De inmediato, Otto comenzó a leer el contenido de aquella carta y mientras más leía más sentía que crecía su furia e indignación. Miro a su rey, luciendo incrédulo.

--Su Gracia esto es...

--Esa es mi palabra. Eh decidido que tanto Rhaenyra como Aegon no gobernaran después de mi muerte. Mi nieto Jacaerys Velaryon, tomará el nombre Targaryen y será mi heredero, con suerte se podrá moldear para ser el rey que este reino necesita, que la casa Targaryen necesita.

--Su gracia, el reino no aceptara esto...es...

--El reino lo aceptara. ¿o acaso han olvidado a quien sirven? ¿así como tú? tu deber no es cuestionarme, es ayudarme y dar consejo cuando se te pida y aun así yo decidiré si seguirlo o no.

El Hightower apretó los dientes, e hizo una reverencia.

--Como usted ordene, Su Gracia.

Viserys suspiro.

--No busco ofenderte, lord mano. Busco lo mejor para el reino y mi familia. Hare la declaración oficial en dos días a partir de hoy.

Cuando Otto Hightower salió del solar del rey más tarde, sintió una ira e indignación arder dentro de él, lista para salir, sin embargo, mantuvo la calma.

¡Me deshonras a mí, a mi hija, a los mismos dioses!, pensó iracundo, nadie aceptara un bastardo como rey, los Targaryen han cometido muchos desaires contra los dioses, contra estos reinos.

Mientras más caminaba por los pasillos, más se daba cuenta de que debía acelerar sus planes.

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Todo su mundo era borroso, Aemond apenas podía mantenerse de pie, a los lejos escuchaba los chillidos de lamento de Vhagar, a través de su conexión con su dragón, sintió el dolor de su montura, la ira, la rabia...la impotencia.

Mismos sentimientos que el experimentaba en esos momentos.

Sintió un golpe en su costado, lo cual lo saco de balance y lo hizo caer en el suelo, trato de levantarse, a pesar de la bruma de dolor, pero sintió un peso en su pecho que le impidió levantarse.

InevitabilityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora