Capítulo 4🌸

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Capitulo 4

La primera noche en un sitio desconocido y completamente nuevo para él había sido mejor de lo que esperaba, durante la noche había orientado una de sus lámparas de noche hacia el campo de girasoles en su pared y la luz cálida de la lámpara hacía ver la pintura mucho más familiar y cálida de lo que ya era, estaba cómodo, y bastante exhausto en realidad por lo que conciliar el sueño no había sido realmente difícil.

Lukas le había mostrado sus dotes culinarias al hacer la cena para ambos y Jay había tenido que tragar cada uno de sus pensamientos al quedar demostrado con hechos y no solo palabras que el pelinegro no se llevaba su torpeza también a la cocina, de lo contrario sería un entero peligro.

Jay tenía por costumbre salir a correr cada mañana por muy ocupado, o cansado que estuviera. Era su rutina y la respetaba puesto que por lo general él no tenía mucho tiempo para ejercitarse, y por norma general los estudiantes de su misma rama acababan con unas panzas con las que no se sentía para nada identificado.

Incluso le había propuesto a Nico una vez que le hiciera compañía y así salir a correr juntos, pero usando el típico "ya hago bastante ejercicio" fue brutalmente rechazada su propuesta, puesto que su mejor amigo está viéndose ligeramente pachoncito él cometió el error de preguntar, y aún se arrepiente de ello.

Era la primera vez que, a pesar de llevar ya un rato despierto, él simplemente no deseaba abandonar tan pronto su nueva cama. Cubriendo su rostro con la almohada de blanca funda él rió ante el recuerdo de Nicolás siendo excesiva e innecesariamente comunicativo sobre su vida sexual.

Se sentía cómodo allí, Lukas Summer no era una desagradable compañía después de todo y era fácil de tratar. Era bueno en la cocina y mantenía su desorden en su propia habitación, quizá el único problema era su excesiva torpeza, pero eso no era un factor que él pudiera alterar, y mucho menos cambiar.

Se estiró sobre las sábanas limpias disfrutando de la comodidad del mullido colchón y frotó sus ojos tras un bostezo.

Finalmente él salió de su cama dispuesto a vestir su ropa deportiva y lavarse para dar unas vueltas al campus con los del club de atletismo como cada mañana.

La puerta de Lukas aún estaba cerrada cuando salió, suponía que seguía dormido puesto que eran a penas las 7 de la mañana, y lo cierto era que el pelinegro se veía como un ser humano en extremo perezoso.

O él era el raro de los dos? No lo sabía, y sinceramente, tampoco le interesaba saber.

El sol bañaba con sus rayos naranjas el campus y la pista cuando empezó a correr encontrándose con los otros después.

Salir a correr en la mañana, una hora cada día era una costumbre que no abandonaba, quizá por eso estuvo tan irritable el día anterior, porque su rutina fue rota de forma brutal por un maldito salidero que inundó su dormitorio obligándolo a salir por patas de su área de confort.

No recuerda con exactitud cuántas vueltas le había dado ya a la pista cuando la agradable y motivadora melodía que sus auriculares reproducían vía bluetooth fue reemplazada abruptamente por su tono de llamada.

Detuvo su trote para caminar alrededor tomando la llamada en el proceso, aún cuando era Nico quien llamaba aprovecharía ese momento para descansar.

__Qué se te ofrece? Te he dicho mil veces que no me molestes en fin de semana. Ya tendré tiempo para hartarme de ti mañana_ es lo primero que dice ni bien toma la llamada.

__Maldito crío_ gruñe__Eres así con todos o solo conmigo?_ cuestiona tosco haciendo reír a Jay.

__Solo contigo Nicolás_ su risa se hace más fuerte ante el sonidito de frustración que hace el pálido del otro lado de la línea.

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