‹The Reason Is You› [Guapoduo]

Capítulo 8

·I was surprised to see heaven in your eyes, I never once was treated right, you're what I'm missin' in my life·

✧*Light Shower – Melanie Martinez*✧

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Cuando Roier abrió los ojos a la mañana siguente, lo primero que hizo fue mirar el reloj en su mesita de noche, eran ya las 12 del medio día.

Todo lo que había pasado en la fiesta lo tenía muy presente en su mente y no pudo evitar sonreír al recordar algunos momentos de esa noche, sobretodo aquel baile lento y lo que sucedió en el jardín del techo de Vegetta.

Terminó por levantarse de la cama y tomar su celular para mirar si tenía algún mensaje, antes de dirigirse al baño.

Estaba decidido a mandarle mensaje al brasileño, pero entonces se dió cuenta de que no le había pedido su número y no tenía forma de comunicarse con él. Suspiró y terminó por mandarle mensaje a Mariana y Rivers, para ver en la casa de quién se podían ver, como solían hacer casi todos los domingos.

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Al final quedaron de verse en casa del Mariana, quien era de los pocos que ya tenía un departamento para el solo.

—¿Entonces que wey? ¿Ya están juntos?—

—aún no, al menos no oficialmente— les dijo Roier sonriendo

—pero ya se dijeron que se gustan, ¿No?— le cuestionó Rivers

—prácticamente si— siguió —creo que para ambos era muy obvio—

—¿Y que onda con Quackity? ¿Ya no te dijo nada?— le pregunto Mariana

Roier dudo por un momento, pero al final decidió contarles lo que había pasado anoche, de igual forma todos en la escuela verían a Quackity con los moretones en su cara, se iban a enterar de una forma u otra.

—no mames, ¿Neta se lo chingó?— preguntó Rivers riéndose

—si wey, Cellbit le soltó como tres madrazos bien puestos y lo tumbó— les dijo Roier

—está mamado el wey—

—así a simple vista se ve que sí, no lo he visto sin playera, pero si se ve mamado—

—te estás muriendo por verlo sin playera, ¿Verdad?— le dijo Mariana entre risas

—todo a su tiempo, pendejo— le dijo Roier y no tardaron mucho en cambiar de tema y ponerse a jugar videojuegos.

Roier no podía engañar a sus amigos, claro que quería ver a Cellbit sin playera, pero no estaba apurado por eso, si iba a pasar sería a su tiempo, no tenía prisa en absoluto.

Los tres chicos pasaron el resto de la tarde juntos, jugando y comiendo pizza. Cuando no salían a divertirse o estaban haciendo tareas, este era su plan los domingos.

Cuando cayó la noche, Rivers y Roier volvieron a sus respectivas casas.
Mañana iniciaría una nueva semana y el mexicano tenía claro que quería iniciar de la mejor manera, volvería a sus clases de esgrima, que había dejado un poco de lado y pensaría mejor lo de las elecciones.

Sinceramente no le llamaban mucho la atención, el director lo había animado a participar, pero él no tenía muchas ganas. Igual iba a pensarlo y pedir consejos a algunas personas más.

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El lunes llegó y Roier entró a su salón de buen humor. Había llegado temprano y para su buena suerte, ya había un chico ahí esperándolo en su mesa.