‹The Reason Is You› [Guapoduo]

Capítulo 13

^Tell you you're the greatest, but once you turn, they hate us. Oh, the misery, everybody wants to be my enemy, spare the sympathy, everybody wants to be my enemy^

✧*Enemy – Imagine Dragons*✧

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Mientras todos salían de salón, Cellbit se apresuró para acercarse a Roier, quien seguía guardando sus libretas.

—Roier, ¿Podemos hablar? Por favor— le preguntó

Quackity lanzó una mirada al brasileño, se veía realmente arrepentido por lo que había pasado. Volvió a mirar a Roier, sentado a su lado, se veía totalmente despreocupado guardando sus lapiceros.

—déjate de mamadas y habla con él— le dijo Quackity y Roier clavó sus ojos en su amigo —solo míralo, wey— ambos levantaron la mirada hacia Cellbit —sin ofender, pero te ves como un gatito maltratado—

—gracias por el apoyo, Quackity— dijo Cellbit sarcástico antes de volver a dirigirse hacia Roier —no te voy a presionar si tu no quieres, pero si me lo permites, me gustaría que habláramos—

Roier suspiró y finalmente miró al brasileño a los ojos.

—está bien—

—nos vemos después— dijo Quackity y les sonrió antes de salir, dejando a los chicos completamente solos, ya que todos los demás ya habían salido del salón.

—lo siento, perdón por haber actuado como un idiota— comenzó a hablar Cellbit —no tienes idea lo feliz que me hace saber que de verdad te gusto, nunca antes había estado en esta posición y me siento tan tonto al no saber cómo actuar en situaciones como estas—

—tal vez exageré un poco... —

—no— lo interrumpió el brasileño girando la silla de la mesa delantera al mexicano para sentarse frente a él —no lo hiciste, tenías razones para molestarte— tomó su mano —aún no somos novios, tampoco somos solo amigos y mucho menos somos amigos con derechos—

—¿Entonces que somos, Cellbit?—

—tú eres mi guapito— dijo esbozando una sonrisa mientras entrelazaba sus dedos con los de él.

—y tú eres mi gatinho— dijo Roier devolviéndole la sonrisa.

—eso es lo que somos— dijo Cellbit levantándose a la vez que jalaba ligeramente al mexicano para que también se levantara —me gustas, guapito, me gustas mucho más de lo que imaginas y te lo repetiré las veces que quieras para que te lo creas—

—pendejo, no hace falta, te creo— dijo Roier sin dejar de sonreír mientras sentía el calor subirle a las mejillas.

—me gustas— comenzó Cellbit y se inclinó hacia él para darle un beso en la frente —me gustas— besó su nariz —me gustas— besó su mejilla a la vez que ponía una de sus manos en la nuca del chico —me gustas— dejó otro beso en su cuello antes de mirarlo fijamente —me gustas, Roier—

El mexicano sonrió antes de finalmente atraerlo hacia él para unir sus labios a los suyos. Sentía que había pasado una eternidad desde la última vez que lo había besado, comenzaba a volverse una adicción, y estaba seguro de que no se cansaría de ello jamás.

—oye, ¿Es cierto que Kameto dijo que yo era guapo?— preguntó Roier cuando se separaron y ninguno de los dos pudo evitar reírse.

—sí— dijo —quise poder decirle algo, pero no sabía cómo reaccionar ante ello, la verdad—