Helicóptero

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Romeo's POV

Raf: Ya me oíste Romeo. Te quiero listo en menos de 5 minutos o...
Rom: O tendré problemas como siempre - salí del baño ya vestido

Sabía que mi papá odiaba que estuviera tarde para estos actos de presencia. Ya se... que solo son una o dos veces al año y después nunca más pero lo odiaba. Mi mamá solo venía a Argentina para hacer sus cosas políticas como memoria de la guerra de las Malvinas. Nunca para verme. Las únicas oportunidades que tenemos para estar juntos siempre son en eventos donde hay prensa. Nisiquiera hablamos en verdad. Solo estoy al lado de ella sin decir nada como perrito faldero.

Rom: No quiero ir - me quejé en el asiento del auto

Raf: Ya te salvaste de una buena paliza por contestarme mal cuando salíamos de casa. No me hagas parar el auto y que me valga mierda el llegar tarde. No queras salir en televisión con el rostro lloroso después de estar un buen rato de barriga sobre mis piernas. - me advirtió seriamente

Mi papá siempre era así, severo y estricto conmigo. Casi nunca terminaba con un castigo de nalgadas o al menos no hace ya mucho tiempo. Pero si prefería mantenerme fuera de problemas cuando me reprendía. Hoy no estaba de humor para callarme.

Rom: Pero odio este cinturón. - me retorcí en el asiento trasero del coche de mi papá

Raf: Solo estás teniendo una rabieta. No te molesta en lo absoluto. Yo mismo te lo puse - trataba de mantener la calma

Rom: Ya tengo casi 13 años. Ya estoy grande para que me pongas tu el cinturón de seguridad- seguí jalándolo de este

Raf: Cuando vea que eres suficientemente maduro y no hagas berrinches como ahora podrás... ¡Benedict Romeo! - me gritó tras mirar levemente por el retrovisor y ver que todo mi jaloneo había hecho que el cinturón se zafara

Rom: Esa estúpida cosa estaba rota - murmuré con el cinturón en mi mano

Raf: Te lo buscaste - bufo a la vez que estacionaba a el auto

Rom: Se nos va a hacer tarde - trate de distraerlo pero ya estaba fuera del auto

Mi papá se dirigió a la parte trasera del auto para buscar algo.

Rom: No... no no no no no... papá no - supliqué al ver que traía en mano

Raf: Tienes suerte que no tengo tiempo de castigarte ahora. Cuando estés de vuelta en casa vas a ver lo que te espera - empezó a instalar la sillita de seguridad

Rom: Ya estoy grande para esto - me levanté aún con ganas de pelear pero dirigiéndome a sentarme a esa estúpida silla

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Rom: Ya estoy grande para esto - me levanté aún con ganas de pelear pero dirigiéndome a sentarme a esa estúpida silla

Raf: Mientras quepas y te sigas comportando como un niño chiquito, voy a sentarte en la silla Romeo - me tomó por los antebrazos para sentarme recto sobre esa cosa y luego abrocharme el cinturón como siempre lo hacía

Contigo en las buenas y en las malas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora