Un demonio sexual qué sólo desea alimentarse de la energía de una simple humana. Una humana que sólo desea tener alguien que le de cariño, ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¡Ah! Claro, que un Incubo se enamore.
𝐈𝐧𝐢𝐜𝐢𝐨: 10 de abril del 2022.
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SE LEVANTÓ de malhumor, quería dormir la noche anterior pero por alguna razón la escena que vio de la mujer y su vecino la mantenía tan inquieta, no desea pensar mucho eso, sabía que estaba comenzando a gustarle Ryuguji, pero no podía permitirse arruinar lo que sea que tuvieran ambos, pensaba en las breves interacciones que tenían, una parte de ella sabía que simplemente era amable porque eran amigos y la otra le decía que había algo más.
Pero quizás era su parte que quería ilusionarse con algo que no había.
Se levantó con pereza, se dio una larga ducha, desayuno y salió de su apartamento. En ese instante Emma salió junto a Draken, sonrió de forma amble a la rubia que estaba feliz de ver a _____.
—Cariño, ¡llévame de compras!
Aquello le caía como balde de agua helada a la fémina, en realidad quería arrancarse el sentimiento del pecho, se sentía ligeramente celosa y no quería sentirse así por el hecho de que apenas y creía que le gustaba el rubio.
—No me llames así.—dijo Draken entre dientes. —_____...
—B-Buenos días a ti también, debo irme.—se apresuró a decir.
La fémina se alejó de esos dos rápidamente, no quería que se notara que estaba algo decaída por ver la escena.
Se dio ligeros golpes en la mejilla con sus dedos, esperaba que las personas de autobús no la vieran de forma rara por eso.
