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Se despierta de nuevo, con la cara en la almohada mientras babea

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Se despierta de nuevo, con la cara en la almohada mientras babea. La luz que atraviesa la cortina es blanca, y le pega directamente en la cara. Mei hace una mueca de disgusto mientras se levanta.

Su mente recuerda lo que paso ayer, un señor tratando de tenerla atraves de un juego, Ikari tiembla mientras se da cuenta de que está completamente indefensa en este mundo. Cualquiera puede desafiarla, su vida incluso depende de un maldito juego. Y ella ni siquiera sabe jugar Ajedrez.

Camina hacia el balcón que tiene su habitación mientras lo piensa más detenidamente, su objetivo es irse de Disboard lo más rápido posible, aunque su día y rutina diaria sería estar junto a los Sin Nombre, porque, ¿Qué sucedería si alguien quisiera jugar con ella?

Tiembla mientras piensa en tal vez ese dios retandola para poder regresarla a su mundo, si ese fuera el caso, probablemente Mei haría lo que fuera para eliminarse a sí misma.

Decide no pensar más mientras se estira, las ropas son las mismas que ayer, y agradece a la señorita Dola por hacer este mismo conjunto para ella varias veces. Ve la ciudad de Elkia una vez mientras está iluminada por el sol, antes de partir hacia el baño.

 Ve la ciudad de Elkia una vez mientras está iluminada por el sol, antes de partir hacia el baño

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Con ropas nuevas y un aroma limpio, decide ir a las cocinas. Tal vez Dola este luchando por el trono de Elkia, eso no significa que sus privilegios de princesa se le hayan sido arrebatados. Mientras pelea por el trono, disfruta de la vida de princesa que siempre ha llevado.

Cómo invitada de honor de la princesa, tal vez lo mismo aplica para ella, las señoras se inclinan mientras le indican dónde está la mesa: aunque Mei quiere ayudar y por eso fue directamente a la cocina, demasiado incómoda como para negarse, la sigue sin quejarse hasta llegar a una gran mesa, aunque vacía y solitaria.

La señorita hace una reverencia antes de marcharse, Mei juega con sus manos por lo tanto, hay nerviosismo latiendo bajo su piel incómodamente a este trato; Siempre ha hecho todo sola, ama a su familia, pero Mei se hizo independiente hace mucho tiempo, está acostumbrada a preparar su propia comida.

Cuando le traen varios platillos sus ojos saltan, es mucha comida, se ve deliciosa. Y aún así, se siente extraño cuando agarra una cuchara de la sopa blanca cremosa que le ofrecen. Hay ojos observando sus movimientos y su voz no sale para expresar que desea estar sola.

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